El gobierno de Panamá anunció que no renovará su relación con la Ruta de la Seda, el mega plan estratégico comercial de China que firmó en 2017. La confirmación vino de la mano del presidente panameño, José Raúl Mulino,  en medio de la gira del jefe del Departamento de Estado, Marco Rubio. 

Uno de los argumentos de Trump para tomar el control del Canal de Panamá es justamente la influencia china. “Se lo dimos a Panamá, no a China”, dijo el presidente estadounidense en el discurso de la toma de mando en el Capitolio. 

En territorio panameño, el vocero del Departamento de Estado, Tammy Bruce,  advirtió que “si el país centroamericano no hace cambios inmediatos, Estados Unidos tomará las medidas necesarias para proteger sus derechos”. 

En una rueda de prensa tras el encuentro, Mulino dijo que “no hay una amenaza real (por parte de Estados Unidos) de recuperar el canal o el uso de la fuerza”. El acuerdo entre Panamá y China debe ser renovado en 2026.

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Esta presión hizo efecto inmediato y terminó con la decisión de abandonar la nueva ruta de la seda. Mulino en rueda de prensa calificó la reunión con Rubio como “un encuentro muy tranquilo y respetuoso. Queremos trabajar con Estados Unidos como siempre lo hemos hecho”.

La agenda de Trump con la región está siendo furiosa y agresiva. El fin de semana oficializó la imposición de aranceles a México, Canadá, China e India y elevó la tensión al máximo con Brasil y Colombia por la decisión de mandar de nuevo a esos países a los migrantes ilegales. 

No hay una amenaza real [por parte de Estados Unidos] de recuperar el canal o el uso de la fuerza

En el caso de Panamá, además de la tensión por la supuesta influencia china en el Canal, Estados Unidos tiene en la mira el país porque es otro de los países con migrantes ilegales que serán deportados. En ese marco, el país centroamericano cederá cierto control en el territorio de frontera con Colombia, en la provincia de Darién, donde posiblemente se construirá una pista de aterrizaje para profundizar la política de deportación de migrantes comenzada en julio pasado, cuando asumió Mulino.

 “Quedamos en explorar la posibilidad de ampliar el memorándum que firmamos el 1 de julio para poder articular más”, dijo el presidente panameño. “En estos momentos, esas concesiones son auditadas por el Gobierno de Panamá y tenemos que esperar que esas auditorías terminen, para sacar nuestras propias conclusiones y actuar en consecuencia”, planteó Mulino. 

Si el país centroamericano no hace cambios inmediatos, Estados Unidos tomará las medidas necesarias para proteger sus derecho

Rubio visitó  las instalaciones de la empresa de capitales norteamericana AES en la provincia de Colón, donde está el 60% de las operaciones del canal. La gira de Rubio continuará hacia El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.

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La decisión de Panamá no tuvo quejas de la cancillería china. El mismo día del anuncio y con Rubio reunido con Mulino, el Departamento de Estado sacó de su página web  la mayor parte de su página sobre Taiwán y confirma la ratificación de de EEUU de la política de una sola China.

Esto sugiere que podría haber un acuerdo tácito entre los dos potencias globales en una suerte de reparto internacional de los territorios.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com