Inflación, siniestros viales, inseguridad, educación y la atención médica. Esos son algunos de los ejes en los que se guió Javier Milei para dar su primer discurso como Presidente de la Nación. Pero también son los temas en los que el nuevo jefe de Estado tiró cifras como quien caza al pichón, sin sustento con los números de la realidad.

En su alución de espaldas al Congreso, Milei sacó a relucir su motosierra de ajuste, recesión y suba de precios. Y para justificarla destacó que el gobierno saliente deja una «inflación a niveles del 15.000 por ciento anual«. 

La cifra y la medición es absurda por donde se la mire: la actual suba de precios anual está en el nivel altísimo de 142 por ciento, según el Indec que el propio nuevo mandatario destacó como un organismo que funciona de forma transparente. Lo que se espera para este mes es aún peor, con valores que ascienden al 20% de aumento en solo 30 días. Pero para ubicarse en los números que estipula Milei, el índice de precios al consumidor debería llegar a 1250 por ciento por mes, lo que calificaría definitivamente en una hiperinflación. 

En cuanto a cómo calculó su número elegido, el flamante Presidente estipula que la inflación se calcula de acuerdo al nivel actual de precios más una proyección de la relación que dan las reservas con los pasivos del Banco Central. «En muy poco tiempo se podría cuadriplicar la cantidad de dinero y con ello llevar a la inflación a niveles del 15.000% anual», comentó en su discurso. Esa «inflación proyectada» no tiene rigor metodológico, pero  incluso así sigue siendo llamativo porque ni cuatriplicando la actual inflación anual ni tampoco multiplicando por cuatro lo que él considera en lo que viaja la inflación de alimentos -o incluso, la mayorista- se alcanza ese número elegido, el de quince mil por ciento de inflación. 

Homicidios e inseguridad vial

«Argentina se ha convertido en un baño de sangre». Así intentó sintetizar Milei el nivel de inseguridad y homicidios que hay en nuestro país. Pero cuando uno mira con lupa el nivel de muertes por robos, el índice de Argentina es uno de los más bajos de la región. Así lo estipula la ONU, que en el repaso de los últimos cuatro años, se demuestra que la tasa nacional disminuyó del 5,2 (2019) al 4,3 en 2022. Países como Venezuela, Brasil, Colombia y Ecuadro multiplican por cuatro los valores argentinos.  

Milei también se despachó contra el nivel de actual de la infraestructura vial. El Presidente -que anunció que no hará obra pública en ningún rincón a lo largo y ancho de la Argentina- indicó que solo el 16% de las rutas son asfaltadas y estipuló la muerte por siniestro vial son alrededor de «15.000 por año». La ONG Luchemos por la Vida recopiló menos de la mitad de las muertes en lo que va del 2022.

Un detalle más sobre la temática vial. Los especialistas insisten que para evitar nuevos siniestros -no se denomina accidente a algo que se puede evitar- es importante tomar recaudos dispuestos por ley como por ejemplo utilizar siempre el cinturón de seguridad. Lo raro es que, tiempo atrás, el nuevo Presidente sugería lo contrario: el uso del cinturón «no debe ser obligatorio» y que» la evidencia empírica demuestra que hubo más muertos» con esa medida de seguridad.

Salud y Educación

En Salud y Educación, dos áreas que Milei decidió rebajar de categoría al pasar de ministerios a secretarías en el organigrama nacional, también hubo un desfase entre los números que lanzó el Presidente y las estadísticas de los organismos oficiales. Por caso, sobre el accionar médico durante la pandemia del coronavirus aseguró que «si los argentinos hubiéramos hecho las cosas como la media de los países hubieramos tenido 30.000 muertos, pero gracias al estado de descuido e ineficiencia, 130.000 argentinos perdieron la vida». 

El ahora extinto Ministerio de Salud publicó, en su informe «Estadísticas vitales» estipuló que el exceso de mortalidad -una metodología que compara el número total de muertes esperadas, de acuerdo a un promedio de años anteriores con las muertes efectivas que ocurren durante una pandemia- Argentina registró un 26,3 por ciento, menor a países de la región como Brasil, Ecuador, México y Colombia.

En cuanto a sus dichos de Educación, la cita puede ser calificada como «engañosa». Por que Milei dice que «el 16 por ciento de los/as estudiantes se reciben en tiempo y forma en la escuela». Ese «tiempo y forma» implica que los que terminen quinto año hayan adquirido aprendizajes satisfactorios en Lengua y Matemáticas a lo largo del recorrido escolar de acuerdo a los estándares PISA. Si pensamos en el «tiempo y forma» de haber aprobado las materias y no haber repetido, el porcentaje -según el informe del Observatorio Argentinos por la Educación- es del 61 por ciento.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/693721-uno-por-uno-todos-los-datos-que-falseo-javier-milei