Mientras en el gobierno nacional se profundiza el debate sobre la renegociación de la deuda externa contraída por la gestión de la alianza Cambiemos, la información precaria e inaccesible parece ser la regla para quienes intentan hurgar en los números de la deuda pública en la Ciudad de Buenos Aires. Un reciente informe aprobado por unanimidad por la Auditoría General de la Ciudad, con mayoría macrista, revela severas falencias en los sistemas informáticos de la Dirección General de Crédito Público, donde la información se almacena en planillas de Excel. “(Horacio) Rodríguez Larreta administra la deuda pública en sistemas obsoletos e incompletos, que impiden a los organismos de control y a la ciudadanía acceder a información confiable”, denunció Lisandro Teszkiewicz, auditor por el Frente de Todos. La Legislatura porteña exigirá en los próximos días explicaciones al Ministerio de Hacienda y Finanzas local, a cargo de Martín Mura, que no respondió a la consulta de Página/12.

La auditoría informática para evaluar la eficacia y eficiencia de los sistemas de registro y administración de la deuda pública de la Ciudad se aprobó en noviembre pasado aunque se refiere al período 2019 y se inició junto con la pandemia en marzo de 2020. Los duros cuestionamientos de sus conclusiones son especialmente significativos si se considera que se aprobó por unanimidad y que cinco de los siete auditores pertenecen a Juntos por el Cambio (Pablo Clusellas y Daniel Presti, del Pro, Raquel Herrero y Mariela Coletta, de la UCR, y Juan José Calandri de la Coalición Cívica).

“Las funcionalidades del módulo ‘Crédito público’ del SIGAF Web (léase el sistema de administración financiera del Estado) desarrollado por la DGUIAF (léase Dirección General Unidad Informática de Administración Financiera del gobierno porteño) no cumplen con los requisitos necesarios para lograr la administración del Crédito Público por parte del área usuaria, la Dirección General de Crédito Público”, es la primera observación de la auditoría. Ese módulo se desarrolló de manera incompleta y sin abarcar todas las prestaciones requeridas, añade.

Cuestiona que “al no encontrarse integrada la información, ni los procesos productivos referidos a la administración del Crédito Público con el aplicativo SIGAF/SIGAF Web, no se ciñe por completo a los prescripto por la Ley 70 (de Administración Financiera)” ni con el decreto 1000/1999 sobre la registración de la deuda pública en la Ciudad. Advierte que no existen planes formales ni informales para corregir esas irregularidades y que “la información del Crédito Público se encuentra en su totalidad en planillas de MS Excel”, que “no es la herramienta tecnológica adecuada e implica debilidades en cuanto a la seguridad e integridad de la información”.

“Con millones de pesos invertidos en sistemas, se llenan la boca hablando de BOTI y ¿usan Excel para registrar la deuda pública? ¿Esta es la registración correcta de la deuda que tenemos todos los porteños?”, se preguntó Teszkiewicz. “Sólo ellos pueden descifrar y leer los datos. Al no tener un sistema seguro e integrado, el resto de los porteños no podemos saber con seguridad a quién le debemos y cuánto”, explicó el auditor, y añadió que en los hechos se termina “confiando en lo que nos dicen personas puesta a dedo”. “Rodríguez Larreta no sólo es ineficaz en la ejecución de la política financiera, sino que lisa y llanamente administra la deuda pública en sistemas obsoletos e incompletos, que impiden a los organismos de control y a la ciudadanía acceder a información confiable”, cuestionó. “Endeudaron al país para que sus amigos fuguen capitales y no son capaces de controlar de manera eficiente la deuda de la Ciudad”, concluyó.

Más allá del oscurantismo en los registros
públicos de la Ciudad, el legislador Matías Barroetaveña estimó que la deuda en
dólares en el distrito más rico del país ronda los 2500 millones. “Cuando Macri
asume en 2007 la Ciudad tenía cerca de 500 millones de dólares de deuda. Ese
número llegó a sextuplicarse, hasta 3.000 millones, aunque Rodríguez Larreta, a
contramano de lo que hacía Macri en la Nación, aprovechó esa gestión para
desdolarizar parte de su deuda, que quedó en 2500 o 2600 millones”, respondió a
la consulta de Página/12. “Por otra parte, los intereses de esa deuda, que en
2007 representaban el 0,8 por ciento del presupuesto, hoy representan el 8 por ciento, alrededor de
70.000 millones de pesos”, precisó.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/399587-la-auditoria-general-de-la-ciudad-denuncio-severas-faltas-en