«La agenda de las mujeres ha sido totalmente borrada de esta campaña electoral, ni siquiera se sacan una foto con el cartel de Ni Una Menos, a pesar de que hay casi una muerta por día por violencia de género en nuestro país, por eso es un desafío muy importante ser la primera candidata a presidenta mujer dentro del Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (FIT-U)», dice a Página/12 Myriam Bregman, 51 años, abogada de derechos humanos y fábricas recuperadas, ex trabajadora bancaria, diputada nacional y legisladora porteña por el FIT-PTS desde 2015. Se dispone a un encuentro con Fernando Signorini, el preparador físico de Diego Maradona, pero antes dialoga con este diario, mientras reta a su perro Dimitri, que desparrama la ropa por toda la casa.

–¿Por qué habría que votar a su lista «Unir y Fortalecer a la Izquierda»?

–La lista que encabezamos con Nicolás Del Caño, que es reconocido en todo el país porque vive como dice, tiene el orgullo de llevar en cada provincia a los referentes de las principales luchas: en la CABA la feminista socialista Andrea D’Atri, en Mendoza la obrera vitivinícola Ana Maya, en Tucumán el obrero citrícola Víctor Santillán, los compañeros y compañeras de Neuquén que lucharon por la salud, contra el extractivismo y la megaminería; con Raúl Godoy obrero de Zanon como cabeza de la lista para el Parlasur mientras que UP lleva a (Mariano) Arcioni, represor de la protesta ambientalista, que va en ambas listas. En Jujuy están Natalia Morales e Iván Blancut, que fueron presos por la protesta contra la reforma de Morales, y Alejandro Vilca, posible primer senador del FIT-U. Muchas mujeres que lucharon por un techo para sus familias y fueron reprimidas en Guernica, en La Matanza y en Rosario, integran nuestras listas.

–¿Por qué la agenda feminista está ausente de la campaña?

–Nuestro país está más condicionado que nunca por el FMI, los candidatos de las principales fuerzas ya ni siquiera hacen demagogia. Entre las víctimas de esa política estamos las mujeres, el ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad es el que tiene menos presupuesto. La pobreza se ha feminizado. No hablan de eso los de Juntos por el Cambio, pero tampoco los de UP. Ninguno de los dos candidatos de esa interna se caracterizan por ser defensores de los derechos de las mujeres, en el caso de Grabois es conocida su cercanía con la Iglesia. Cuando hablo con las pibas veo que hay una nueva conciencia que hemos conquistado, y no se la podemos entregar a una derecha retrógrada que dice que hay que reemplazar la educación sexual por pornografía.

–¿Grabois le quita votos al FIT-U?

–No es un problema. Está puesto para que no se termine de desgranar de UP un sector que cuestiona esas políticas. Votarlo es ir camino a una nueva desilusión. Por eso llamo a esos votantes a pensar que es hora de no resignarnos y pelear por una alternativa que se plantee en defensa de los trabajadores y trabajadoras, de los derechos de las mujeres. La derecha viene insistiendo mucho con la reforma laboral, atacar las conquistas que todo un sector de la clase obrera todavía tiene en nuestro país, culpan a los propios trabajadores sobre la falta de trabajo o si las PyMES cierran es por la supuesta industria del juicio o las altas indemnizaciones. Lamentablemente Grabois cae en esas concesiones ideológicas de darle la razón a la derecha sobre discutir un seguro de contingencia. Me gustaría que recorran Tribunales y vean a los trabajadores esperando por años cobrar una indemnización, y cuando la cobran perdió completamente valor porque la inflación se come todo. Me siento hermanada con ese dolor, no en buscar excusas del desastre económico de quienes ya nos gobernaron.

–La otra lista acusó al PTS de educar a sus bases en el racismo. ¿Qué responde?

–Muchos votantes de izquierda me agradecen que jamás bajé el nivel del debate, nosotros debatimos con los candidatos del ajuste, responsables de que más de la mitad de los niños y niñas de este país estén bajo la línea de pobreza, que recortan en salud mental cuando los pibes nos dicen por favor necesitamos ayuda. Ante esta situación hablaría muy mal de mí dedicarle minutos a agredir a otros compañeros y compañeras de izquierda. Si alguien nos va a votar es porque nos ve en cada lucha, porque no decimos una cosa en campaña y después nos damos vuelta votando cosas contrarias. Integro la lista con compañeros de Izquierda Socialista (IS) como Rubén «Pollo» Sobrero, referente de la lucha del ferrocarril, con Jorge Adaro a quien la ministra (Soledad) Acuña elige de antagonista para perseguirlo. Nuestras peleas son colectivas, siempre apostamos a la construcción del FIT-U y lo seguiremos haciendo con respeto.

–¿Fue un error ir a las PASO?

–Hemos dirimido las candidaturas de distinta forma, a veces con PASO, otras con listas comunes. Ahora la otra lista decidió unilateralmente promulgar una fórmula.

–Ellos dicen que en 2022 ustedes proclamaron su fórmula con Vilca.

–No fue así. Pero no voy a hablar más al respecto porque es hora de enfrentar a los candidatos del ajuste y no seguir en una discusión entre compañeros de izquierda.

–En la elección general, ¿el voto bronca irá a Milei o la izquierda puede crecer?

–Hay un voto bronca fuerte por la pobreza y los bajos salarios, el desastre de quienes ya gobernaron. A Milei lo construyeron intentando que el descontento quede en un cuestionamiento a la dirigencia política y no a los dueños del poder económico, a lo que Rodolfo Walsh llamaba «los dueños de todas las cosas». Esa bronca también se expresa por izquierda como se demostró en Jujuy, Córdoba, Neuquén y Chubut. A los grandes medios y a los encuestadores les interesa tapar a la izquierda consecuente que en 2021 hizo su mejor elección, dando pelea a pulmón y sin aparatos. Nos ponen el 2% y yo digo que con ese porcentaje yo no hubiese salido diputada nacional.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/575770-myriam-bregman-la-agenda-de-las-mujeres-ha-sido-totalmente-b