Fernando Di Pasquale fue uno de los hombres más encumbrados de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el macrismo. Dos jueces lo apuntaron como quien les fue a pedir la detención de Hugo y Pablo Moyano, pero también el exdirector operacional de Contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra lo situó como uno de los funcionarios que estaba detrás del sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina. Esas declaraciones fueron lo que detonó que la Comisión Bicameral de Inteligencia lo llamara a declarar. Después de una reprogramación, el contador Di Pasquale se presentó este martes por la tarde ante la comisión que preside el diputado Leopoldo Moreau, pero no ahondó en los hechos. Dejó un largo escrito con sus antecedentes profesionales y dijo que la dirección operacional de Análisis –que estaba a su cargo– solo actuaba cuando lo pedía la Justicia, algo que desde la Bicameral ponen en duda.
El nombre de Di Pasquale fue uno de los primeros en surgir cuando el juez Luis Carzoglio denunció –al final del gobierno de Mauricio Macri– que dos altos funcionarios de la AFI habían ido a verlo para reclamarle la detención de los Moyano. La visita tuvo lugar en agosto de 2018. Como él se negó, terminó suspendido y también seguido por la exSIDE. Incluso relató que le robaron dos teléfonos y que desapareció de sus contactos el número de teléfono de Juan Sebastián de Stefano, el poderoso director administrativo de Asuntos Jurídicos de la AFI que iba con Di Pasquale a tocar puertas judiciales.
En marzo, Carzoglio se presentó ante la Comisión Bicameral y relató nuevamente los hechos. En esa oportunidad, aclaró que fue Di Pasquale quien le confió que Macri estaba obsesionado con la detención de los Moyano. Parte de esa declaración le leyeron este martes a Di Pasquale, que debía presentarse el lunes pero pidió aplazar su declaración porque estaba de viaje en el interior del país.
En la Bicameral también le hicieron saber lo que había declarado Gabriel Vitale, el primer juez que tuvo la causa de la barra de Independiente –la que aparentemente quería ser usada por la AFI macrista para lograr la detención de los dirigentes camioneros–. Vitale también habló de una visita de la dupla De Stefano-Di Pasquale e incluso aportó el escrito que le habían llevado para que firmara las detenciones. El escrito estaba enfocado básicamente en un posible lavado de activos, que era lo que investigaba Di Pasquale en la AFI.
En la Bicameral se quedaron con la sensación de que Di Pasquale se sorprendió al enterarse que los dos jueces lo habían apuntado. Él iba más preparado a despotricar contra Dalmau Pereyra, que lo terminó involucrando en el caso conocido como la “Gestapo” antisindical: la investigación que tomó impulso tras la aparición de un video de una reunión que se hizo en el Banco Provincia para concertar cómo sacarse de encima al Pata Medina, dirigente de la Uocra platense.
La sombra de la Gestapo
Dalmau declaró que en mayo de 2017 –después de la reunión en la Casa Rosada en la que coincidieron Macri, Gustavo Arribas y el entonces ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas– le ordenaron hacer tareas de inteligencia sobre el Pata. La orden provenía del propio Arribas, remarcó. La indicación de investigar al Pata’ le llegó tanto a él como a Di Pasquale. Según Dalmau, la división de tareas era ésta: Di Pasquale tenía que hurgar en los bienes de Medina y los agentes de Contrainteligencia debían ir a chequearlo al terreno. Por eso, Dalmau mandó al equipo conformado por Leandro Araque y Jorge Sáez, dos policías de la Ciudad que pasaron en comisión a la AFI durante el macrismo y que conformaron el tristemente célebre grupo de espías conocido como Súper Mario Bros.
Di Pasquale se preocupó por decir que nunca había actuado sin orden judicial. Sin embargo, su versión se contradice con la de Dalmau, que enfatizó que eran tareas previas a una causa judicial –”de especialidad” como dicen los servicios de inteligencia–. Medina terminó preso en septiembre de 2017 en una causa que se instruyó en el Juzgado federal de Quilmes tras la aparición de un anónimo que hablaba de un supuesto lavado de activos.
Esos delitos casualmente eran los que investigaba Di Pasquale, quien se incorporó a la AFI en junio de 2016. Según él, fue designado por su especialidad y no por afinidad con Cambiemos. Para entonces, conformó la Dirección de Inteligencia sobre Delincuencia Económica, que, para fines de 2017, se terminó convirtiendo en la Dirección Operacional de Análisis, que tenía a su cargo la investigación de delitos federales complejos como narcotráfico, tráfico de armas o trata de personas
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/416294-espionaje-ilegal-la-sorpresa-y-las-excusas-de-un-funcionario