Un Twin Otter carreteaba en la pista de Campo de Mayo por las noches. Camionetas que llevaban personas moribundas se acercaban hasta la pista. Después, el silencio durante horas y, cuando regresaba el Twin Otter, un coche de los bomberos se aproximaba a maguerearlo para, de esa forma, borrar los rastros de sangre de un “vuelo fantasma”. Algunos exconscriptos recuerdan que al Twin Otter lo llamaban el “verdugo”, probablemente por su rol en la ejecución de los miles de personas que estaban secuestradas bajo la órbita del IV Cuerpo. Si bien dejó de pertenecer al Ejército argentino en 1983, ese avión –en el que se realizaron la mayoría de los vuelos de la muerte que partieron de Campo de Mayo durante 1976– aún sigue activo y en poder de una empresa de aviación canadiense, según pudo reconstruir Página/12.

Los Twin Otter son aviones de pasajeros de despegue y aterrizaje corto. No tienen un gran porte ni mucha capacidad: pueden llevar entre quince y 20 personas si se les sacan los asientos. Se usan, en general, para practicar paracaidismo o para hacer evacuaciones médicas. Tienen una particularidad: pueden desplegar sin puertas y lanzar “carga” en pleno vuelo. Para la dictadura genocida, esas características fueron fundamentales para la fase final del plan de exterminio: hacer desaparecer los cuerpos arrojándolos a las aguas del Río de La Plata o del Mar Argentino.

A partir de septiembre de 1968, el Batallón de Aviación de Ejército 601 –con asiento en Campo de Mayo– incorporó tres Twin Otter: el AE 258, el AE 259 y el AE 100. Este último llevaba esa numeración porque era la aeronave que, en ese entonces, trasladaba al comandante en jefe del Ejército. Con los años, el AE 100 pasó a ser el AE 106 y terminó destinado a la zona del IV Cuerpo de Ejército –que abarca, entre otros lugares, Bahía Blanca y Neuquén–. El AE 259 estuvo destinado a Córdoba, donde tenía su sede el III Cuerpo de Ejército. Ese avión se estrelló en enero de 1975 cuando trasladaba a la comandancia del III Cuerpo hacia Tucumán. Esa tragedia aérea postergó por algunas semanas la puesta en marcha del Operativo Independencia, el primer estadio del genocidio en la Argentina.

El tercer Twin Otter, el AE 258, estuvo en Campo de Mayo, uno de los principales núcleos de la represión durante los años del terrorismo de Estado. Lo confirmó, entre otros, el piloto retirado Carlos Martínez Junor al momento de declarar como testigo en un juicio en Neuquén. “Yo volé como piloto al mando del 258. No lo volé mucho, pero hice unos cuantos vuelos”, relató ante los tribunales neuquinos.

“Se probó que el AE 258 es el que efectivamente se utilizaba sobre todo en el ‘76 en Campo de Mayo”, le dijo a Página/12 el fiscal Marcelo García Berro, que –junto con su colega Mercedes Soiza Reilly– está a cargo de la acusación en el juicio por los llamados vuelos de la muerte ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de San Martín.

El AE 258 está desde hace casi 16 años en Canadá. Según un informe del Ejército al que accedió este diario, se encuentra en poder de la empresa Transwest Air, que en los últimos meses pasó a llamarse Rise Air. Localizar la nave podría ser fundamental para encontrar la documentación con los vuelos que realizó durante los años del terrorismo de Estado. Página/12 contactó a la compañía para consultar por el uso que se le estaba dando al ex AE 258 y por la existencia de esos papeles, pero no obtuvo respuesta.

El verdugo

Pedro hizo la conscripción en Campo de Mayo. Estuvo destinado a la compañía de Servicios. Su tarea principal era manejar un camión cisterna y abastecer con combustible a los aviones del Batallón de Aviación.

–¿Le cargaste combustible al verdugo?– le preguntó un suboficial refiriéndose al Twin Otter.

Cuando el fiscal García Berro le preguntó por qué le decían el “verdugo”, Pedro dijo no recordar. Desde el tribunal, le pidieron un ejercicio de memoria. Cuando declaró en instrucción en 2012, Pedro dijo que le decían el verdugo porque trasladaba prisioneros para ser arrojados al mar y que, para hacer la tarea más fácil. llevaba una puerta de lona.

El exconscripto Eduardo Bustos recuerda todavía cuando le dieron la orden de dejar pasar un celular que llevaba personas a bordo. Nadie lo registró y el camión –que podía ser de la Policía Federal o de la Policía Bonaerense– se encaminó hacia los hangares. Bustos también contó que en esa época solo había un Twin Otter operativo y recordó que los bomberos tenían que manguerearlo cuando volvía de los vuelos por los rastros de sangre. “Algunos de los muchachos comentaron que a ellos les hacían lavar los aviones que eran los Twin Otter”, declaró. Un relato similar había hecho en 1995 el sargento Víctor Ibáñez.

Juan Carlos Herrera también hizo la conscripción en Campo de Mayo. Él relató que el Twin Otter despegaba desde la pista de emergencia y que había camiones que llegaban hasta esa pista. Como a Bustos, a Herrera un día le tocó dejar pasar a una furgoneta que manejaba un hombre que se identificó como de “Coordinación Federal”, el centro clandestino ubicado en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. “Yo retrocedí para atrás del furgón por seguridad y ahí se abrió la puerta y bajó un señor con una pistola en la mano, se la puso en la cintura. Yo alcancé a ver gente que estaba encadenada atrás y ahí me pegaron el grito para que los dejara pasar”, describió ante el TOF 2 de San Martín.

De acuerdo con los relatos de los conscriptos, desde Campo de Mayo podrían haber partido vuelos de la muerte con personas que estaban detenidas en otros centros clandestinos más allá de los que funcionaban en esa guarnición.

EL AE 258 se reconvirtió en Canadá y es operado por Transwest Air, actualmente denominada Rise Air.

En Canadá

En junio de 1971, el AE 258 sufrió un accidente: mientras iba desde Comodoro Rivadavia hasta Espora se le congelaron las alas y las hélices a la altura del Golfo Nuevo. Por un tiempo quedó fuera de servicio. En el Ejército no se sabe cuando lo repararon, pero sí que fue antes del golpe de Estado, ya que se encontró un registro que muestra que el 22 de febrero de 1975 fue hasta Tucumán y volvió en el día. Para entonces, el Operativo Independencia ya estaba en marcha.

Martínez Junor –que se retiró en 1977– dijo que el avión estuvo en Campo de Mayo y los conscriptos hablan de un Twin Otter, que no podría ser otro más que el 258. En febrero de 1977, el Batallón de Aviación sumó los aviones Fiat G-222, a los que los soldados llamaban “Herculitos” por ser una versión más pequeña que un Hércules. Martínez Junor, de hecho, fue parte de la comitiva que fue a buscar los aviones Fiat a Italia junto con el comandante del Oscar Luis Jofre y con Delsis Malacalza –uno de los cinco imputados en el juicio de los vuelos–.

El AE 258 pasó a YPF en enero de 1983. En mayo de 1995, comenzó a ser operado por Transportes Aéreos Petroleros SA (TAPSA) y, dos años después, lo compró Sky High SA, un centro educacional de paracaidismo argentino. En mayo de 2006 lo vendieron a la empresa canadiense Maji Aviation Inc y pasó a tener la matrícula C-FGLF. Al año siguiente, lo compró Transwest Air Limited –actualmente Rise Air– según los registros canadienses.

“El juicio fue muy importante para esclarecer la verdad de los hechos y para que aparecieran datos como estos”, evaluó Soiza Reilly. “El entrecruzamiento de información que nos llevó a saber que el AE 258 fue el que se usó en los vuelos de la muerte de Campo de Mayo se hizo gracias al juicio, que también nos permitió llegar hasta los aviones Fiat –que estaban derruidos en un batallón de aviación pero aún están. Ésa es la importancia de los juicios”, agregó la integrante de la fiscalía, que ya en 2017 logró la condena por los vuelos que se hicieron con detenidos de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

“Ésta es la primera oportunidad que tenemos de juzgar a la Aviación de Ejército y esta forma de deshacerse de los secuestrados. Esto tendrá que dar pie a una investigación no solo de las estructuras –como en este juicio– sino fundamentalmente de los pilotos”, completó García Berro.

Como los Skyvan de la ESMA

El Twin Otter no es el primer avión que se utilizó para eliminar a prisioneros políticos que no se encuentra en el país. Lo mismo sucedió con los Skyvan que la Armada Argentina empleaba para tirar a las aguas a sus secuestrados. Uno de ellos fue localizado en Florida por la periodista Miriam Lewin –también sobreviviente de ese campo de concentración– y fue clave para la condena que en 2017 dictó el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de la Ciudad de Buenos Aires.

Actualmente, en San Martín, se juzga a la plana mayor del Batallón de Aviación de Ejército 601. Solo en Campo de Mayo se estimaba que hubo 5000 hombres y mujeres secuestrados durante la última dictadura. En el banquillo están Luis del Valle Arce, Delsis Malacalza, Eduardo Lance y Horacio Conditi –que podría quedar fuera del proceso según lo que trascendió de los estudios médicos pedidos por su defensa–. También está el excomandante de Institutos Militares Santiago Omar Riveros.

El juicio contempla lo sucedido con cuatro víctimas, que fueron secuestradas entre 1976 y 1977 y cuyos cuerpos aparecieron: Rosa Novillo Corvalán, Juan Carlos Rosace, Adrián Accrescimbeni y Roberto Ramón Arancibia. La fiscalía –representada por Marcelo García Berro y Mercedes Soiza Reilly– comenzó a alegar el lunes pasado. Se espera que para mitad de año el juicio –que comenzó en octubre de 2020– haya concluido.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/409331-una-avion-de-la-muerte-sigue-volando-en-canada

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