Los investigadores del caso de los carteles contra Cristina Fernández de Kirchner ya determinaron que los afiches se imprimieron en una empresa grande de Lanús, de alli salieron el viernes pasado para ser guardados en un domicilio de Morón, en la calle Juan José Paso, y de allí salieron los fijadores en la noche del domingo, en la camioneta Fiat Fiorino, para hacer la pegatina en la madrugada del lunes. Minutos más tarde, alguien llamó a los medios indicándoles los lugares donde se pegaron los afiches de feroz agravio a la vicepresidenta. En las próximas horas habrá datos sobre quién encargó el trabajo a la imprenta ya que alguien envió la película con el original para hacer la plancha con la que se hizo la impresión.

Como anticipó Página/12 hay tres causas judiciales en marcha a partir de las denuncias del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández; el ministerio público porteño, y el empresario José Pepe Albistur. Está claro que la operación tuvo como objetivo crear mayores enfrentamientos dentro del Frente de Todos y hasta incentivar algún tipo de violencia. En el entorno de CFK afirman que no se presentarán como querellantes y que no responderán a la agresión.

La investigación avanzó a pasos agigantados a lo largo del miércoles y el jueves. Hay varias cuestiones ya esclarecidas:

*La camioneta pertenece a una empresa que se llama Geovias, que está en situación de quiebra. Por eso habría entregado el vehículo como parte de pago de una deuda o una indemnización. Los titulares de Geovías no tendrian relación con lo ocurrido.

*A partir de las cámaras se determinó que la Fiorino entró a CABA desde la zona oeste y que tras la realización de la pegatina volvió hacia el oeste. Ahora está determinado el origen y el final del recorrido: una esquina de la calle Juan José Paso, en Morón. 

*La pegatina la hicieron fijadores contratados para la ocasión. No pertenecen a ninguna empresa. Les pagaron unos pesos para hacer el trabajo esa noche. Es la misma organización que, por ejemplo, cuando se realiza un festival en un barrio, pega carteles sin pagar derechos ni impuestos ni nada. Es una organización que funciona en negro obviamente. Se trata de punteros de algún barrio que reclutan dos o tres personas.

*Los carteles se imprimieron en una empresa de la zona sur. Por lo que se sabe, los dueños van a declarar en la justicia y sostienen que no tuvieron ninguna responsabilidad, que ni siquiera se enteraron de que se hizo ese trabajo en su imprenta. 

*En cualquier caso, la lógica indica que habrá un fuerte indicio de quién estuvo detrás de la operación, por cuanto alguien ordenó y alguien pagó el trabajo. Además, debieron entregar el original, que de por sí era una incitación a la violencia, con una foto de CFK y la leyenda Asesina. 

Parece evidente que en alguna de las tres causas judiciales que están a cargo del juez federal Daniel Rafecas, el fiscal Leonel Gómez Barbella, y el fiscal porteño Mauro Tereszko, habrá novedades durante este viernes. 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/412325-los-afiches-violentos-vinieron-desde-moron

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