Anunciado el acuerdo con el FMI para refinanciar el endeudamiento millonario de la gestión macrista, la pelota pasó ahora al Congreso de la Nación. Luego de días febriles de negociaciones a contrarreloj, el presidente Alberto Fernández hizo finalmente el anuncio y abrió la puerta para la siguiente etapa: lograr que el acuerdo sea aprobado en ambas cámaras con el mayor respaldo político posible. En Juntos Por el Cambio, la primera reacción fue señalar como «positivo» que el gobierno nacional hubiera eludido un default. Si bien las autoridades de la coalición opositora pidieron aguardar hasta conocer la «letra chica», varios referentes (especialmente del radicalismo) fueron anticipando su respaldo a lo largo del día. En el Frente de Todos, mientras tanto, hay mayor incertidumbre. Si bien la gran mayoría salió a respaldar el anuncio presidencial, un grupo de diputades que representan a los movimientos sociales manifestaron su rechazo a pagarle al Fondo. Las conversaciones, sin embargo, recién comienzan y se espera que para finales de febrero el proyecto comience a ser debatido en el Parlamento.
«Tengo confianza en la Argentina y en las líneas generales de este acuerdo que elevaré al Congreso de la Nación para su consideración. Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas», sostuvo el presidente Alberto Fernández desde Olivos al anunciar el nuevo acuerdo con el FMI. Hace un año, la Cámara de Diputados sancionó la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que establece que todos los futuros acuerdos con organismos internacionales deben ser aprobados sí o sí por el Congreso. Esta ley, que fue impulsada por el oficialismo con el objetivo de evitar otra crisis de deuda como la que generó el préstamo de 44 mil millones de dólares, será puesta en práctica por primera vez, justamente, para refinanciar la deuda que tomó el macrismo.
El primer paso será transcribir la letra del acuerdo a un proyecto de ley que se presentará en el Congreso. Según explicó Martín Guzmán, aún falta terminar de definir con el staff del Fondo los detalles del memorándum de entendimiento que, a su vez, deberá ser aprobado por el board del organismo multilateral. «Eso va a llevar varias semanas», advirtió el ministro de Economía. El gobierno, sin embargo, espera poder aprobar el proyecto antes del 21 de marzo (fecha en la que el país tendría que pagar un nuevo vencimiento de casi 3 mil millones de dólares). Si bien aún no se ha definido la cámara de origen, en Diputados el oficialismo tiene la expectativa de poder comenzar a tratarlo en febrero durante las sesiones extraordinarias. «El temario es un punto de partida y el gobierno puede ampliarlo en cualquier momento», vienen advirtiendo desde el FdT hace ya varios días, anticipando un futuro acuerdo. La posibilidad de trabajarlo en comisión a fines de febrero dependerá, en última instancia, de si el Ministerio de Economía logra terminar el proyecto en las próximas dos semanas.
Tablero de posiciones
A lo largo del viernes, diferentes legisladores del oficialismo y la oposición fueron manifestando su respaldo. «El acuerdo con el FMI es una muy buena noticia para el país. Frente al problema de la deuda heredada se brinda una solución que genera confianza. Pudimos defender nuestra prioridad que es la reactivación económica, lo que permite seguir el camino de recuperación y crecimiento», destacó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien fue reconocido por Guzmán (junto a la vicepresidenta Cristina Fernández) por su «apoyo» en las negociaciones. «El Gobierno heredó una situación de endeudamiento insostenible e inviable. En ese marco, el acuerdo con el FMI puede considerarse aceptable. Desde luego que no hay nada para festejar, excepto que se explicita un camino para comenzar a salir del atolladero en que nos metió el Gobierno de Cambiemos», declaró, en una línea similar, el diputado Carlos Heller. Si bien ninguna de las figuras del FdT estaba de ánimo para celebrar un acuerdo con el Fondo, se respiraba alivio en una parte del oficialismo.
Internamente, sin embargo, el Frente de Todos presenta fisuras. El Frente Patria Grande, por ejemplo, presentó un comunicado titulado «La deuda sigue siendo con el pueblo» en el que rechazaban el acuerdo con el FMI. La organización, que forma parte del FdT, cuenta con tres diputades –Federico Fagioli, Itai Hagman y Natalia Zaracho– que, en principio, tienen planeado abstenerse en la votación. Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, también representantes de organizaciones sociales, sostuvieron una postura similar.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores, por su parte, anunció su firme rechazo. «Se acaba de legitimar la estafa del gobierno macrista», denunció la diputada Myriam Bregman, que cuenta con otres tres compañeres de bloque. En la vereda de enfrente, y por motivos muy diferentes, el liberal de extrema derecha José Luis Espert también se pronunció en contra, aunque en su caso porque consideraba que el ajuste no era lo suficientemente grande.
Juntos Por el Cambio, mientras tanto, emitió un comunicado en el que consideraba «positivo» el entendimiento con el Fondo Monetario, pero que había que esperar a conocer los «detalles definitivos» del acuerdo. Si bien hubo críticas insólitas por la demora en llegar a un acuerdo, predominó un apoyo implícito. Incluso de figuras como Patricia Bullrich o Mauricio Macri (que firmaron el comunicado).
Por otro lado, representantes de varias fuerzas provinciales, como el Partido Socialista o Córdoba Federal, también manifestaron su apoyo y compromiso a «no obstaculizar el debate». En el caso de los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, estos se abstendrán en la votación, pero el resto de quienes integran el interbloque Federal aún están debatiendo qué hacer.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/398428-se-viene-un-largo-y-caliente-debate