1 de abril de 2024
Con
motivo de su saludo pascual, el obispo Oscar Ojea, presidente del episcopado
católico y titular de la diócesis de San Isidro, hizo alusión a las personas
que quedan sin trabajo y acuden a la Iglesia buscando acogida. “El día que nos
gane la globalización de la indiferencia, el día que se nos endurezca tanto el
corazón, que no tengamos sensibilidad para estos hermanos y
hermanas que quedan sin trabajo, es ese día no nos podemos llamar cristianos”, afirmó
el obispo.
La
preocupación de Ojea se suma a otra serie de manifestaciones en el mismo
sentido provenientes de diversas autoridades de la Iglesia Católica, pero
también de sus agentes pastorales (religiosos y laicos) que recogen en templos
y capillas signos de intranquilidad por la realidad social y, en particular,
por la pérdida de fuentes de trabajo.
El
obispo insistió en la necesidad de no desentenderse de la situación de quienes
afrontan ese problema y pidió, con ocasión de la Pascua, “descubrir con una imaginación
nueva la caridad cristiana” porque “siempre
la Pascua nos da una nueva creatividad para poder crecer en el amor, para poder
crecer en la caridad”.
Al
expresar su saludo pascual, el presidente del episcopado afirmó que “los frutos
de la Pascua son la paz y la alegría que
nos trae Jesús resucitado, pero la paz además
de ser un don es una tarea; la
paz se construye, no es un producto industrial, es artesanal”. Para Ojea la
paz “se construye con el trabajo de cada día, con la vida de
cada día, la cercanía, la entrega, y se
construye con la solidaridad”. Y manifestó que precisamente en
este tiempo, que calificó de “emergencia” y de “crisis” en “donde cuenta tanto
la vida”, es cuando más hace falta la solidaridad.
El
obispo comenzó su mensaje reconociendo que en la Conferencia Episcopal se están
recibiendo últimamente grupos de personas que se quedan sin trabajo, “gente que
queda como al ‘costado del camino` y que esa herida “es tremenda”.
Y
recordando palabras del papa Benedicto XVI, el obispo de San Isidro afirmó que todo
acto de fe es, en si mismo y como tal, encuentro con los hermanos, y por ese
mismo motivo “es un acto que me lleva a ser responsable de la vida de los demás”.
Las
palabras de Ojea en medio de una festividad central para los cristianos como lo
es la Pascua, dan cuenta de la preocupación que existe en la Iglesia Católica,
en su jerarquía pero también en todos los estamentos de la institución, por las
consecuencias de la situación social. En esa línea se han expresado diversos
actores de la Iglesia y la inquietud quedó claramente expresada en el documento
emitido semanas atrás por la Comisión Nacional de Justicia y Paz,
en el que se denunció también “un enorme grado de insensibilidad social por
parte de las autoridades en las medidas de ajuste, aunque más gravemente
preocupa la cultura del odio y del individualismo extremo generado”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/725651-con-un-mensaje-pascual-la-iglesia-manifesto-preocupacion-por