El candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo de León, ganó este domingo la segunda vuelta electoral en Guatemala con el 58,9% de los votos ante Sandra Torres Casanova, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien obtuvo el 36,2%. El ballottage marcó el fin de 12 años de gobiernos de derecha en el país.
Los guatemaltecos acudieron a unos comicios ensombrecidos por las maniobras de una muy cuestionada Fiscalía para dejar sin validez la candidatura del Movimiento Semilla. Estas elecciones adquirieron además una relevancia mucho mayor después de que Arévalo rompiera con todos los pronósticos al lograr pasar a la segunda vuelta. En aquel momento algunas encuestas lo situaban octavo entre las predilecciones del electorado.
El ahora presidente electo se ganó en el último tiempo la aceptación, principalmente de la población urbana, por sus promesas anticorrupción y su carácter conciliador, además de ser hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo, quien entre 1945 y 1951 impulsó grandes cambios para la población local.
La jornada electoral
«Guatemaltecos, este es el momento de votar con alegría, vayamos a votar temprano», expresó Arévalo de León, después de sufragar en el Colegio La Patria, ubicado en el centro de la Ciudad del país. En tanto, la candidata de UNE había pedido honestidad en el proceso electoral por algunas «anomalías que hemos estado denunciando», según indicó Torres en breves declaraciones a periodistas tras emitir su voto, sin dar más detalles al respecto.
En la recta final de la campaña, Torres había puesto en duda la limpieza del ballottage, al afirmar que había extranjeros y partidarios de Arévalo en el sistema de cómputo del Tribunal Supremo Electoral (TSE). La exesposa del expresidente Álvaro Colom Caballeros compitió por tercera vez por la presidencia, tras perder en los ballottages de 2015 y 2019 frente a Jimmy Morales y el actual mandatario, Alejandro Giammattei, respectivamente.
La magistrada del TSE, Blanca Alfaro, anunció durante la jornada electoral que estaba considerando seriamente presentar su dimisión el próximo martes, tras denunciar amenazas previas contra ella, el magistrado Gabriel Aguilera y sus respectivas familias. Según informó el New York Times, el año pasado Alfaro denunció ante responsables de la Embajada de Estados Unidos que ella y el resto de miembros del pleno habían recibido sobornos del presidente saliente Giammattei desde finales de 2021. «No renuncié antes porque era el momento de cumplir con el país y terminar esta elección», subrayó la magistrada ante los medios y dijo que consideraba someterse a cualquier juicio «como una ciudadana común y corriente».
La pugna con la Fiscalía
Desde la primera vuelta en junio pasado, el Ministerio Público guatemalteco intentó detener la candidatura de Arévalo por un supuesto caso de firmas falsas. Sin embargo, a los abogados de Semilla no les permitieron acceder a los archivos con las supuestas pruebas, al tiempo que las acusaciones fueron cada vez más contradictorias e interpretadas como pretensiones de impedir que llegue al poder.
La situación provocó la visita del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para verificar el panorama electoral. Esa entidad condenó a lo largo de estos meses la «persecución política» contra Semilla, mientras que Estados Unidos subió progresivamente el tono y llegó a señalar que lo que ocurre en Guatemala es propio de las dictaduras. Además, la cúpula del Ministerio Público está sancionada por la Casa Blanca por corrupción. Pese a ello, el fiscal Rafael Curruchiche afirmó esta semana que no descarta allanamientos, arrestos o levantamiento de fueros a integrantes del partido, incluido Arévalo.
El futuro del país
En diálogo con PáginaI12, el analista político guatemalteco Renzo Rosal planteó que tras estas elecciones habrá «escenarios de mucha turbulencia» en las siguientes semanas para el ganador del ballottage. «Antes de que estemos hablando de gobiernos, lo primero es que seguramente
habrá varios obstáculos supuestamente jurídicos, pero evidentemente políticos, que tendrá que sortear. Es decir, si la cancelación del partido va o no va, si el proceso
de persecución a su dirigencia va o no va», indicó.
También afirmó que Arévalo se verá en «la necesidad de rehacer en buena medida su plan de gobierno, porque termina teniendo una serie de premisas que en el país son absolutamente inexistentes». Prometió seguir los pasos de su padre para mejorar la educación, reducir la violencia y atacar la pobreza, que afecta al 59% de la población. También dijo que no legalizará el aborto libre ni el matrimonio igualitario, pero no permitirá la discriminación ni estigmatización por género ni religión.
Respecto al intento de los últimos meses por parte del Ministerio Público para invalidar la candidatura del representante de Semilla, Rosal indicó que la participación de la cartera «fue totalmente atípica». «Nunca habíamos tenido ese nivel de intromisión, de poder alterar las competencias que tiene ese ministerio como tal y poder convertirse en la ‘gran piedra en el zapato’. Es uno de los factores fundamentales que configuró y enrareció mucho este proceso electoral 2023», señaló.
Informe: Axel Schwarzfeld
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/580747-guatemala-el-progresista-bernardo-arevalo-gano-la-segunda-vu