Las fuerzas ucranianas aseguraron el lunes que temen la caída inminente de Mariupol, una ciudad estratégica en el sudeste del país asediada desde hace más de 40 días por el Ejército ruso, y cuyo puerto estaría ya ocupado según los separatistas prorrusos. Autoridades de Ucrania dicen que hasta diez mil personas podrían haber muerto luego de más de 40 días de asedio y bombardeos rusos a esta ciudad situada a orillas del mar de Azov, y que varios cuerpos siguen tirados en las calles. Mientras tanto el canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró que la operación especial de Rusia en Ucrania está destinada a poner fin a «la expansión temeraria y al curso imprudente de la dominación total de Estados Unidos y el resto de los países occidentales».

«Las tropas rusas pasarán a una ofensiva aún más grande en el este de nuestro país. Pueden utilizar contra nosotros más misiles y más bombas aéreas, pero nosotros nos estamos preparando para esas acciones y vamos a responder«, señaló el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. «Vemos la concentración de tropas y de equipos en el este y el sur de nuestro país. Sabemos qué es lo que quieren hacer y entendemos que de la velocidad del envío de ayuda, sobre todo la de Estados Unidos, dependerá si podremos resistir o no», dijo el mandatario en una entrevista a la cadena CNN.

El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Denis Pushilin, confirmó las palabras de Zelenski sobre un recrudecimiento próximo en el campo de batalla en el este de Ucrania. «Respecto al puerto de Mariupol, está ahora bajo nuestro control», declaró Pushilin a la televisión pública rusa. Rusia lleva semanas asediando Mariupol, cuya captura les permitiría consolidar sus conquistas territoriales en la franja costera a lo largo del mar de Azov, conectando así las dos provincias que forman el Donbass (Lugansk y Donetsk) con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

Analistas especulan con que Putin se quiere asegurar una victoria en el Donbass antes del desfile militar del nueve de mayo en la Plaza Roja, que marca la victoria soviética sobre los nazis. «La batalla por el Donbass durará varios días», alertó en Facebook Serguei Gaidai, gobernador de Lugansk, llamando nuevamente a los civiles a abandonar la zona. Según Gaidai, «el escenario de Mariupol se puede repetir en Lugansk».

En tanto la región de Jarkov, una de las más castigadas en el este del país por las hostilidades de la campaña militar rusa, habría sido bombardeada en 66 ocasiones en las últimas 24 horas en unos ataques que causaron al menos 11 muertos y 14 heridos. Así lo anunció el jefe de la Administración Militar Regional, Oleg Siniegubov, quien agregó que los ataques incluyeron bombardeos con artillería, morteros y sistemas lanzacohetes múltiples rusos.

En Rusia, el ministerio de Defensa dijo que había destruido varios sistemas de defensa antiaéreos en provincias del este y sur de Ucrania vecinas o cercanas al Donbass que, según el gobierno ucraniano, son clave para resistir la operación militar rusa. En uno de los ataques, Moscú dijo que alcanzó cuatro lanzaderas de misiles S-300 cerca de la ciudad de Dnipro que habían sido suministardas a Ucrania por un país europeo al que no mencionó.

Lavrov contra la «dominación total» de EEUU

Este lunes el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró que su país no detendrá la operación militar en Ucrania para las siguientes rondas de conversaciones de paz. «Nuestra operación militar especial está destinada a poner fin a la expansión temeraria y al curso imprudente de la dominación total de Estados Unidos y, bajo ella, del resto de los países occidentales. Una dominación que se construye en flagrante violación del derecho internacional, según unas reglas que solo ahora repiten y que desarrollan de forma puntual», dijo Lavrov en una entrevista con Russia 24.

El canciller ruso, además, condenó las declaraciones del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, de que no existe alternativa a una solución militar del conflicto en Ucrania. «Se trata de una reacción personal acumulada, o bien de un lapsus o bien que hizo pública una cosa que nadie le encomendó divulgar. Pero se trata de una declaración inaudita, por supuesto», planteó Lavrov.

En el plano diplomático Zelenski llamó a los países occidentales a «seguir el ejemplo del Reino Unido», cuyo primer ministro Boris Johnson realizó una visita sorpresa a Ucrania el sábado, y les pidió que impongan «un embargo total a los hidrocarburos rusos». Reunidos en Luxemburgo, los cancilleres de la Unión Europea estudiaron este lunes un sexto paquete de sanciones contra Moscú, que sin embargo no afectará las compras de petróleo y gas. 

Mientras tanto, el éxodo de empresas occidentales de Rusia continúa. Este lunes, el banco francés Societé Générale se sumó a la lista de compañías que anunciaron el cese de sus actividades en el país desde la invasión de Ucrania. Pocas horas después, el fabricante sueco de equipamiento para telecomunicaciones Ericsson anunció que suspendía sus actividades en Rusia, donde abastece a dos de los principales operadores de telefonía móvil.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/414654-ucrania-teme-una-inminente-caida-de-mariupol-antes-de-la-gra