Una toma de rehenes que se extendió por varias horas en una sinagoga de Texas terminó con la liberación de todos los cautivos sanos y salvos y con la muerte del secuestrador, que pedía la liberación de una mujer paquistaní condenada por terrorismo y que luego fue identificado como un ciudadano británico. El incidente comenzó cuando Malik Faisal Akram, de 44 años, irrumpió en el templo judío de la Congregación Beth Israel durante la celebración del sabbat, que estaba retransmitiéndose en directo por Facebook y Zoom. El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó el hecho como un «acto terrorista» y manifestó su clara oposición al antisemitismo y el extremismo en el país.
Condenas unánimes al terrorismo
Biden aseguró este domingo que no tenía detalles sobre los motivos que llevaron al sospechoso a actuar, y reveló que Faisal Akram «compró supuestamente en la calle» las armas que poseía. El mandatario estadounidense aseguró que el incidente fue «un acto de terrorismo» relacionado con «alguien que fue detenido hace 15 años y ha estado en la cárcel durante 10 años», confirmando versiones de prensa según las cuales el secuestrador exigía la liberación de la científica paquistaní Aafia Siddiqui, condenada a 86 años de prisión por terrorismo.
El líder demócrata prometió además «oponerse al antisemitismo y al aumento del extremismo en este país», en declaraciones a la prensa al llegar a Filadelfia, donde participó junto a la primera dama en un acto de voluntariado con motivo del festivo de Martin Luther King, que se celebra este lunes. Biden aseguró que había hablado con el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, sobre la importancia de enviar el mensaje de que no se van a «tolerar» ese tipo de ataques en «las sinagogas y lugares de culto».
En paralelo la ministra de Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, también calificó el episodio como un «acto de terrorismo y antisemitismo» en su cuenta de Twitter. «Mis pensamientos están con la comunidad judía y con todos los afectados por este atroz acto en Texas«, señaló la jefa de la diplomacia británica y agregó: «Estamos con Estados Unidos en la defensa de los derechos y las libertades de nuestros ciudadanos frente a quienes difunden el odio».
Los primeros datos de la investigación
El FBI informó este domingo que el hombre que murió después de tomar como rehenes a cuatro personas este fin de semana en una sinagoga en el estado de Texas, era un ciudadano británico de 44 años llamado Malik Faisal Akram. La policía antiterrorista del noroeste de Inglaterra, que participa de la investigación iniciada por las autoridades estadounidenses, confirmó la identidad del hombre y precisó en un comunicado que era originario de la región de Blackburn en Lancashire, al norte de Inglaterra.
La embajadora de Londres en Estados Unidos, Karen Pierce, declaró en Twitter que las autoridades británicas daban un «apoyo total a las fuerzas de seguridad de Texas y de Estados Unidos». Scotland Yard confirmó que agentes de la policía antiterrorista del Reino Unido «estaban en contacto con las autoridades estadounidenses y con sus colegas del FBI».
No hay «ningún indicio» de que alguien más esté implicado en el ataque cometido en la pequeña localidad texana de Colleyville, 40 kilómetros al noroeste de Dallas, según el comunicado de la oficina del FBI en esa ciudad. Tras el final del enfrentamiento en la noche del sábado, el agente especial del FBI Matt DeSarno dijo a periodistas en Colleysville que la investigación tendría «un alcance global» y agregó: «Hemos estado en contacto con múltiples pistas del FBI que incluyen Tel Aviv y Londres». La policía no aclaró si el equipo de asalto mató a Akram o si él se suicidó.
Aafia Siddiqui es la primera mujer de la que Estados Unidos sospecha vínculos con Al Qaeda y su causa es célebre en Pakistán y en los círculos yihadistas del sur de Asia. Fue detenida en Afganistán en 2008. Dos años después fue condenada por un tribunal de Nueva York por el intento de asesinato de oficiales estadounidenses en ese país.
El juicio es muy cuestionado por las autoridades paquistaníes, que piden su liberación. En cualquier caso, Siddiqui cumple condena en el Centro Médico Federal Carswell, de Fort Worth, una cárcel de máxima seguridad ubicada a unos 40 kilómetros al oeste de la sinagoga del secuestro.
Durante las negociaciones con el FBI durante el secuestro, Faisal Akram aseguró ser el hermano de Siddiqui, aunque la abogada de esa prisionera, Marwa Elbially, descartó más tarde que hubiera ningún lazo familiar entre ambos, y condenó los actos de Akram.
En una declaración a la cadena CNN, Elbially dijo que su defendida «no tiene absolutamente ninguna implicación» en la situación de los rehenes y condenó el incidente. Por su parte, el agente del FBI DeSarno no confirmó las demandas del sospechoso, pero precisó que estaban «centradas en un asunto que no era específicamente una amenaza para la comunidad judía».
Un vivo de Facebook
En un momento dado, el enfrentamiento involucró a unos 200 agentes locales, estatales y federales que se concentraron alrededor de la Congregación Beth Israel en Colleyville. Una transmisión en vivo de la página de Facebook de la congregación durante el servicio matinal del sabbat parecía capturar la voz de Akram hablando en voz muy alta, aunque no mostraba la escena en el interior del centro religioso.
En esa transmisión podía escucharse al hombre diciendo: «Poné a mi hermana al teléfono» y «Voy a morir». También expresó: «Hay algo que está mal con Estados Unidos». Antes de que el video dejara de emitirse, se escucharon lo que parecían ser negociaciones por teléfono entre el sospechoso y los agentes. ABC News informó que el secuestrador estaba armado y afirmó tener bombas en varios lugares, aunque aún no ha sido confirmado por las autoridades.
Uno de los rehenes fue liberado al principio del enfrentamiento. Tras horas de lo que, según la policía, fueron extensas negociaciones con el sospechoso, un equipo SWAT de élite irrumpió en la sinagoga. Los periodistas que se encontraban en las inmediaciones reportaron haber oído un fuerte estallido (probablemente una granada de fragmentación utilizada como distracción) y disparos.
Uno de los cuatro rehenes era el rabino de la sinagoga de la congregación Beth Israel, Charlie Cytron-Walker, quien expresó este domingo en su cuenta de Facebook su «agradecimiento por estar vivo».
Una situación «horrorosa»
En la página de Facebook de la comunidad musulmana de Blackburn, un hombre que se presentó como el hermano de Faisal Akram aseguró que había sido asesinado «por bala» y que «sufría de problemas de salud mental». «No había nada que pudiéramos haberle dicho o hecho para convencerlo de que se entregara», dijo el hombre, quien afirmó haber estado «en contacto con Faisal, los negociadores y el FBI hasta la madrugada».
El hombre, que firmó su mensaje en la red social con el nombre de Gulbar, dijo que la prioridad de la familia era rapatriar los restos de Akram al Reino Unido. «Aunque nos han advertido que esto podría llevar semanas», precisó.
Ellen Smith, miembro de la congregación que creció yendo a esa sinagoga, declaró a CNN que la situación era «impactante y horrorosa». Pero dijo que «no es sorprendente» que la crisis se produzca en una comunidad judía. «Últimamente han aumentado los casos de antisemitismo, pero desde que los judíos caminan por la Tierra, hemos sido perseguidos», aseguró Smith.
El incidente despertó preocupación entre la comunidad judía y en el gobierno de Israel, cuyo primer ministro Naftali Bennett aseguró supervisar «de cerca» la situación. «Estoy aliviado y agradecido de que los rehenes de la Congregación Beth Israel de Colleyville, Texas, hayan sido rescatados», aseguró Bennett en su cuenta de Twitter, donde también felicitó a las fuerzas de seguridad por su «rapidez y valor».
Las sinagogas de varias ciudades de Estados Unidos aumentaron la seguridad tras el atentado, aunque las autoridades dijeron que no creían que el incidente formara parte de una amenaza global.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/395771-joe-biden-califico-de-acto-terrorista-la-toma-de-rehenes-en-