Referentes de sindicatos, legisladores porteños y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora colocarán este jueves tres baldosas conmemorativas por el bombardeo del 16 de junio de 1955 sobre Plaza de Mayo, en memoria de las más de 300 personas asesinadas y miles de heridos en el intento de derrocar y matar al presidente Juan Domingo Perón.

A cumplirse 67 años del ataque perpetrado por aviones de la Marina y Fuerza Aérea en la zona de Plaza de Mayo, la mesa ‘No nos han vencido’ –integrada por ATE Capital, el sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento seccional Río de la Plata, legisladores porteños del Frente de Todos y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora– realizará el homenaje frente al edificio del ministerio de Economía, donde «todavía están las marcas de las bombas».

El secretario general del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento Seccional Río de la Plata, Martín Tomassini, informó que, a partir de las 12, se realizarán diversas actividades, y a las 12.40, que «es el horario en que cae la primera bomba, sonará una sirena fuerte y habrá una intervención», según precisó. Tomassini explicó que también se descubrirán tres plaquetas y luego sobre un escenario se desarrollará la actuación de artistas.

El cierre está previsto para las 14.30 y estará a cargo de Juan Carlos Schmid, secretario general del sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento; Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital; Alejandro Amor, legislador porteño del FDT y Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Tomassini convocó a todos los que quieran participar de esta actividad para «seguir trabajando y poniendo en visibilidad estas fechas que probablemente queden un poquito alejadas de la memoria colectiva y que tenemos que rescatar».

“La primera bomba cayó en la boca del subte, frente al Ministerio de Economía, a las 12.40”, dijo Liliana Bacalja a Página12 en 2006 cuando el Estado Nacional inició el trabajo de reconstrucción de las listas de muertos y de heridos. “Y cayó retrasada porque ese día había una gran neblina sobre Buenos Aires y el bombardeo estaba proyectado para hacerse a las 6 o 7 de la mañana, por eso se explica la gran cantidad de muertos que hubo: bombardean una ciudad abierta a la hora en la que la gente se está movilizando hacia sus trabajos o hacia su almuerzo. Como pasa hoy en día.” Liliana Bacalja era la hija de una de las pocas víctimas de las que se sabía algo más que un nombre. Su padre José Mariano murió bajo esa bomba, a la salida del subte. Era agente de policía, chofer de un comisario de la Federal e iba a hacerse cargo de una guardia. Normalmente hacía sus guardias en el Departamento Central, pero ese día cambió la rutina.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/429327-una-sirena-para-evocar-a-las-victimas

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