Jonathan Morel, fundador del grupo violento Revolución Federal, dice haber recibido 1.760.000 pesos del grupo que lidera Nicolás Caputo, el hermano del alma de Mauricio Macri. Desde el entorno del empresario lo niegan. Página/12 ya había revelado que se investigaba cuáles eran las formas de financiación de estos grupos encolerizados que están bajo la lupa de la Justicia a raíz del atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Yo realicé un trabajo para un fideicomiso. No tenía forma de saber quién estaba detrás”, dice Morel ante una consulta de Página/12, si bien comenta haber intercambiado unos correos electrónicos que tenían una mención a Caputo hermanos.

El joven de 23 años asegura ser propietario de una carpintería y relata que, a través de una decoradora de interiores, hizo un trabajo el mes pasado para un hotel en Neuquén en cuya construcción estaría involucrada la empresa del amigo de toda la vida de Macri. “Cuando estaba en Neuquén me enteré de que se trataba de Caputo y después se lo dije a mi socio”, agrega.

“Yo estoy tranquilo, pero sabía que esto iba a surgir. Te cuadra por todos lados, pero son casualidades. Si hubiera querido hacer algo, no habría sido tan burdo”, dice Morel.

Página/12 se contactó con un asesor legal de Caputo, quien dijo que el empresario niega tener obras en Neuquén y por ende haber contratado la carpintería del fundador de Revolución Federal. “No tiene ni un hotel ni obras en Neuquén, tampoco una razón social que sea Caputo hermanos”, especificó la fuente.

En sus dichos, Morel relaciona la génesis del grupo que llevó antorchas y guillotinas a la Plaza de Mayo con el trabajo que supuestamente concretó para Caputo. Según él, cuando hizo cálculos con su contadora, se dio cuenta de que no le quedaría ganancia por el trabajo y eso detonó su interés de querer “militar”. Primero se acercó a los libertarios y después, junto con Leonardo Sosa, armó Revolución Federal.

Sosa es uno de los activistas antigobierno que el 28 de agosto pasado posó en el balcón de la vecina de CFK, Ximena de Tezanos Pinto. A Sosa lo habían arrestado cinco días antes por las protestas violentas que protagonizó afuera del edificio de la vicepresidenta. Según confirmaron fuentes judiciales, al momento de la detención, Sosa tenía material inflamable en su mochila.

Los nexos de Revolución Federal con el ataque a la vicepresidenta surgieron de una foto que posteó Brenda Uliarte –detenida por el intento de homicidio– en la que se la ve en la marcha de las antorchas. En el grupo la desconocen y dicen que denunciaron ante la Justicia un mensaje que les había llegado reivindicando el atentado a CFK. Según Morel, la encargada de presentar el mensaje en los tribunales fue Gladys Egui, la extraña abogada que vive con Tezanos Pinto en el piso superior a CFK.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/482005-atentado-a-cfk-el-fundador-de-revolucion-federal-admitio-un-