Después de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hablara de la decadencia de la Corte Suprema y que el presidente Alberto Fernández reclamara una reforma judicial profunda, el ministro de Justicia, Martín Soria, apuntó contra lo que se percibe como una nueva coordinación entre los tribunales más importantes del país para arremeter contra CFK y para favorecer al expresidente Mauricio Macri. “Esta Corte es la cabeza de un Poder Judicial que lamentablemente han corrompido, que ya no da muestras de imparcialidad ni independencia”, le dijo Soria a Página/12.
— ¿Comparte con CFK que hay una decadencia de la Corte?
— Absolutamente. En quince minutos la vicepresidenta resumió la historia de la persecución político, mediática y judicial en la Argentina –que algunos llaman lawfare–, explicitando la concepción que la gran mayoría de los argentinos tiene hoy lamentablemente de la Justicia, salvo algunos pocos beneficiarios de Comodoro PRO. Ésta es la Justicia totalmente deslegitimada, como bien dice también el Presidente. Incluso lo reconoció el exempleado de Clarín que «Pepín» Rodríguez Simón puso en la Corte con Horacio Rosatti. Me refiero a Carlos Rosenkrantz, que, al abrir el año judicial en 2019, dijo que la Justicia argentina sufría una profunda crisis de legitimidad. Por eso es increíble que algunos se escandalicen y hablen de un ataque a la Corte en vez de escandalizarse por las fechorías de algunos jueces o integrantes del Poder Judicial: jueces de la Corte puestos por decreto, jueces y camaristas que se reunían clandestinamente en Olivos y en la Rosada, jueces puestos a dedo en la Cámara Federal mediante traslados ilegales que dispuso Macri, la intervención de Rosatti en el propio Consejo de la Magistratura garantizándoles la cobertura a esos jueces, que son amigos de Macri y salieron a salvarlo para garantizarle impunidad.
— Pese a la percepción negativa de la Justicia, ¿por qué cree que no hay demanda ciudadana de cambios porque mayoritariamente se percibe como una pulseada política?
— Hubo manifestaciones en las puertas del Palacio o en Comodoro Py. Para cambiar el funcionamiento de la Justicia se necesitan leyes y, para eso, se necesitan los votos y hoy tenemos una oposición totalmente abroquelada. Son los mismos que hacían la persecución política.
— ¿A nivel del Frente de Todos no hubo diferencias internas que dificultaron avanzar con estas reformas?
— Para nada. Dentro del Frente de Todos podemos debatir sobre un montón de aspectos y cuestiones, pero creo que todos coincidimos en una misma mirada sobre el pésimo funcionamiento que lamentablemente tiene esta Justicia que fue totalmente corrompida durante cuatro años por el macrismo y que hoy seguimos padeciendo las consecuencias.
— ¿Cree que la Corte está allanando el camino para una condena contra CFK en el juicio de Vialidad antes de las elecciones del año próximo?
— Tenemos una Corte Suprema que falla según el apellido del imputado o el signo político del imputado. Rosatti dijo que tenemos una Corte «tiempista», que decide según el contexto político y el momento. Cristina hizo dos conferencias seguidas y, de golpe, salieron todos estos fallos vergonzosos, escritos con un odio impropio de un máximo tribunal y dándole una clara señal al tribunal oral acerca de cómo debe fallar, que es lo mismo que vienen anunciando Clarín y La Nación. Se advierte un nado sincronizado entre todos estos personajes que fueron parte de la persecución política, mediática y judicial en la Argentina. Es la misma Corte avaló –y según ellos mismos dicen por lo bajo redactaron– la nefasta doctrina Irurzun sobre las prisiones preventivas exprés para funcionarios peronistas. El pescado se pudre por la cabeza y esta Corte es la cabeza de un Poder Judicial que lamentablemente han corrompido, que ya no da muestras de imparcialidad ni independencia.
— CFK comparaba esta Corte con la de la mayoría automática, que llegó a su fin tras el anuncio de Néstor Kirchner del juicio político a sus integrantes. ¿Está en carpeta una opción semejante?
— No está en carpeta del Ejecutivo. Yo creo que están dadas las condiciones para más de un juicio político. Lilita Carrió pidió el juicio político de Ricardo Lorenzetti hace tiempo, por ejemplo.
— ¿Pero no lo van a impulsar?
— Tenemos un problema de fondo. El Gobierno no tiene presupuesto porque la oposición se niega a dárselo, por lo tanto es difícil alcanzar esa mayoría que se requiere para hacer un juicio político.
— Hay una ingeniería que el Gobierno no maneja: lugares claves en la Cámara Federal porteña, integración de la Corte y la designación del procurador. ¿Hay espacio para salir de esa encerrona?
— En política, de todos los laberintos es siempre más fácil salir por arriba. Tenemos una Corte que juega con nado sincronizado con algunos elementos de Comodoro Py y esto es alevoso.
— ¿O sea que hay una nueva coordinación judicial?
— Yo creo que es la misma que venía de antes. Acá hubo un poder político que perdió las elecciones en 2019, pero hay estamentos de esa persecución política que siguen estando –que son los Irurzun, los jueces de la Corte, los Hornos, los Borinsky, los Stornelli, los Llorens y podemos seguir… Hay un nado sincronizado que, quizá, en medio de la pandemia no advertimos. Pero, a partir del año pasado, cuando empezamos a impulsar fuertemente la necesidad de reformas en la Justicia argentina, empezaron a jugar en tándem otra vez, sobre todo después de las últimas elecciones legislativas.
— ¿Situaría esa reacción judicial al momento en que sale el fallo de la Corte sobre el Consejo de la Magistratura?
— Semanas antes del 16 de diciembre, el Consejo de la Magistratura estaba buscando los consensos necesarios para cubrir las ternas de Bruglia y de Bertuzzi, dos camaristas de Comodoro Py muy importantes para el macrismo. Demasiado obvia la maniobra de meterse por la ventana a manejar el Consejo de la Magistratura para frenar que se avance en esa línea.
— ¿Cómo evalúa el sobreseimiento de Macri que dictaron el viernes pasado?
— Es un mamarracho sin precedentes jurídicos. Tienen un antecedente que es claro pero que dista muchísimo de ser jurídico: el fallo de Llorens y Bertuzzi de la doctrina del cuentapropismo, que después fue confirmado por Hornos y Borinsky en Casación.
— ¿Entonces el espionaje va a quedar impune de acuerdo a los parámetros que establece Comodoro Py?
— Yo no digo que vaya a quedar impune. Lo que yo digo es que son muchas las causas y que todas estas doctrinas raras para salvarlo –la del cuentapropismo, la de la seguridad presidencial– son unos mamarrachos. Los familiares del ARA San Juan ya dijeron que van a seguir promoviendo medidas para no permitir que se cierre.
— ¿Cómo toma la reacción de la Asociación de Magistrados, que le pide al Gobierno templanza y que se ocupe de la situación social y económica después del video de CFK?
— Tantos años guardando silencio sobre las fechorías que cometieron algunos sectores del Poder Judicial durante el macrismo que me había olvidado de la Asociación de Magistrados y Funcionarios. ¿Ahora se preocupan porque la vicepresidenta, el Presidente o un ministro critican el pésimo funcionamiento de la Justicia? Me parece que tienen una doble vara o están ansiosos por el segundo tiempo.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/438426-martin-soria-esta-corte-es-la-cabeza-de-un-poder-judicial-co