El presidente Alberto Fernández inauguró el III Foro Mundial de Derechos Humanos, en el contexto de los 40 años de democracia ininterrumpida que vive la Argentina. Será una semana intensa de trabajo en comisiones y que se cerrará el viernes 24, cuando se cumpla el aniversario número 47 del comienzo de la última dictadura cívico militar. Fernández habló en el CCK rodeado de expresidentes de la región; representantes de los derechos humanos; ministros –entre ellos el del Interior y nieto recuperado, Eduardo Wado de Pedro, que se sentó en primera fila– y, de otras figuras del sindicalismo y los movimientos sociales. El martes será el turno de la vicepresidenta, que dará una charla denominada «Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia». Cristina Fernández fue mencionada en todos los discursos. «El neoliberalismo está atentando ahora mismo contra los pilares de la vida común. Lo vimos en Bolivia con Evo Morales, en Brasil con Lula Da Silva, en Ecuador con el expresidente Rafael Correa y lo vemos en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner», señaló el Presidente. Luego, añadió que «las democracias crujen frente a los poderes concentrados» y recordó que el «único poder que no se ha reformado en 40 años es el judicial».

El discurso del mandatario, que fue leído, fue el último de la inauguración del Foro. En la mesa estuvo flanqueado por Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, el secretario de Derechos Humanos y nieto recuperado, Horacio Pietragalla Corti y por la directora Ejecutiva del CIPDH-UNESCO, Fernanda Gil Lozano. Antes de eso Fernández estuvo en Casa Rosada con los integrantes del Grupo de Puebla. Se hicieron presentes en el salón de los Pueblos Originarios Morales, Correa, el expresidente de Colombia, Ernesto Samper, el de España, José Luis Rodríguez Zapatero, el jurista Baltasar Garzón y el exdiputado chileno, Marco Enríquez-Ominami, entre otros. Todos serán parte del tercer Foro que, en esta edición, contará con 1200 actividades y con la participación de 98 países. 

Fernández comenzó su alocución diciendo que lo ponía «muy feliz», que la semana que culminará con el 24 de marzo arranque con la inauguración del foro. El viernes el Presidente no estará en la Argentina porque partirá rumbo a República Dominicana, donde participará de la cumbre Iberoamericana. Ese día se hará en Plaza de Mayo una gran movilización en la que, este año, el kirchnerismo pedirá por el levantamiento de la proscripción de CFK y cuestionará al Poder Judicial. Ese fue y será el eje central de este foro. El Presidente recordó que la Argentina tiene «un linaje de lucha y defensa de los ddhh», y reiteró su compromiso por encontrar los cuerpos de los detenidos- desaparecidos de la última dictadura que aún falta encontrar. «Exigimos que los represores digan dónde están los compañeros y que lo digan ahora», exclamó. El jueves, el mandatario participará de una actividad en Campo de Mayo, donde comenzarán las obras del espacio para la memoria que se construirá allí.

En otro tramo de su discurso, Fernández cuestionó al Poder Judicial al decir que «el poder judicial argentino está siendo laxo con las condenas de los genocidas. Cada represor juzgado debe cumplir su condena en una cárcel común». Fue entonces que recordó que, en 40 años de democracia, se han reformado las instituciones, pero aún queda pendiente la reforma del poder judicial. «Tenemos una sociedad que pide que el Poder Judicial deje de actuar como el brazo ejecutor de los poderes fácticos«, remarcó. Para Fernández «los poderes corporativos son la rémora de las dictaduras», y advirtió que «la democracia no va a estar completa hasta que hagamos las transformaciones que tenemos que hacer. Hagamos una gran gesta democrática por la igualdad», propuso.

Por último, advirtió que «hoy el riesgo son los factores del poder real» y señaló que «debemos lograr que las democracias sean efectivas. Pido que nos encontremos por la redistribución de la riqueza y que corramos los límites de lo posible. Los convoco a un acto de desobediencia en nombre de la vida, en contra de la resignación, del desánimo y de los destinos inalterables. Sabemos que el viaje es largo, pero también sabemos que mañana es mejor», finalizó al utilizar una frase del músico Luis Alberto Spineta, que ya había mencionado en discursos anteriores.

El primero en hablar fue Pietragalla Corti que recordó a Néstor Kirchner y dijo que antes de él eran pocos los que acompañaban a las Madres y Abuelas. Luego, se dedicó a cuestionar al Poder Judicial: «Venimos denunciando el lawfare en nuestros países es la manera de intervenir las elecciones y el voto. Los pueblos eligen a un proyecto político y ese proyecto no se puede llevar adelante por la intervención del poder judicial. Además, intervienen porque buscan constantemente estigmatizar y proscribir a los candidatos que pueden llevar  adelante los sueños de nuestro país y de latinoamérica», puntualizó.

Pérez Esquivel comenzó su discurso pidiendo que suban las luces para ver las caras del público. «Vivimos tanto en tinieblas que necesitamos de la luz. Si no nos vemos no podemos construir una vida mejor, no podemos construir la paz ni trabajar en los derechos humanos», reflexionó. Luego, fue directo y sin rodeos: «Están en peligro los derechos humanos», lanzó y dijo que es urgente pasar de una democracia delegativa a una participativa. Él también se tomó varios minutos para cuestionar al Poder Judicial. «Es necesaria una reforma», dijo tajante y la sala explotó en aplausos. «No podemos seguir con jueces cómplices. Ahí se nos van las conquistas«, agregó y cuestionó el golpe de Estado en Perú. Al finalizar, ese reclamo también se hizo desde el público, cuando un participante del encuentro se levantó de su silla y pidió a Fernández a los gritos que se pronuncie al respecto.

Para cerrar su alocución, el premio Nobel de la Paz dijo que es necesaria la «rebeldía cultural», y cuestionó «toda la campaña que están haciendo contra Cristina». El Presidente aplaudía mientras Pérez Esquivel afirmaba: «Como decían en el Mayo Francés, hay que ser realistas y pedir lo imposible», concluyó. Antes de los discursos hubo un show musical, en el que tocaron reconocidos artistas como  y Kevin Johansen, y que cerró con León Gieco. 

Con su pañuelo en la cabeza y su bastón apoyado a un costado de la mesa, Taty Almeida se pronunció con serenidad: «A 40 años de democracia lo que tenemos que hacer es cuidarla y sostenerla, porque costó mucha sangre llegar hasta acá». Más adelante, añadió «también tenemos que exigir una democracia sin presos políticos», el Presidente fue el único que no se fundió en el aplauso. Además, pidió «un poder sin mafia judicial», y dijo que «no puede ser que en el partido judicial no sigan investigando el atentado contra nuestra querida vicepresidenta». Por último felicitó a Fernández por la decisión de presentar en el Congreso el pedido de juicio político contra la Corte Suprema». El encuentro terminó con Taty Almeida parada con el micrófono en mano al grito de «30 mil compañeros detenidos desaparecidos: presentes. Ahora y siempre».

Los expresidentes y CFK

La vicepresidenta será la protagonista de la jornada de este martes, pero por más que no estuvo presente, este lunes también lo fue. Los expresidentes que pasaron por Casa Rosada hablaron de ella. «Me impactó mucho», dijo Rodríguez Zapatero sobre el intento de magnicidio. Luego, agregó que «siempre que hay un atentado, siempre que la política se expresa con violencia, hay que estar preocupados y reaccionar». El ecuatoriano  Correa adelantó que el laftware es un «arma para lograr, por medio de la manipulación jurídica, del abuso y de la destrucción del derecho». «Por la mañana hablaremos de eso y por la tarde tendremos un homenaje de solidaridad, de cariño, de gratitud, de admiración, hacia la vicepresidenta, CFK, sobre todo después del atentado que recibió en septiembre. Está viva por milagro», reflexionó.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/533458-las-democracias-crujen-frente-a-los-poderes-concentrados