Aunque Javier Milei se quedó con casi todo el electorado del extinto Juntos por el Cambio en Córdoba, los cuestionamientos del núcleo libertario original a Gabriel Bornoroni (es decir a Karina Milei) abre una incógnita al analizar el escenario electoral de medio término: los «Frankenstein» libertarios, que en esta provincia tienen figuras fuertes como Agustín Laje y «El Presto», que podrían disputar un porcentaje del votante duro del jefe de Estado.
Esa es la conclusión principal del estudio mensual que realiza Pulso Social. Aunque los números reflejar con claridad una recuperación de la imagen y centralidad de Milei en Córdoba, el análisis señala que «Milei no estará en las listas traccionando votos hacia los candidatos de LLA», por lo cual, «la implementación de la Boleta Única genera el riesgo del surgimiento de candidaturas encabezadas por los denominados ‘Frankensteins’ libertarios».
Son quienes rechazan de plano la construcción verticalista, de «manada» que realiza Karina Milei y que en Córdoba despliega Bornoroni, ya lanzado a la candidatura a gobernador en 2027. Aunque numéricamente es un espacio menor, tiene una fuerte incidencia ideológica entre los libertarios originales. En la provincia mediterránea aparecen Agustín Laje y Eduardo Prestofelippo, «El Presto», quien tiene desde hace años una alianza con Agustín Spaccesi, el legislador provincial libertario.
Karina agitó la fórmula Milei-Milei y lanzó a Bornoroni para Córdoba
«Son quienes se presentan como guardianes fundamentalistas de la pureza del libertarianismo original, y cuentan con mucha legitimación e influencia en el electorado libertario», dice el estudio de Pulso Social al advertir las complicaciones que tendría Milei en arrastrar a todos los votos en las legislativas de octubre.
Pese a esto, Milei «captura gran parte del electorado histórico de la ex alianza Juntos por el Cambio que obtendría solo el 5%, aun con un esquema de 15% de indecisos». La encuesta también muestra la fuerte recuperación que tuvo en la provincia que lo hizo jefe de Estado: tiene 56% de aprobación y 39% de rechazo, casi los mismos porcentajes de enero, cuando el gobierno trastabillaba. Dos meses antes, en septiembre, la negativa trepó al 46 y la positiva bajó a 52. Fue el peor momento de Milei.
«El dato llamativo -dice la encuesta- es que entre los votantes de Schiaretti en las elecciones de 2023 predomina la imagen negativa sobre la gestión de Milei»: de los peronistas cordobeses, 36% califica al gobierno nacional como muy malo y el 22%, como malo. Casi la totalidad de los votantes de Sergio Massa en Córdoba desaprueba la gestión nacional.
La recuperación también le llegó a Martín Llaryora, cuyo gobierno atravesó tormentas entre marzo y julio, según la evolución que hace Pulso Social. En noviembre, él gobernador cordobés logró 52% de aprobación y 41% de rechazo, números idénticos a los que tenía en enero. A mitad de año, en cambio, la desaprobación llegó al 48% y la imagen negativa fue superior a la positiva. La turbulencia parece haber quedado atrás. Eso es por los votantes de Schiaretti: el núcleo duro del peronismo considera que la gestión de Llaryora es muy buena (25%) y buena (51%); mientras que los votantes de Massa se inclinan por calificarla de buena (43%). En cambio, libertarios y votantes de Bullrich desaprueban con contundencia a Llaryora.
Fuente: LaPoliticaOnLine.com