Movilización antivacunas con epicentro en París

Francia afronta este sábado una movilización antivacunas con epicentro en París. La policía blindó los accesos a la capital para frenar el avance de quienes se oponen al certificado de vacunación, y que acamparon en las afueras de la Ciudad Luz.

Algo más de 7 mil policías y gendarmes «se desplegaron para hacer respetar las prohibiciones de las caravanas de vehículos», según indicaron las autoridades, que además dispusieron el uso de vehículos blindados de la gendarmería, algo que no ocurría desde las manifestaciones de los chalecos amarillos a finales de 2018. El primer ministro Jean Castex prometió ser inflexible ante este movimiento: «Si bloquean la circulación o intentan bloquear la capital, hay que ser muy firme».

El movimiento antivacunas francés en la calle es una réplica de las protestas en Canadá. Allí, miles de personas contrarias a las normas de vacunación del gobierno de Justin Trudeau han paralizado Ottawa, la ciudad capital. 

El presidente Emmanuel Macron pidió «una mayor calma» en una entrevista al diario Ouest-France. «Estamos todos colectivamente cansados por lo que vivimos desde hace dos años. Esta fatiga se expresa de distintas formas: desesperación en unos, depresión en otros», expresó el presidente galo. «Vemos un sufrimiento mental muy fuerte, en jóvenes y no tan jóvenes. Y a veces esta fatiga se traduce en cólera. Lo entiendo y lo respeto», añadió.

La policía calculó el viernes que son unos 3300 los vehículos unidos a diferentes marchas. Es una acción «de una magnitud fenomenal», afirmó un coordinador de la protesta, que se produce cuando faltan dos meses para las elecciones presidenciales. 

Los manifestantes exigen la retirada del certificado de vacunas, que solo permite a las personas inmunizadas entrar en restaurantes, cines y otros y que el gobierno dice que pretende suprimir para abril.

La protesta en Canadá

El bautizado «Convoy de la libertad» canadiense comenzó a finales de enero en el oeste del país, a raíz de la ira de camioneros que debían vacunarse contra la Covid-19, testearse o aislarse para poder cruzar la frontera con Estados Unidos.

Mientras que una gran mayoría de los camioneros del país están inoculados, un grupo de antivacunas y camioneros afines bloquearon el centro de la capital Ottawa, con una protesta ruidosa en las últimas dos semanas.

El movimiento se convirtió en una protesta mucho más amplia en contra de las normativas sanitarias contra la pandemia y, asimismo, contra el gobierno del primer ministro Trudeau.

Además de protestar cerca del Parlamento, durante la última semana bloquearon tres importantes pasos fronterizos con Estados Unidos, entre ellos el puente Ambassador en Detroit, usado diariamente por más de 40 mil viajeros y camiones con mercancía valorada en 323 millones de dólares en promedio.

La provincia de Ontario, epicentro de las protestas, declaró el viernes el estado de emergencia y Trudeau apuntó que «todo está sobre la mesa porque hay que parar esta actividad ilegal».

Marchas en Oceanía, Bélgica y Austria

Mientras, una marcha similar se realizó en estas horas en Canberra, capital de Australia, donde los manifestantes se concentraron delante del Parlamento. Los manifestantes, incluyendo niños, exhibieron pancartas con mensajes como «Lucha por tu libertad y tus derechos» y «No a las drogas impuestas», con un dibujo de una jeringa.

La Policía estimó que se congregaron cerca de 10 mil manifestantes y que en general mostraron un «buen comportamiento», aunque hubo tres detenciones. Un 94 por ciento de las personas de más de 16 años en Australia tienen al menos dos dosis de vacunas contra el coronavirus, según las autoridades, al graficar que la protesta expresa a un grupo minoritario.

Una protesta del mismo tenor se vive en Nueva Zelanda, donde activistas acumulan cuatro días acampando en los jardines del Parlamento de Wellington.

En Bélgica, las autoridades belgas también dijeron que prohibirían las caravanas que fueron anunciadas para el lunes en Bruselas, en respuesta a una convocatoria por redes sociales. 

En tanto, la policía de Austria anunció que vetará cualquier intento de movilización similar, tras reportes de que varios cientos de vehículos iban a converger, de igual forma, en Viena y cerca de un importante parque público en la capital austríaca.