Denunciarlos a todos, pedir a la Corte que ejecute el fallo, con embargos si hace falta, victimizarse y cargarle los costos de las promesas de bajar impuestos a Alberto Fernández. Esas fueron las estrategias de Horacio Rodríguez Larreta apenas se oficializó que el Gobierno no iba a acatar mansamente el fallo de la Corte que ordenó transferirle el doble de fondos de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires. El jefe de Gobierno encabezó una conferencia de prensa en plan de candidato presidencial: sostuvo que estaba en riesgo la democracia por no cumplir un fallo. No detalló por qué no ocurre lo mismo cuando su gobierno incumple fallos judiciales. Si bien las medidas de Larreta apuntan a cobrar esos fondos en un año electoral, hay indicios de que saben que no contarán con ese dinero. Por ejemplo, en la Legislatura, presentaron una ley que redactaron de la siguiente forma: se bajarán impuestos, solo si el Gobierno nacional entrega los fondos.

Larreta sabe que se juega buena parte de sus chances de sacarle alguna ventana a sus contrincantes PRO (Patricia Bullrich quedó desdibujaba en medio del conflicto) con una posición de máxima ante el Gobierno nacional. Por eso, eligió presentarse en la conferencia de prensa con el tono más duro posible y anunciando el escenario más grave imaginable. “El Presidente decidió quebrar el orden constitucional, violar por completo el Estado de Derecho y atentar contra la democracia”, aseguró el jefe de Gobierno. Vale advertir cual es el la escala de atentados contra la democracia que se maneja para 2022: cuando intentaron asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, hubo solo un tweet. Ahora, conferencia de prensa con todo el gabinete.

Larreta informó los pasos a seguir de su gobierno: el primero será informar a la Corte del incumplimiento y exigir que ejecute el fallo (en el Gobierno porteño ya están imaginando embargos judiciales). Además, Larreta prometió denuncias penales que ya estaban ocurriendo mientras hablaba:  “Vamos a denunciar a los organismos y a cada uno de los funcionarios responsables de incumplir el fallo”, dijo. Su aliada Elisa Carrió ya se le había adelantado: presentó una denuncia penal contra el presidente por presunto alzamiento, desobediencia judicial, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público.

“El bloque de Juntos por el Cambio en el Congreso está analizando otras acciones judiciales y legislativas para defender la legalidad y el estado de Derecho”, aseguró, mientras los radicales se apuraban por ganarle de mano y hacer otra serie de presentaciones penales y maduraba un pedido de juicio político al presidente.

“Desde la vuelta de la democracia no hay antecedentes de un Presidente no cumpliendo un fallo de la Corte”, sostuvo Larreta, que tenía sentada cerca a su ministra de Educación, Soledad Acuña, que hace poco fue multada por incumplir un fallo del Tribunal Superior de Justicia porteño que le exigía dar a conocer el número de vacantes que faltan en la Ciudad. 

“Esto no es en contra de la Ciudad. Es en contra de la Constitución Nacional, de la seguridad jurídica en nuestro país», declamó Larreta, ya en plan de candidato presidencial. Y anunció que “esta manera kirchnerista de entender el poder se está terminando, son los últimos actos desesperados frente a un país que quiere cambiar”. Mientras Larreta prometía un futuro mejor, sus funcionarios hablaban de una Argentina que es observada por otros países como una democracia en peligro. No dijeron a qué países se referían, así que hay que usar la imaginación y mirar hacia el norte.

No obstante, pese al énfasis público en conseguir los fondos frescos para 2023, también hay señales de que en el larretismo ven que la pelea no se ganará de forma tan sencilla. Larreta había prometido que iba a dar de baja impuestos en base al fallo de la Corte. Pero hubo un «recalculando» -como en el CGPs- cuando sus legisladores presentaron un proyecto para bajar impuestos: decía que se concretaría siempre y cuando Alberto Fernández habilite los fondos. Desde el Frente de Todos, pidieron que se redactara de manera más clara: era la primera vez de un proyecto de ley con condiciones. Por supuesto, la sesión terminó en la nada. Más allá de si el dinero está o no (tema no menor), Larreta espera que esta pelea le reporte en una suba de intención de voto ante el electorado que le pelea a Bullrich y a Macri. Por algo no dejó que ninguno de los dos se subiera al tren del conflicto por la coparticipación. El que más lo intentó fue el ex presidente.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/510732-coparticipacion-larreta-se-endurece-para-ganar-puntos-en-la-

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