Con la Asamblea General de Naciones Unidas como objetivo principal, partió este sábado a la noche rumbo a Nueva York la comitiva presidencial. Mientras el presidente termina de preparar el discurso que dará ante 130 jefes de Estado, la embajada argentina en Nueva York se encarga de su agenda. Lo más destacado: promover la candidatura del Museo de Memoria ESMA como Patrimonio Mundial de la Unesco, y volver a Houston, donde hace una semana estuvo el ministro de Economía Sergio Massa, para promocionar Vaca Muerta en el epicentro de los negocios y la energía.
Alberto Fernández se tomará el domingo para terminar de definir palabra por palabra lo que disertará el próximo martes en la Asamblea General de la ONU, un espacio que se celebra anualmente en Nueva York – salvo los últimos dos años debido al Covid-19- desde 1946 y que constituye un archivo histórico de discursos de líderes mundiales.
Fue allí donde Fidel Castro se pasó cuatro horas y media defendiendo la revolución cubana que acababa de derrotar a Fulgencio Batista en 1960. El discurso fue incluido en el Libro Guinness de los Récords como el más largo en la historia de la ONU. Sus primeras palabras fueron: «Aunque nos han dado fama de que hablamos extensamente, no deben preocuparse. Vamos a hacer lo posible por ser breves». También fue el escenario en el que, cuatro años más tarde, Ernesto Che Guevara reforzó ese discurso cerrando con un Patria o Muerte que sigue vigente hasta nuestros días. Donde Hugo Chávez, el entonces presidente de Venezuela, trató de diablo a George Bush: «Ayer vino el Diablo aquí, ayer estuvo el Diablo aquí, en este mismo lugar. Huele a azufre todavía a esta mesa donde me ha tocado hablar”.
Evento en el que, a pocos días de asumido, un Néstor Kirchner con aún poca legitimidad en función del resultado en las urnas, apuntó sobre la responsabilidad de los organismos financieros internacionales en la magnitud de la deuda de los países en desarrollo y les advirtió que ni a ellos les convenía que haya países en desarrollo sin crecimiento: «Nunca se supo de nadie que pudiera cobrar deuda alguna a los que están muertos”, sentenció. También fueron memorables muchos de los discursos de Cristina Kirchner durante sus ocho años de mandato.
El de este martes, que el presidente elabora junto al Canciller Santiago Cafiero y el asesor presidencial Alejandro Grimson, incluirá una condena a la violencia política con especial referencia al intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner a apenas un año de que se cumplan 40 años de democracia en Argentina. Se mencionará a la AMIA y «naturalmente, Malvinas», aseguraron desde el gobierno.
En términos económicos, mantendrá el espíritu de las últimas apariciones a nivel internacional: las posibilidades que tiene Argentina de insertarse en una cadena de suministro de alimentos y energía que se pusieron en jaque primero con la pandemia del Covid 19, y luego con la guerra entre Ucrania y Rusia. Los platos fuertes que tiene el país son los alimentos, escenario donde ya cuenta con experiencia y renombre a nivel mundial, energía y minerales estratégicos.
La memoria, patrimonio mundial
El lunes previo al discurso, el Presidente tiene cita en el Consulado con el fin de candidatear al ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio, hoy convertido en un museo Sitio de Memoria ESMA, a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Proyecto que se arrastra desde el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner y fue encomendado como prioridad en la agenda de la actual embajadora argentina en la Unesco, Marcela Losardo.
El equipo de trabajo del Museo Sitio de Memoria presentó en enero de 2022 el expediente para participar y este lunes el Presidente le dará su apoyo inaugurando en Nueva York de la muestra itinerante ESMA – Memoria Argentina para el Mundo que recorre los sucesos acontecidos durante la dictadura cívico-militar en Argentina entre 1976 y 1983 y busca dar cuenta de las resistencias y del proceso de Justicia logrado en democracia, a partir de la lucha de los organismos de Derechos Humanos de nuestro país.
La votación que definirá la competencia se realiza en junio del año que viene, y toma particular relevancia porque no existe dentro del listado de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco más que un sitio de memoria, la isla de Gorée frente a la costa de Senegal que fue el mayor centro de comercio de esclavos de la costa africana.
Houston, tenemos energía
Una escala importante que hará el Presidente previo al regreso a Buenos Aires será en la ciudad de Houston, en Texas, el epicentro de los negocios y la energía. Houston tiene la particularidad de contar con recursos no convencionales, al igual que Vaca Muerta. Es por este motivo que la Argentina mira particularmente para un lugar en donde la curva de aprendizaje y los equipos para la extracción de reservas no convencionales de petróleo y gas (es decir, de una roca más profunda y menos porosa que necesita un tratamiento especial), hacen más atractivo el negocio.
La familia petrolera de Texas recibirá a Alberto Fernández apenas diez días después de la visita del ministro de Economía Sergio Massa. «Los dos movimientos forman parte de una misma estrategia que es la de poner en valor y mostrar las potencialidades de Vaca Muerta», explica el embajador Jorge Argüello ante la observación de PáginaI12, y agrega: «Pero la visita del presidente supone un encuentro con la totalidad de las empresas y significa un mensaje emitido al más alto nivel».
Fernández expondrá ante 80 empresas estadounidenses sobre las potencialidades del segundo reservorio de gas y cuarto de petróleo no convencional del mundo. «Muchas de ellas ya invierten en Argentina, otras evalúan invertir y hay otras que queremos convencer para que lo hagan», asegura Argüello.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/482882-memoria-deuda-y-energia-los-ejes-de-alberto-fernandez-en-nue