Las elecciones de delegados en la Villa 31 tuvieron un primer capítulo con denuncias de manipulación: funcionarios del gobierno de la Ciudad, que tienen a su cargo la estratégica Unidad de Proyectos Especiales –el organismo responsable de urbanizar al barrio– intervinieron en el desarrollo de los comicios. “Esos funcionarios, que se encargan de la entrega de alimentos a los comedores y merenderos del barrio, que se encargan también de dar trabajo a las cooperativas para la urbanización, es decir que con su sola presencia condicionan a los vecinos, estuvieron organizando la fila para votar, y acompañando a las personas hasta el lugar de votación. Claramente son funcionarios que juegan a favor de los candidatos de Juntos, que tienen un interés directo en que ganen sus delegados. Fue un error de la justicia ponerlos a cumplir esas tareas”, denunció Sofía González, comunera por el Frente de Todos en la Comuna 1. Anoche, al cierre de esta edición, los candidatos opositores a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta aseguraban haber ganando en tres de los cinco sectores que se pusieron en juego, aunque los sectores en los que se atribuían el triunfo eran los más chicos en cantidad de delegados. El juzgado de Elena Liberatori será quien dé a conocer los resultados totales, una vez terminado el recuento.
La renovación de delegados estaba pendiente desde 2018. El barrio debe elegirlos por circuito (o manzanas) y votará por partes, durante dos domingos. Este domingo lo hicieron quienes viven en los sectores Cristo Obrero, Comunicaciones, Inmigrantes, Ferroviarios y Guemes, mientras que otras cuatro secciones restantes lo harán el domingo próximo, 31 de octubre.
La elección tiene gran importancia porque los delegados son quienes representan a los vecinos ante el Gobierno porteño para las obras de urbanización. Son quienes pueden exigir avances, así como dar su aval o rechazar una obra.
El sistema para votar es de boleta única, en la que los vecinos tienen que marcar con una cruz los candidatos que elijen. Es decir que no hay varias listas sino varios candidatos por manzana. En general -especialmente ahora, cuando se está discutiendo la urbanización- no hay candidatos sueltos. Ser candidato implica estar cercano al PRO, o a la UCR, o al Frente de Todos.
Ayer se elegían, en total, 109 delegados. La mayoría de ellos están concentrados en el sector Güemes -45 delegados- y Cristo Obrero -27 delegados-. Los tres sectores en los que el FDT contabilizaba mayorìa de votos son Ferroviario -que elegía 20 delegados-, Comunicaciones -que ponía en juego 11- e Inmigrantes -6 delegados-.
La jornada de voto se realizó en un clima de malestar por el rol que el juzgado de Liberatori le dio a funcionarios de la Ciudad. “El juzgado estaba a cargo de la elección para garantizar condiciones de imparcialidad. Sin embargo, el 21 de octubre nos enteramos que, usando el argumento de que carece de personal suficiente para llevar adelante la elección, le pidió al organismo encargado de urbanizar el barrio que hiciera de auxiliar para la votación. Nosotros nos opusimos, pedimos que se convocase a cualquier otro organismo de la Ciudad, a personal de cualquier otro lugar, menos estos funcionarios que son justo los que tienen todo el poder de condicionar a los vecinos”, señaló González. La comunera denunció que “adentro de la escuela donde se votó estuvo Tomás Galmarini», el responsable de la Unidad de Proyectos Especiales, la dependencia que se ocupa de la urbanización.
“Le pregunté al asistente de la jueza cuánta gente necesitan para el operativo ¿Me vas a decir que la justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene el 35 por ciento del presupuesto, no tiene 20 personas para parar acá? Que le pidan 25 personas a un organismo cualquiera, no a la UPE”, exigió González
La comunera del Frente de Todos presentó un escrito al juzgado pidiéndole que se de marcha atrás con la medida, pero el reclamo fue rechazado por haber sido ingresado fuera de plazo.
También el bloque del FdT en la Legislatura porteña había expuesto en la semana a través de un comunicado el riesgo de haber designado a funcionarios de la UPE para tareas vinculadas a la elección. El bloque señaló que estos funcionarios “ejecutan tareas vinculadas a la contratación y seguimiento del trabajo de cooperativas y coordinan e integran las mesas de gestión participativa. Muchos de ellos tienen clara afiliación partidaria, desempeñando tareas políticas en el mismo territorio, acompañando a los candidatos a delegados que adhieren al oficialismo en la Ciudad». En este sentido, adviertieron que «con la decisión de incluirlos como auxiliares del proceso electoral, estarán dentro y fuera del Colegio de votación, serán quienes «asistan» a los vecinos y vecinas que votan y desempeñarán tareas durante el escrutinio”.
Los delegados salientes habían sido electos en 2015. Tenían su mandato vencido desde 2018. Ese año, Rodríguez Larreta ingresó a la Legislatura un proyecto que modificó la ley de urbanización y recortó el número de viviendas de 2500 a 1200. Claramente, el barrio no estuvo a favor de ese recorte “pero los delegados, lamentablemente, ya estaban cooptados», recordó González. «En ese momento exigimos la convocatoria a elecciones, pero el gobierno de la Ciudad las postergó. El juzgado de Liberatori no convocó a elecciones en 2018, el mandato de los delegados quedó prorrogado y el proyecto que modificó la urbanización fue aprobado en la Legislatura, con la mayoría automática que tenía Juntos por el Cambio y refrendado por los delegados”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/376960-a-pesar-del-intento-de-amedrentamiento-los-delegados-del-fre