El anuncio que el Presidente hizo en la apertura de sesiones comenzó a efectivizarse en la medianoche del domingo, de manera ilegal y en lo que constituye un ataque a la libertad de prensa y al derecho a la información de los ciudadanos, según denuncian constitucionalistas, legisladores, referentes políticos y gremiales. El gobierno avanzó sobre la agencia nacional de noticias Télam, primero desalojando a los trabajadores de sus puestos de trabajo en plena medianoche con efectivos policiales, sin orden judicial alguna, y luego enviando al personal de todo el país la notificación de suspensión por una semana. El sitio web de la agencia informativa, con todo su archivo público, fue levantado en ese momento, sin más explicaciones que la leyenda «Página en reconstrucción». También desde entonces quedó suspendida la cablera de noticias y de fotos, la plataforma de acceso a los despachos informativos. Personajes del oficialismo como el vocero presidencial Manuel Adorni y el legislador Ramiro Marra celebraron la noticia en redes: «Saluden a Télam que se va»; «¿Télam? Afuera». Al ser consultado por los periodistas acreditados en Casa Rosada sobre la crueldad de sus palabras, el vocero no pudo explicar cuál es el «plan integral» para la agencia oficial reconocida como más importante de Latinoamérica, pero admitió que el próximo paso buscado es el despido de los trabajadores. Un proyecto presentado por el diputado Pablo Carro (Unión por la Patria) propone «exigir al Poder Ejecutivo Nacional el sostenimiento de Telam, como la única agencia de noticias con alcance federal y corresponsalías en todas las provincias”.

El lunes al mediodía hubo un multitudinario abrazo de trabajadores de prensa y referentes sociales, culturales y sindicales frente a la agencia. «Es nuestra obligación estar hoy acá presentes en nombre de la Confederación General del Trabajo, acá a mi izquierda está el compañero Pollo Sobrero, esto quiere demostrar que más allá de las diferencias ideológicas, cuando hay que defender a los trabajadores estamos todos juntos», expresó allí Pablo Moyano. «Estas medidas que está tomando el gobierno tratando de meternos miedo son la base de la construcción de un gran paro nacional que se tiene que dar en defensa de todos los trabajadores y trabajadoras argentinas», anunció el líder de la central obrera. «Esto huele a revancha, huele a querer terminar con la libertad de expresión», advirtió el secretario general de la CTA, Hugo Yasky. «Télam estuvo siempre, ahí donde hubo conflicto, donde hubo hambre, donde hubo represión, donde hubo violación a los derechos humanos», resaltó el también diputado nacional. 

Reunidos en asamblea, los trabajadores rechazaron la «dispensa laboral» recibida por vía electrónica: «Se notifica que todo el personal de Télam S.E. se encuentra dispensado de prestar su débito laboral por siete días con goce de haberes a partir de las 23.59 horas del domingo 3 de marzo». Los casi 700 trabajadores de todo el país de la agencia nacional -periodistas, fotógrafos, administrativos- recibieron la comunicación firmada por el interventor de medios públicos que queda, Diego Chaher. El otro interventor designado por el Gobierno tras la sanción del DNU, Diego Marías, renunció el jueves pasado, un día antes del anuncio presidencial. Ese mismo día también había renunciado Cristian Sedam, designado días antes al frente de la Gerencia de Contenidos Públicos SE, que tiene bajo su órbita a Caal Encuentro, Pakapaka y DeporTV.

Aunque según el portavoz se trata de un «deseo del Presidente» «anunciado en campaña», que «no tiene nada que ver con el pluralismo ni con cuestiones que tengan que ver con la libertad de prensa», todos los especialistas coinciden en que esta suspensión de facto de la agencia está por fuera de la ley, incluso del DNU firmado por Javier Milei, y que del mismo modo, a futuro, cualquier decisión en relación a la agencia que no pase por el Congreso es ilegal. 

«Télam es una sociedad del Estado regida por la ley 20.705, que en el artículo 5 exige para poder ser liquidada por parte del Poder Ejecutivo la previa autorización del Congreso mediante la sanción de una ley», recordó el constitucionalista Andrés Gil Domínguez. «El cierre de Télam viola las normas del DNU 70/2023. Télam primero debe convertirse en una sociedad anónima y después, aplicando la ley de sociedades 19.550, podrá disolverse. Un gobierno desconociendo su propia normativa de emergencia es realmente preocupante y desopilante», analizó a futuro.

Desde el campo de la comunicación, los especialistas resaltaron la importancia de una agencia de noticias nacional, más aún en tiempos de fake news, y su carácter federal. «Los corresponsales de Télam, desplegados en todas las provincias argentinas, son un recurso informativo crítico en tiempos de desertificación de medios», advirtió el investigador del Conicet Martín Becerra. 

Las y los trabajadores de Télam recibieron apoyos y expresiones de solidaridad del país y del mundo, a excepción de los de entidades como Adepa y Fopea. Tampoco pudieron recibirlas de manera pública de parte de sus colegas de Radio Nacional ni de Canal 7, que recibieron órdenes que en el caso de la radio hasta fueron por escrito: «Desde la Secretaría de Medios nos piden no usar las emisoras y / o las redes de las mismas para solidarizarse con Télam». El anuncio recibió el repudio de la Intersindical de Radio Nacional, que calificó la orden de censura previa. «En democracia, nunca pasó una cosa así. El macrismo impuso que no dijéramos ‘dictadura’ sino ‘gobierno de facto’, pero una cosas así, jamás», recordó un trabajador de la radio. 

De este modo, sin mayores explicaciones y tras 78 años de servicio ininterrumpido, Télam quedó suspendida en un inédito limbo. Las justificaciones públicas del gobierno hasta ahora van en línea con las del desguace del Estado. “Fue utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”, fue la del Presidente en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Según Adorni «tenía una pérdida estimada en los 20 mil millones de pesos». «¿Qué preferimos, pobreza o Télam? Hay canales privados como éste que funcionan muy bien, no necesitamos tener agencias del Estado, es injusto para este canal de televisión. Va más rápido Twitter que Télam», confundió Marra en una entrevista televisiva. 

La canciller Diana Mondino dio un paso dio un paso más en la celebración del daño: «Como cierra Télam y sé que muchos aún se informan por ahí, les dejo el resumen de hoy tras el discurso de Milei: Bajó 3.3% el dólar. Bajó 3.2% el riesgo país. Subieron las acciones. El Banco Central compró 303 millones de dólares. Falleció el Teorema de Baglini». Sobre la abrupta caída del consumo o la difícil situación de la industria y el comercio, entre otros datos de la realidad de los que informaba Télam, no hubo novedades. 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/718030-telam-la-casta-tambien-era-la-libertad-de-expresion