Desde Jujuy, Juan Grabois lanzó oficialmente su candidatura presidencial. «Vine a iniciar la campaña en el lugar donde funciona el laboratorio de un nuevo neoliberalismo represivo que quiere secuestrar a la Argentina, terminar de convertirla en colonia y exprimirla», anunció el líder de Patria Grande, formalizando así el inicio de la competencia interna que lo tendrá rivalizando con el candidato de «unidad» de Unión por la Patria, Sergio Massa. 

La elección de Jujuy como kilómetro cero de su campaña no era aleatoria: no solo servía para identificar el modelo represivo de Gerardo Morales como la antítesis de su proyecto político, sino que le permitía subrayar las diferencias que tiene con su competidor. «Es lamentable que mi contrincante interno no haya repudiado el accionar de Morales, tal vez por una relación de larga data», provocó, desplegando así lo que será una de las estrategias de campaña de Patria Grande de cara a las PASO: diferenciación sin (demasiada) agresión, propuestas programáticas sin (demasiado) golpe bajo. 

La frase se repite casi como un mantra en las filas de «Justa y soberana», la lista con la que Grabois competirá en la interna de UP junto a la socióloga Paula Abal Medina. En San Salvador de Jujuy, ciudad que terminó eligiendo para dar inicio a su campaña presidencial, Grabois repetirá lo mismo y admitirá, en tono confidencial, que sabe que «tienen la cancha inclinada» y que Massa «tiene recursos superiores a los nuestros». «Pero sabemos que más allá de la primaria hay una batalla más importante, una contradicción esencial sobre el país que no le queremos dejar a nuestros pibes y pibas», agregará y, ya en tono de candidato, dirá: «Porque no quiero que el país que les dejemos se parezca a Jujuy. No quiero un país de secuestros, de autos sin patentes que se llevan gente en la calle, un país donde oficialismo y oposición son una misma empresa comercial que se reparte poder y dinero». 

Juan XXIII

Como gran parte de la dirigencia peronista, Juan Grabois se enteró el viernes a la noche de que la fórmula de unidad de UP sería Sergio Massa – Agustín Rossi. Solo unas horas antes había renunciado a su propia candidatura en pos de respaldar la de «Wado» de Pedro, el «Plan A» de la organización, y la noticia de que el candidato finalmente sería Massa generó tal furia que, por unas horas, se especuló con que Patria Grande rompería con la coalición oficialista. Finalmente, luego de una conversación entre Grabois y Cristina Fernández de Kirchner, se terminaría confirmando que, por mas candidato de «unidad» que fuera Massa, terminaría habiendo PASO en UP y Grabois sería uno de los competidores. 

Fue todo una decisión política de CFK y así lo reconocen en el armado de campaña de Grabois. Primero que nada, en solo unas horas, el dirigente de la UTEP terminó consiguiendo lo que Daniel Scioli, tras semanas de peleas y negociaciones, nunca pudo:  que la Junta Electoral partidaria lo habilitara a participar de la PASO sin necesidad de tener que presentar listas propias para el resto de los cargos. Luego, a diferencia también de Scioli, todo el arco oficialista –massistas, kirchneristas y albertistas– salió a reconocer la legitimidad de Grabois de competir en la interna. 

El voto anti casta

En Patria Grande reconocen que el gesto con Grabois se debió, fundamentalmente, a que su candidatura sirve como dique de contención del voto duro K o progresista. Insisten, sin embargo, que a diferencia de otros que buscaron el aval de CFK para competir, «Juan aportaba algo distinto»: «Juan pesca por afuera de la pecera. Por izquierda, sí, pero también con el votante enojado anti casta que hoy interpela Milei», observa uno de sus armadores. El análisis, que algunos dirigentes cristinistas comparten, es que la candidatura de Grabois podría apelar a un sector del electorado joven y de clase media empobrecida que está sirviendo de caldo de cultivo para las corrientes de ultraderecha. 

Bajo esta premisa, el equipo de campaña de la fórmula Grabois-Abal Medina ya se puso en marcha. Institucionalmente, Patria Grande cuenta con tres diputados nacionales, uno de los cuales funcionará operativamente como su jefe de campaña: el economista Itai Hagman. El bunker de campaña funcionará en unas oficinas que la organización tiene en el centro porteño, sobre Pasaje Rivarola, mientras que un equipo más chico estará trabajando en Florida. La campaña será «programática e ideológica». Es decir: juego limpio y sin ataques brutales contra el candidato de «unidad». «No vamos a entrar en una campaña anti Massa», jura y rejura un dirigente de confianza de Grabois, quien solo en el último par de meses ha llamado «traidor», «extorsionador» y «vendepatria» al ministro de Economía. 

Se establecerá un cronograma de viajes, apuntando a recorrer todas las regiones del país. Como con Jujuy, el objetivo será remarcar las diferencias ideológicas que el espacio tiene con el tigrense, de modo de contener al votante más de izquierda, pero también de servir como una suerte de salvavidas discursivo para la campaña. Algunas de las propuestas fueron mencionadas ayer: cancelación del acuerdo con el FMI, creación de la moneda regional Sur, declaración del litio como recurso estratégico, reforma de la policía e impuesto a la vivienda ociosa. 

«Nosotros no estamos disputando porotos, esta será una PASO 100 por ciento política», explican desde el equipo de campaña, en donde aseguran que todos los días llegan decenas de solicitudes para colaborar. 

Grabois ya aseguró que «el que pierde, acompaña». En el equipo de campaña saben que las chances de ganar son casi imposibles, pero insisten en que el voto a Grabois es un «voto útil»: «Mientras más saque Juan, más condicionado va a estar después Massa», concluyen. 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/563888-no-quiero-que-argentina-se-parezca-a-lo-que-pasa-hoy-en-juju