Más de 30 organizaciones participarán este viernes de la segunda movilización nacional contra la violencia ginecobstétrica y neonatal para visibilizar sobre esta violencia naturalizada entre mujeres y disidencias, en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado.

Bajo la consigna de “Sumate a la marea roja” la concentración se realizará a las 17 en la plaza del Congreso de la Nación, en la Ciudad de Buenos Aires; y habrá actividades en Mendoza, Tierra del Fuego, San Luis, Río Negro, Entre Ríos, La Rioja y Tucumán.

“La violencia ginecobstétrica es la última forma de violencia de género socialmente aceptada, donde se enmascaran muchas prácticas y procedimientos que no tienen el mejor sustento ni los mejores avales”, expresó a SomosTélam Luján Arcidiácono, coordinadora de la campaña Mi parto, Mi decisión.

La violencia ginecobstétrica es la última forma de violencia de género socialmente aceptada”.

LUJÁN ARCIDIÁCONO.

A pesar de que la ley 25.929 de parto humanizado cumple 20 años en nuestro país, no se hace efectiva en prácticamente ninguna institución porque requiere de un cambio cultural y cómo se entiende el parto a nivel social, hizo hincapié Arcidiácono. 

“Si bien esta es una lucha de muchos años, la falta de perspectiva de género en la que el gobierno abiertamente se ha posicionado en contra nos toca, porque entendemos que la única forma posible de abordar realmente la violencia ginecobstétrica es con perspectiva de género ya que la forma en la que entendemos los partos y todos los procesos sexuales reproductivos y no reproductivos tiene mucho que ver con los estereotipos y con los roles asignados por cuestiones de género”, mencionó.

Algunos de los reclamos

Entre los principales reclamos se encuentran la sanción de la ley de capacitación obligatoria al personal de salud en violencia ginecobstétrica; la ley de Casas de Partos; la ley de puericultoras y el nuevo ejercicio profesional de los licenciados en obstetricia.

“Estamos en un estado de alerta, estamos preocupadas, obviamente que en un escenario en donde hay una agenda abiertamente antifeminista esto nos toca de lleno porque esta lucha es una lucha feminista y por supuesto también preocupadas por el avance de muchas acciones que resultan en pérdidas de derechos”, concluyó la coordinadora de la campaña “Mi parto, Mi decisión”.