En medio de las negociaciones frenéticas del oficialismo para reformar la Constitución provincial a la que no se le tocó una coma desde 1962, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, recibió a La Política Online en su despacho del Palacio Municipal.

Su alineamiento con Pullaro es absoluto y no lo oculta a pesar de que el año pasado estuvieron en lugares diferentes en la interna: «no tengo dudas que Maxi va a ser el mejor gobernador de la provincia de Santa Fe», dijo como un grito de alivio luego de pasar el primer mandato frente a la ciudad con Alberto Fernández en la presidencia y Omar Perotti en la gobernación:

«Cuando ganamos (2019) tuvimos que enfrentar una pandemia con un gobierno nacional que terminó como terminó y con un gobierno provincial que nunca entendió la ciudad y tenía funcionarios que eran enemigos de Rosario», recordó Javkin que tampoco se olvida cuando Aníbal Fernández como ministro de Seguridad dijo que habían ganado los narcos.

Ahora, los índices de homicidios se derrumbaron más del 60%, la ciudad empieza a recuperar su brillo y los espacios públicos se van ocupando de vecinos y turistas: «lo digo con mucha prudencia, pero en Rosario están sucediendo las cosas que planteamos durante tanto tiempo, control de las cárceles, la reconstrucción de la inteligencia criminal, la implementación del sistema acusatorio federal, las fuerzas policiales en la calle y las transformaciones urbanísticas», enumera Javkin las medidas que lograron bajar la violencia en las calles.

«Había cuestiones básicas con las que insistía y no era escuchado y eso cambió, en los barrios más violentos se implementaron planes de intervenciones barriales focalizados y se empezó a ver el trabajo coordinado entre el Ministerio Público de la Acusación -MPA- la provincia y el Municipio. La Nación aportando inteligencia criminal penitenciaria y fuerzas federales en los barrios más violentos trabajando con los fiscales federales, fue fundamental y cuando eso se sistematiza, el Estado empieza a tener el control de la calle que había perdido», agregó el intendente que destacó especialmente el trabajo de Patricia Bullrich y de Federico Angelini.

Se está debatiendo la Reforma Constitucional ¿apoya la iniciativa? ¿cree que el gobernador tiene que tener la posibilidad de la reelección?

Espero que la provincia logre cambiar su sistema institucional de una buena vez y que el gobernador actual tenga la posibilidad de ser reelecto. Es ridículo que yo pueda ser reelecto indefinidamente como intendente de Rosario y haya legisladores que llevan su quinto, sexto mandato y el gobernador no tiene una relección. Yo creo que todos los cargos electivos tienen que tener una sola reelección. Eso debería emparejarse para todos los cargos electivos.

¿Le gustaría en algún momento pelear por la gobernación?

Mi principal anhelo siempre fue el de ser intendente de mi ciudad, es el lugar más lindo que sentí que podía estar. No me voy a mover de la ciudad de Rosario hasta el 10 de diciembre de 2027 cuando traspase el mando al próximo intendente. Cualquier otra decisión implica perder días de gestión en la ciudad y los primeros cuatro años de gestión fueron muy difíciles. Este período lo quiero aprovechar cada minuto porque tenemos un plan para Rosario que ahora podemos ponerlo en práctica con mayor velocidad.

Algunas versiones decían que usted podría ocupar un lugar en la nueva Corte Suprema de Justicia, ¿le gustaría?

Lo escuché, que aguanten a diciembre de 2027 (risas). Alguno lo pudo llegar a pensar porque fui presidente de la Comisión de Acuerdos y trabajé mucho en los proyectos de reforma judicial, pero más allá de eso, no puede ser que no cambiemos la Corte que tenemos, con el nivel de cerrazón, de falta de transparencia.

Fue la gran ausente en la discusión sobre seguridad y narcotráfico…

¿Porque te pensas que se vivieron las cosas que se vivieron en esta ciudad? Porque tuvimos una justicia federal como la que se está descubriendo que tuvimos y porque tuvimos durante muchos años una resistencia brutal de los que no querían el sistema acusatorio y el MPA. Mirá cómo cambió esta provincia cuando se modificó el sistema penal y cómo evolucionó.

No solo bajaron los asesinatos sino también otros tipos de delitos violentos…

Bajaron las balaceras, las extorsiones y los heridos de bala de fuego. También los robos, el robo automotor y los arrebatos, todos esos factores son indicadores de control territorial. Cuando haces trabajo en inteligencia criminal y aumentas los recursos y de 21 patrulleros en la ciudad, pasas a 280, la presencia de agentes policiales en la calle cambia notablemente. Pasaste de dos mil identificaciones a 40 mil y todo ese esfuerzo trae resultados consecuentes. Nos habíamos desacostumbrado del rol preventivo que tiene el Estado.

Rosario anticipaba lo que iba a suceder en Argentina. Fue muy correcta la decisión del gobierno nacional, sobre todo de Patricia Bullrich y todo su equipo con Federico Angelini que son de acá y se comprometieron con esta situación trabajando mucho. Lo mismo que el ministro Cuneo Libarona. Fijate lo que empieza a saltar de la justicia federal, no solo había pocos jueces, sino que, en algunos casos, jugaban para otro lado.

Hubo un crimen resonante, el de Pillín Bracamonte. ¿Qué análisis hicieron?

Las cosas malas van a pasar, la diferencia es la reacción estatal, lo que se tarda en esclarecerlo, cómo se encara la investigación, la respuesta para evitar que la violencia se espiralice. Hay algunos sectores que hablan de pactos de forma irresponsable porque no pueden explicar su propia incapacidad. Hay ex ministros (por el ex ministro de Seguridad, Marcelo Saín) que ahora dicen que hay un pacto porque no pueden confesar la inutilidad que tuvieron cuando fueron ministros. Quiero ser claro, dos guerras de Malvinas, de pibes muertos, eso sucedió en Rosario. En 2022 y 2023 casi una guerra en el total de muertos, y lo digo con total respeto a los veteranos, pero para que la gente tome dimensión de lo que vivimos acá. y estos tipos hablan…

¿Cómo llega Unidos a las elecciones intermedias del año próximo?

Va a llegar unido en la provincia y en la ciudad donde la pluralidad es un valor muy importante donde convivimos más de diez partidos que coincidimos en un plan de gobierno y nosotros vamos a tener una estrategia conjunta con Maxi Pullaro. Trabajamos codo a codo y tenemos una gran oportunidad. Cualquier estrategia la vamos a pensar de forma conjunta, no tengas dudas.

Como intendente de Rosario, ¿cómo se vio afectado por los recortes de Milei de las transferencias al interior?

Argentina es centralista hace muchos años, décadas y cada uno con su variante. Un país donde el Estado no invierte donde saca sus recursos y es una batalla que se debe dar. Se pone 5 a 6 veces más de recursos en el transporte del AMBA que en el del interior, pero el impuesto a los combustibles lo cobran en todo el país. Se llevan el 40% del precio de los combustibles que se cargan en todas las provincias. Eso no cambió, viene de mucho tiempo.

¿Pero con Milei no se profundizó?

Toma otras características porque antes las transferencias eran de un alto nivel de arbitrariedad. Rosario nunca tuvo un ATN (Aportes del Tesoro Nacional). No me cuenten con que vaya a defender las políticas arbitrarias porque esta ciudad siempre fue perjudicada. No peleo por cosas abstractas.

Yo le planteo a Nación que vayamos a un sistema de transporte a la demanda, que termine con el megacurro que tiene el financiamiento al transporte del AMBA. Se dice que hay que ir hacia ese esquema bueno, vayamos más rápido, pero para eso hay que desarmar el megacurro de 30 años que hay en Buenos Aires.

Cuando lo escucha al presidente siendo muy agresivo con sectores de la política, gobernadores, intendentes, el periodismo y con quienes lo critican en general, ¿no advierte riesgos de una autocracia?

Creo mucho en la resistencia democrática argentina. Eso lo sembró Alfonsín para siempre. Nos cambió la cabeza, la cultura democrática del país es mucho más fuerte que cualquier coyuntura. Siempre hubo intentos de ir hacia formas más autocráticas. El kirchnerismo lo intentó, y hay muchas cuestiones del gobierno actual que también lo intenta.

En el mundo funciona la emoción de polarizar, de generar sentimientos negativos hacia quien no es como vos, funciona, paga en las redes y electoralmente pero no soluciona un solo problema. Yo no creo en eso, creo en la institucionalidad fuerte. Por mi rol a veces me impide decir lo que uno realmente piensa.

Es que ahora pareciera que pasa eso, más allá de las responsabilidades, se puede decir cualquier cosa…

Tiene que ver con lo que pasó, con la pandemia, las redes, es mundial

¿Pero ve alarmas?

si claro que si

¿La dirigencia no está siendo demasiada permisiva y tolerante con el agravio?

No, yo no soy permisivo en eso. Acá hay una lógica de comerse al caníbal. El kirchnerismo hizo mucho de esto.

Y se lo marcaban y no dejaban pasar una

Se lo marcaban, pero también es verdad que se lo combatía con el mismo método y de todo eso, salió lo que tenemos hoy. Si ahora volvemos a repetir el método y combatirlo igual, vamos a profundizar el problema.

No hay que ser hipócritas, estas armas se usaron durante mucho tiempo en Argentina. Yo no acepto la alarma de los que la usaron, sino que acepto la cautela de los que no queremos eso y que nunca la usamos. No tengo doble vara porque parece que se instaló una suerte de relativismo moral donde para algunos, Bolsonaro es dictador pero Maduro no y para otros es al revés. No viejo, los dos son autocráticos, no me jodan. El enemigo de la autocracia es la libertad.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com