El fantasma de la descompuesta extrema derecha del partido de Javier Milei, Avanza Libertad, y sus acólitos arrancando el puesto de tercera fuerza política para las próximas elecciones a la izquierda recorre las filas de los partidos del Frente de Izquierda Unidad. Página12 conversó con dos generaciones de militantes trotskistas que planean disputar ese lugar con argumentos para «desarmar la pose falsa de la narrativa liberal», porque coinciden en que «la rebeldía nunca puede ser de derecha». Myriam Bregman opinó que «el discurso anticasta de Milei es una pose para empalmar con el enojo a los políticos tradicionales, cuando él es un empleado de las grandes corporaciones, un títere del poder económico, nosotros no somos títeres de nadie». Para Gabriel Solano, «hay que mostrar que arrasarían con los derechos laborales y sociales, y privatizarían la salud y la educación». En tanto, los jóvenes Luca Bonfante y Tati Fernández Martí expresan que los supuestos libertarios «no son rebeldes sino defensores de privilegios», y que la presencia de la izquierda «en todas las luchas de la juventud» los respalda «para ir a un debate franco y sincero con esos jóvenes, y a ganarlos en esta batalla», respectivamente.
La escena ocurrió a principios de febrero, en un corte de las organizaciones sociales en Puente Pueyrredón, cuando el hijo de 19 años de una militante del Partido Obrero (PO) le dijo al dirigente de ese espacio, Gabriel Solano, que no sabía si votaría a Milei o a la izquierda. Luca Bonfante, de la misma generación del pibe, no duda:
–Tenemos los ejes para convencerlo –dice a este diario. De 24 años, representante estudiantil en el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, colaborador de La Izquierda Diario y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), afirma: «Hay que cuestionar esa idea de que la juventud o la rebeldía es de derecha». Dice que su generación vivió la crisis internacional del 2008, la pandemia, y la inflación altísima que te desorganiza la vida. «En Argentina el 70% de los jóvenes trabajamos en condiciones de precarización extrema, desde la última dictadura todo eso se profundizó y ningún gobierno dio respuesta, es lógico que la juventud no encuentre las respuestas a sus problemas en los partidos que vienen gobernando desde siempre».
A su criterio, el fenómeno de ultra-derecha de Milei es similar a Vox en España. «Hablan de la ‘casta política’, de la ‘libertad’, sostienen que los pocos derechos laborales que quedan son ‘trabas’ para los empresarios, se apoyan en un malestar existente, pero para defender los privilegios de los sectores más ricos de la sociedad», apunta. «Para ellos el problema no es que un puñado de empresarios se la lleve en pala mientras hay gente comiendo de la basura, o que se le pague al FMI cuando hay colegios que se caen a pedazos, no son rebeldes sino defensores de privilegios, por eso tienen asegurada la manija en los medios y el financiamiento de sus campañas«, agrega.
Para Luca Bonfante, esta expresión política no es la única que surgió estos últimos años, también hay expresiones por izquierda: «En Chile la juventud salió en masa a enfrentarse al régimen neoliberal; en Colombia, Perú y Ecuador también hay levantamientos, el movimiento Black Lives Matters en Estados Unidos, y acá en la Argentina la experiencia del Frente de Izquierda Unidad es importante también, se ubicó como tercera fuerza nacional en las últimas elecciones y tiene figuras muy destacadas como Bregman, Del Caño y Vilca», describe. Y deja planteado el desafío: «Tenemos la tarea de no regalarle la juventud a la derecha y mostrar que la salida es por izquierda, el peronismo no puede interpelar a estos jóvenes porque durante este gobierno las condiciones que empeoran la vida de la juventud se profundizaron».
Tatiana Fernández Martí –21 años, consejera estudiantil en el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras, expresidenta del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires y militante LGBTI+ en la agrupación 1969 del PO–, define: «Nuestra estrategia política para demostrar que Milei no es rebeldía ni antisistema es la explicación, vamos a derribar los mitos de la narrativa liberal porque hace caer a la juventud en una trampa, lo que él intenta instalar esconde un programa muy reaccionario, derechista y dañino para los jóvenes».
La joven afirma que el partido Avanza Libertad «habla de un ‘estado mínimo’ en base a la teoría minarquista, hay qué pensar que esto significa que el Estado deje de financiar a la educación pública, que avance la educación privada». Y se pregunta: «¿Eso es positivo para la juventud teniendo en cuenta que un 60 por ciento está afectado por la pobreza?» Lo mismo sucede cuando Milei pide reforma laboral. «La mayoría de los jóvenes ingresa al mercado laboral con sueldos por debajo de los 100 mil pesos, con jornadas de más de 8 horas, sin cobertura médica, ¿es positivo arrancarles todos los derechos laborales? No».
Milei sostiene que el calentamiento global es una mentira del comunismo. «¿Ese negacionismo es rebeldía? ¿Es positivo dejar avanzar la depredación sobre el ambiente para una generación que ya está viviendo las consecuencias? Para nosotros no, la rebeldía es organizarnos para tirar abajo este régimen de explotación y transformar la Argentina sobre nuevas bases sociales, bajo las banderas del socialismo», se planta Fernández Martí. Y anuncia que irán «a ir a buscar a todos los jóvenes para explicar esto, en los trabajos, los lugares de estudio y también en las redes sociales; otros sectores no pueden ir a explicar esto, los que se embanderan como defensores del Estado presente y gobernaron en el último tiempo privilegiaron los intereses de una pequeña minoría por sobre las mayorías, porque eso es lo que provoca el descrédito de la política y permite que se instale y avance un discurso derechista».
Gabriel Solano –48 años, diputado de la Ciudad por el PO-FIT U– insiste: «La izquierda tiene que ponerse las pilas y expresar la bronca contra el gobierno y el conjunto del sistema, esa bronca no la expresa Juntos por el Cambio porque ya gobernaron, entonces la izquierda tiene que salir a refutar toda la argumentación de Milei y los libertarios, mostrando que de gobernar ellos serían arrasados los derechos laborales, sociales, se privatizaría la salud y la educación». Desde el punto de vista comunicacional, Solano entiende que «hay que golpear duro al gobierno y a todo el régimen, no ser condescendientes, no parecer como parte de la casta de izquierda, por eso insistimos en una izquierda que se plante y no una light que solo pide votos para tener más parlamentarios va a ser asimilada a la pata izquierda del sistema».
A fin de marzo saldrá su libro Por qué fracasó la democracia (Planeta). «Por los 40 años que se cumplen desde el inicio del período democrático, vamos a dar una explicación de fondo del fracaso de la democracia capitalista, que no ha cumplido con sus promesas de que con ella se come, se cura y se educa del alfonsinismo, sino que al revés, endeudó al país, aumentó la pobreza, la precarización laboral y la crisis habitacional. Vamos a demostrar que la lucha real contra el sistema viene de parte nuestra», señaló Solano.
Milei es Menem recargado
Para Bregman –51 años, madre, diputada nacional PTS-FIT U, y abogada de derechos humanos– ,»la rebeldía nunca puede ser de derecha porque la derecha se basa en reforzar el orden conservador establecido, y cuando los sectores populares y las mujeres avanzan trata de restaurarlo, son ideas que embellecieron a políticos ultraconservadores con mucha inversión mediática y de marketing para que aparezcan como alternativa ante el desencanto que hay con la dirigencia política tradicional». La legisladora admite que es difícil enfrentarlos porque «es complejo contar con tanto apoyo mediático y económico como tiene Milei». Sin embargo, afirma que le consta que «hay un gran desconocimiento sobre sus verdaderas ideas, por eso la clave es dar a conocer su ideología profunda, llega el peinado, el enojo y voy a quemar el Banco Central, que lo muestra como contestatario cuando en realidad todas sus ideas atrasan 150 años en derechos sociales, laborales y de género«.
En su definición, «Milei es un Menem recargado, sus ideas económicas son las de Cavallo, la dolarización que plantea es Cavallo con fiebre, es profundamente misógino, sus modelos son el trabajo basura sin derechos, la educación privada con escuelas voucher, la jubilación chilena que fue cuestionada por las masas en las calles». Y enfatiza: «Hay que enfrentarlo, nunca lo mostramos como alguien simpático, nunca somos amigables sino que mostramos que es nefasto, lo hice en el debate de candidatos de CABA y fue importante, ahora se confirma todo esto porque en las provincias se está aliando con lo más rancio del orden conservador, con los Bussi de Tucumán y el Partido Demócrata en Mendoza, además de Villarroel que defienden el genocidio, a los represores y torturadores de 30 mil detenidos desaparecidos».
Cele Fierro –37 años, madre y dirigente del MST Nacional en el FIT U, tesista en la Carrera de Trabajo Social– dice a Página12 que van demostrar que «no hay ninguna rebeldía en Milei ni en su proyecto, la realidad es que es una síntesis de Menem y Cavallo». Y afirma: «La realidad mata el relato de los libertarios, ellos niegan el cambio climático y defienden a las patronales explotadoras, pero la juventud que se rebela y defiende los territorios contra el extractivismo y se organizan contra la precarización laboral«. Para Fierro, será «una disputa ideológica, una batalla cultural intensa, profunda, para explicar con militancia entre los trabajadores jóvenes, en el movimiento estudiantil y en los barrios, que Milei y sus libertarios son reforma laboral para sepultar los pocos derechos que quedan, privatización educativa y de salud, supresión de programas sociales, negacionismo delirante del cambio climático y defensa de la ´peor´ de las castas: la empresaria, la de las corporaciones».
La dirigente considera que «no nos queda otra que desenmascarar el chamuyo sobre-actuado, con nuestros propios planteos alternativos: reducción de la jornada a 6 horas, con salario igual a la canasta y en blanco. Para terminar con la corruptela estructural, reforma política y judicial integral: que toda la casta gane lo mismo que una directora de escuela, sea revocable y esté obligada a usar lo público, sobre lo que decide». También marcarán que «nada de salvadores mesiánicos individuales: organización colectiva, desde abajo, anticapitalista y socialista, con la izquierda. Tenemos que hacer una pedagogía incansable y constante. Somos miles de militantes y simpatizantes en la izquierda: si actuamos como movimiento político unitario en la diversidad, podemos derrotar a los liberfachos».
Demoliendo mitos
Uno de los encargados de la comunicación del FIT U, que prefirió no ser mencionado, destacó que es clave tomar los cliches de Milei en términos de rebeldía, libertad y anticasta, porque «son desarmables en tanto que son mitos libertarios que forman parte de un doble discurso, donde su programa va por un lado y su discurso va por otro». En su mirada, «al hablar con les pibes les hacés la discusión en la calle, les explicás y al toque se dan cuenta que Milei es puro chamuyo«. Pero ante todo sería fundamental también aclarar qué ideología van a desmitificar.
«Ni siquiera son libertarios, son fachos«, dijo el dirigente del PO Néstor Pitrola en el canal IP, en un panel donde estuvo la joven militante que denunció pedidos de dinero y acoso sexual en el espacio de Milei. «Esto se expresa en su cuestión mesiánica, es una estructura autocrática contraria a cualquier idea liberal, tampoco es muy liberal cerrar acuerdos con elementos de la dictadura ni estar contra los derechos de las mujeres, en nuestro caso como socialistas las mujeres se organizan ellas mismas por su emancipación, la casta son los políticos capitalistas, la corrupción que denunció ella (Mila Zurbriggen) es histórica», expresó Pitrola.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/530980-voto-joven-la-rebeldia-sigue-siendo-de-izquierda