El Congreso de los Diputados de España aprobó hoy una ley de amnistía para los líderes del independentismo catalán, una vieja deuda que el presidente del país, Pedro Sánchez, mantenía con los legisladores de esa región que le permitieron llegar al gobierno el noviembre pasado.

El documento fue aprobado con 177 votos a favor y 172 en contra y ninguna abstención, según la transmisión de la sesión plenaria en la red social X, informó la agencia de noticias Sputnik. 

La ley, impulsada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez, ya había sido aprobada el 14 de marzo, pero fue vetada posteriormente por el Senado. 

Con la votación de este jueves, quedó levantado el veto y se ratificó el texto inicialmente aprobado por el Congreso.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, celebró la aprobación de la ley, y apuntó que “en política, como en la vida, el perdón es más poderoso que el rencor”.

“Hoy España es más próspera y está más unida que en 2017. La convivencia se abre camino”, escribió el presidente en la red social X.

Referendum e intento secesionista

En 2017, el entonces presidente de la Generalidad de Cataluña Carles Puigdemont, del partido Junts per Catalunya, impulsó un referéndum de independencia que fue declarado ilegal por el Tribunal Constitucional español.

Sin embargo, el 27 de octubre de 2017 el Parlamento de Cataluña aprobó la declaración unilateral de independencia, que no fue reconocida por ningún Estado del mundo. 

Ese mismo día, el entonces presidente del Gobierno de España Mariano Rajoy intervino la autonomía de Cataluña y destituyó a Puigdemont.

En 2019 se celebró el Juicio del Procés contra Puigdemont y otros líderes independentistas catalanes, que fueron condenados a penas de entre 9 y 13 años de prisión por delitos de sedición, malversación de caudales públicos y desobediencia. 

El 22 de junio de 2021 estos presos fueron indultados por el Gobierno de Sánchez y fueron excarcelados al día siguiente.

Acuerdos para gobernar

En las elecciones del pasado 23 de julio, el conservador Partido Popular (PP) español obtuvo 137 de los 350 escaños parlamentarios, frente a los 121 del gobernante PSOE, que necesitaba asegurarse el apoyo de otras fuerzas para alcanzar la mayoría absoluta (176) y reelegir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Para lograr la investidura, Sánchez cerró acuerdos con los partidos catalanes ERC y Junts, que pusieron como condición para su apoyo una amnistía para los líderes del  independentismo catalán, a quienes la Justicia española persigue por actos declarados o tipificados como delitos.

Las reacciones

Entre aplausos, desde la tribuna del Congreso celebraron la sanción de la ley algunos de los protagonistas del “procés”, como el presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien dijo sentirse “emocionado”; el secretario general de Junts, Jordi Turull; la exconsellera Dolors Bassa o la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, todo ellos condenados por el Tribunal Supremo y luego indultados.

En lo que respecta a la oposición, tanto el PP como el partido de ultraderecha Vox denostaron la aprobación de la norma y la relacionaron con la “ambición” del presidente del Gobierno por “mantenerse en el poder” a cambio de “siete votos”, en alusión al número de diputados de Junts. 

“El trueque que aquí están perpetrando solo tiene un nombre: corrupción política”, sentenció Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, y sostuvo que la Cámara Baja ha asistido hoy “al acta de defunción del PSOE”, informó el medio público español RTVE.

La pactada amnistía dio origen a protestas multitudinarias en España. 

Sus detractores argumentan en particular que el perdón no está previsto en la Constitución, que abarca un período demasiado amplio -del 1 de enero de 2012 al 13 de noviembre de 2023-, atenta contra la igualdad ciudadana y protege a los independentistas.