El Consejo de la Magistratura sigue empantanado por la interna de la oposición (UCR versus PRO) a la que se suman tironeos entre los representantes del sector de los jueces/zas. El presidente del organismo, Horacio Rosatti, les reclamó a las y los consejeros que se pongan de acuerdo de una vez en el reparto de los lugares y las presidencias de las comisiones, que se votarán en el plenario de la semana que viene. Lo único que quedó en limpio de la reunión a puertas cerradas que se hizo este jueves es un borrador de reglamento para el “comité” que se ocupará de clasificar las denuncias contra magistrados/as (si son potenciales casos de juicio político) y que en la próxima sesión no se votarán las ternas para ninguno de los cargos vacantes en Comodoro Py, entre ellas las de los reemplazantes de Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi en la Cámara Federal, designados por Mauricio Macri a dedo, por el mecanismo de traslado. El juez supremo pidió al cuerpo que al menos aprueben concursos que no arrastren controversias internas. 

En el Consejo ya veían venir los efectos de pelea entre Macri y el jefe del radicalismo, Gerardo Morales, que explotó a raíz de que el expresidente señaló a Hipólito Yrigoyen como uno de los «primeros impulsores del populismo». Aunque parece haber bajado un poco la tensión en el plano nacional, en el organismo que elige y sanciona jueces el enfrentamiento entre radicales y macristas no parece ceder demasiado. La situación, así dada, es funcional al interés opositor, en especial de no avanzar en cuestiones claves, como la aprobación de ternas para cargos sensibles en los tribunales federales, en especial en los de Retiro. A la reunión de «coordinación» de este jueves, que no fue pública, faltaron algunos miembros del organismo, incluso entre esas ausencias en algunos casos la razón fue una dosis de hartazgo por la falta de definiciones. Las ausencias fueron de el senador Mariano Recalde (Frente de Todos), el juez Juan Manuel Culotta, la senadora radical Silvia Giacoppo y la diputada peronista Graciela Camaño. 

Por lo pronto, dentro de Juntos por el Cambio y el grupo de jueces aliados no hay acuerdos aún sobre el reparto de lugares, en especial de presidencias de las comisiones, que son cinco (Selección, Disciplina, Acusación, Administración y Reglamentación), así como la vicepresidencia del propio Consejo. Para secundar a Rosatti hay al menos tres aspirantes visibles: el abogado Carlos Matterson, el juez Culotta y el académico Diego Molea, aunque otra opción para este último es la liderar la comisión de Selección. El problema es que la negociación es intrincada y está atada a acuerdos por otros lugares. 

Para encabezar las comisiones, la tradición es que la cabezas se repartan en forma equitativa entre los dos grandes bloques (oficialismo y oposición). Un pacto que habían hecho en el organismo es que se daría prioridad a las mujeres. El macrismo/larretismo/radicalismo tiene nueve representantes y casi todos aspiran a quedarse con algún lugar que les de una cuota de poder, pero no hay para todos y todas. La comisión de Selección, como ya informó este diario, es la más codiciada, porque allí se definen candidatos y candidatas con más chances a la toga. La de Selección la quiere la diputada radical Roxana Reyes. Pero el diputado macrista Pablo Tonelli solo estaría dispuesto a dejar esa comisión si lo dejan presidir Acusación. Sin embargo, la senadora Giacoppo aspira a ese lugar también o a dirigir Disciplina. Como sea, el oficialismo no le va a dejar esos dos lugares a la oposición. Los jueces, que son cuatro, quieren estar todos en selección, pero allí hay tres lugares para magistrados/as. La lógica es que haya uno por cada lista de la Asociación de Magistrados: por la Celeste está Alberto Lugones, que funcionó todo este tiempo alineado con el oficialismo político, por Compromiso Judicial, Culotta, y por la lista Bordó, están Ricardo Recondo y Agustina Díaz Cordero. Los tres últimos son opositores.  

Para el plenario del jueves que viene ya hay un temario confeccionado, que incluye la integración de comisiones y la votación de autoridades. Tonelli estuvo diciendo entre algunos consejeros que si no se ponían de acuerdo iba a decidir Rosatti. Lo cierto es que si llegan al plenario sin que cambie el escenario actual, la elección va a ser complicada. 

El orden del día incluye la votación de las ternas para diez concursos, pero ninguno de ellos es para los lugares más disputados, que son tres juzgado federales de Comodoro Py, dos lugares en la Cámara Federal  y seis en los tribunales orales del mismo edificio. Son casi los únicos que le importa obstaculizar a la oposición. Quieren el control de esos cargos, por donde pasan las principales causas contra exfuncionarios de Juntos por el Cambio e incluso Macri. La mayoría de los expedientes contra el kirchnerismo ya pasaron por tribunales orales y están en las máximas instancias. La preocupación opositora son ellos mismos. El caso de Bruglia y Bertuzzi el más polémico en la demora porque la Corte Suprema, con el voto del propio Rosatti, ya dijo que no podían permanecer «trasladados» como camaristas para siempre. El concurso ya terminó, las ternas están armadas pero los radicales y el PRO no las quieren. Incluso Tonelli buscó como fuera meter a Bertuzzi en la terna, pese a que tuvo baja calificación. 

El dúo Bruglia-Bertuzzi, por ejemplo, tiene que revisar el procesamiento de Macri por el espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Bertuzzi fue, junto con el camarista Mariano Llorens, autor de la teoría de los espías cuentapropistas en la causa más grande sobre espionaje durante el gobierno de Cambiemos. Los tres acaban de firmar juntos una sentencia que es una demostración de poder y una provocación: ordenaron reabrir una investigación contra exintegrantes de Montoneros por el atentado con una bomba en la Superitendencia de Seguridad Federal en 1976. La decisión respalda el reclamo de un represor y de organizaciones que defienden el terrorismo de estado e intentan reinstalar la teoría de los dos demonios. Lo concreto es que por ahora no hay indicios de que Bruglia y Bertuzzi vayan a ser reemplazados. 

La lista de ternas para aprobar el jueves próximo son las que llegan con decisiones unánimes de la vieja Comisión de Selección e incluyen vacantes en: Formosa, Puerto Iguazú, Posadas, Santiago del Estero, Tucumán, San Martín, en el fuero Civil y Comercial, en el Civil, en el Trabajo y en el de Menores. Hubo quienes, como la abogada macrista Jimena de la Torre, se opusieron a aprobar ternas con el argumento de su desginación reciente (a raíz del cambio en la composición del Consejo derivado del fallo de la Corte que invalidó la composición anterior) por lo que alega no conocer los dictámenes. La intención opositora es demorar los nombramientos que más les interesan pero tener el control de todo. Pero se descartó una vuelta del debate a comisión. 

También se votarán la integración y las reglas para el «comité de giro» que clasificará las denuncias contra jueces y juezas. La conformarán los/las presidentes/as de Disciplina y Acusación, y para desempatar intervendrían vicepresidentes. El criterio será el establecido por la ley 24.937 y el artículo 53 de la Constitución de donde surgen como causales de remoción el mal desempeño (esto incluye desconocimiento del derecho, incumplimiento de la Constitución y otras leyes, negligencia grave, arbitrariedad, desórdenes de conductas personales, abandono de funciones, la reiteración de sanciones) y la comisión de delitos. El resto serán faltas disciplinarias. Todos los expedientes anteriores ingresarían por la Comisión de Disciplina.  

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/428214-la-oportuna-interna-entre-el-pro-y-la-ucr-frena-al-consejo-d