Mientras se desarrollaban las negociaciones entre Rusia y Ucrania en las que se pactó la apertura de un corredor humanitario, en el terreno puramente bélico la ofensiva de las tropas rusas no se tomaba respiro. Tras la conquista de Jersón, la primera ciudad relevante tomada por los rusos y de importancia estratégica en el mar Negro, las fuerzas parecían moverse para aislar a Ucrania del acceso al agua a través de sus puertos clave del sur. En ese marco, fuertes combates continuaron en las márgenes de otra estratégica localidad portuaria, Mariupol, sobre el mar de Azov, donde gran parte de la población seguía sin luz ni teléfono.
En la ciudad de Chernigov, al norte de Kiev, al menos 33 personas fallecieron en un bombardeo ruso contra áreas residenciales de acuerdo al Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. Otro punto caliente del conflicto es Jarkov, la segunda ciudad más poblada del país con 1,4 millones de habitantes, escenario de fuertes bombardeos y combates tras el aterrizaje de tropas aerotransportadas rusas. En los primeros ocho días de invasión más de dos millones de ucranianos tuvieron que abandonar sus casas, de acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
33 muertos en Chernigov
En el norte de Kiev, al menos 33 personas fallecieron y 18 resultaron heridas en un bombardeo ruso contra un área residencial en Chernigov, informó el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. «Muchos edificios resultaron dañados, las ventanas se rompieron, las paredes y los techos quedaron destruidos en algunos lugares», dijo en Telegram el jefe de la Administración Estatal Regional de Chernigov, Vyacheslav Chaus.
«No hay instalaciones militares cerca. Cerca se encuentran hospitales, varias escuelas y guarderías, decenas de edificios de gran altura», remarcó Chaus. Además, la aviación rusa atacó dos escuelas y viviendas en la ciudad, causando al menos nueve muertos y cuatro heridos, según la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
El Azov, un mar interior estratégico
Ucrania logró mantener un día más su bandera en Mariupol, principal puerto en el Azov, que Moscú quiere convertir en un mar interior para garantizar la seguridad de la base naval crimeana de Sebastopol. «Los soldados de la horda de Putin martillean constantemente la ciudad y no nos permiten evacuar a heridos, mujeres y niños. Esa escoria no encuentra otra forma de doblegarnos», aseguró Vadym Boychenko, alcalde de la ciudad.
Boychenko acusó también a las tropas rusas de impedir el reestablecimiento de los suministros de electricidad, agua y calefacción, dañar la red ferroviaria y bloquear la llegada de alimentos para su medio millón de habitantes. «Están haciendo un bloqueo como en la antigua Leningrado. Deliberadamente destruyeron la infraestructura vital para el funcionamiento de la ciudad», subrayó.
El mando ruso insiste, en tanto, que sus fuerzas y las milicias separatistas prorrusas han tomado numerosas poblaciones en los alrededores de una ciudad que los rebeldes ya fueron incapaces de tomar en 2014. El control de Mariupol reviste una importancia estratégica para Rusia ya que le permitiría tener una continuidad territorial entre sus fuerzas llegadas desde Crimea y las llegadas desde los territorios separatistas prorrusos del Donbass.
Amenaza nuclear
En la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, un bombardeo ruso se provocó un incendio este viernes en una de las plantas nucleares, informó el alcalde de la ciudad, Dmitry Orlov, en su cuenta de Telegram. «¡Amenaza a la seguridad mundial! Como resultado del bombardeo enemigo continuo de edificios y unidades de la planta de energía nuclear más grande de Europa, la planta de energía nuclear de Zaporiyia está en llamas«, escribió.
La Guardia Nacional confirmó el incendio en la planta en su canal oficial de Telegram. «Hay un incendio en la base de la central nuclear de Zaporiyia. A pesar de esto, el enemigo continúa disparando en dirección a la estación», señaló. «La Guardia Nacional, que custodia la planta, se queda para defenderla», recalcó. Añadió que «representantes de la planta afirman que actualmente existe una amenaza real de peligro nuclear«.
A la conquista de Odessa
El Ejército ucraniano espera que ahora el enemigo golpee con todo su poderío militar el puerto de Berdiansk y las ciudades de Zaporiyia y Melitopol. Si las tropas rusas logran enlazar esas ciudades con Jersón, urbe controlada desde hace días por Moscú, entonces el próximo objetivo sería Odessa, el puerto ucraniano más importante en el mar Negro y la base de su armada. «Quieren destruir nuestra Odessa, pero lo único que verán será el fondo del mar Negro», dijo en tono desafiante el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
En ese contexto, cuatro buques de desembarco rusos se desplazan en dirección a Odessa, mientras un avión enemigo fue derribado cuando atacaba una guarnición militar ucraniana de la región homónima. Según el ministerio de Defensa de Ucrania, la armada enemiga también hundió un mercante estonio, «Helt», con bandera panameña y con seis tripulantes a bordo.
Kiev se fortifica
Mientras tanto, Kiev refuerza sus defensas en el interior de la ciudad. La plaza de la Independencia fue tomada por los militares, que apostaron soldados en cada esquina e instalaron barreras antitanques en la misma calzada. Además, decenas de voluntarios jóvenes se concentraron en la plaza Maidán para cubrir las puertas y ventanas de los edificios colindantes con bolsones de tierra.
En Maidán, escenario de dos revueltas en 2004 y 2014, también se improvisaron barricadas para defender los accesos al gobierno y la Rada Suprema o Parlamento. «Sabíamos que Putin estaba loco, pero no que era un completo psicópata», comentó una kievita que traía comida y té caliente a los trabajadores.
«Putin perdió la guerra. El mundo está con Ucrania», reza un cartel en la capital ucraniana. Según el Departamento de Defensa de Estados Unidos, las fuerzas ucranianas lograron frenar el avance del convoy militar ruso destinado a asaltar Kiev. Además la defensa antiaérea ucraniana habría derribado un avión ruso S-30 en los límites de la capital. De cualquier forma, los efectos de la destrucción se hacen visibles en asentamientos urbanos como Borodyanka.
Civiles con licencia para matar
El Parlamento ucraniano retiró este jueves todas las restricciones al uso de armas de fuego por parte de civiles, que han recibido autorización para disparar contra los ocupantes rusos. El Legislativo también se dirigió a la comunidad internacional para que implante en Ucrania una zona de exclusión aérea y despliegue fuerzas de paz de la ONU.
«Vamos a reconstruir cada edificio, cada calle, cada ciudad, y le decimos a Rusia: aprendan la palabra ‘reparación'», aseguró por su parte Zelenski, prometiendo que será Moscú quien pague el costo. El mandatario ucraniano dijo que las tropas ucranianas causaron nueve mil bajas en las fuerzas rusas desde que empezó la invasión, un fuerte contraste con los 498 muertos informados por el Kremlin.
Este jueves, Acnur informó que más de dos millones de personas huyeron de Ucrania, un millón como desplazados internos y el resto como refugiados en los países vecinos. Más de la mitad de ellos cruzaron a Polonia. «Por el amor de Dios, protejan a los civiles y déjennos hacer nuestro trabajo», suplicó el coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths.
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Fuente: https://www.pagina12.com.ar/405538-rusia-intensifica-los-ataques-en-el-sur-y-el-este-de-ucrania