En medio de la tensión de las últimas semanas, el presidente Javier Milei y la vice Victoria Villarruel encabezarán actos por separado para la conmemoración del 42° aniversario de la Guerra de Malvinas. Aún así se cruzarán en uno de ellos. Villarruel se quedó sin presupuesto para el desfile ante el Congreso.
El cronograma de actividades del jefe de Estado iniciará a las 10 de la mañana del 2 de abril con la colocación de una ofrenda floral en el Cenotafio de los Caídos en Malvinas. Se trata del espacio dedicado a los 649 caídos en Malvinas, ubicado en la Plaza General San Martín, en la avenida Santa Fe y Maipú. Al cierre de esta edición, Villarruel tenía planificado asistir a este acto, según publicó la Agencia NA.
Más tarde, a las 15, en Casa Rosada, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, rebautizarán el salón Pueblos Originarios con algo relativo a la causa de Malvinas. “La idea es renombrarlo por algo que ningún otro se anime a cambiar”, anticiparon en el Gobierno. Por la tarde, está previsto un Tedeum en la Catedral Metropolitana, al que darían el presente algunos funcionarios del Poder Ejecutivo, aunque aún no está confirmada la asistencia de Milei.
Por su parte, la titular del Senado también será la protagonista de su propia actividad programada para el miércoles 3 en la Cámara alta. Allí, a las 16, hará entre en el salón Azul de Diplomas de Honor a excombatientes y a integrantes de la Comisión de Familiares Caídos. La idea de organizar un desfile militar quedó trunca por el costo que implicaría concretarlo.
La fecha es un problema para ambos. Milei no oculta su admiración por la expremier británica Margaret Thatcher y Victoria Villarruel presume su perfil nacionalista y ser hija de un excombatiente. En medio, el Gobierno dio de baja el desfile militar en el que trabajaba la vicepresidenta, se planificaron agendas paralelas y la idea es que en los actos conmemorativos se crucen lo menos posible.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/725658-milei-la-vice-y-malvinas-un-cruce-con-agendas-separadas