¿Qué Lula llega a la Argentina?

Desde Río de Janeiro

Hay muchos Lulas en el mismo Lula y este viaje es muy especial. Visita Argentina por primera vez en este tercer mandato como presidente de Brasil. Como lo ha hecho hace exactamente 20 años para dar un abrazo histórico a Néstor Kirchner. Ese fue el gesto simbólico que terminó con la actitud de rivalidad entre los dos países, para hacer del eje Brasil/Argentina, la palanca de la más importante ola del proceso de integración latinoamericana. Y los dos fueron juntos a la toma de posesión de Tabaré Vázquez en Montevideo.

Desde aquel momento, desde aquel abrazo, América Latina nunca más fue la misma. Se avanzó en la construcción de las políticas anti-neoliberales, no solo en esos tres países sino también en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Se proyectaron así los más importantes líderes políticos de izquierda a escala mundial, sumándose a Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa.

Otro abrazo más reciente reactualizó los lazos hermanos: cuando Alberto Fernández dejó la campaña electoral presidencial en Argentina, para venir a visitar a Lula en la prisión de la Policía Federal de Curitiba. Un gesto de estadista y de carácter.

Por eso, al salir de la cárcel, el primer viaje de Lula una vez más fue a la Argentina; para agradecer a Alberto Fernández, pero también para reencontrarse con el pueblo argentino, en la Plaza de Mayo, donde Lula habló y se emocionó mucho.

Ambos presidentes se volvieron a abrazar el domingo de la segunda vuelta, cuando Lula fue electo de nuevo presidente de Brasil. Y se reunieron de nuevo a la mañana siguiente, en la primera reunión que tuvo Lula ese día.

Alberto Fernández participó asimismo de la emocionante toma de posesión de Lula, en el primer día de 2023. Se reunieron de nuevo al día siguiente por la mañana y Fernández fue de los primeros en expresar su solidaridad el 8 de enero, en el intento de golpe en Brasil.

Lula va a la cumbre de Celac en donde tendrá reuniones bilaterales con muchos de los representantes de los países presentes. Irá, a su vez, a Montevideo, donde se volverá a encontrar con el presidente de Uruguay, pero al mismo tiempo se reencontrará con su gran amigo Pepe Mujica.

Es posible que Lula lleve la propuesta formulada por su actual Ministro de Hacienda, Fernando Haddad de una moneda única sudamericana, que desdolarizaría el comercio en la región. Crearía, así, una nueva moneda –de nombre SUR–, de un Banco Central de América Latina. Como prueba del compromiso con la iniciativa, Brasil pondrá sus reservas para garantizar la nueva moneda, que podría ser asumida como moneda nacional de países como Argentina y, a lo mejor, la ayudaría a librarse de la inflación. A Ecuador le podría servir para librarse de la dolarización.

Pero, sobre todo, Lula lleva su historia, su cargo, su forma de ser, su amor por América Latina y, sobre todo, su amor por Argentina. También su saludo a los campeones del mundo, su experiencia de tres semanas intensas de nuevo gobierno, su optimismo, su alegría, su capacidad de conducción política, seguramente a Janja, su carismática mujer y la solidaridad de Brasil y de su pueblo.