29 de mayo de 2025
El radicalismo bonaerense tuvo la primera reunión entre sus 27 intendentes y la conducción de contingencia en la que cogobiernan los sectores de Maximiliano Abad y Martín Lousteau, luego de las tensiones internas que cruzaron las elecciones del partido en la provincia.
Tras casi cuatro horas de reunión, voces de ambas líneas internas coincidieron en la necesidad de mostrar a un radicalismo “competitivo” y en hacer valer el peso territorial que el partido tiene en el interior. Eso, a la hora de pensar en posibles acuerdos frentistas.
Pero, en lo relativo a la posibilidad de integrarse a un frente con el PRO y La Libertad Avanza, los radicales señalaron que nadie los contactó para abrir negociaciones en ese sentido.
“También decimos que nosotros no le negamos el saludo a nadie”, dijo el presidente del comité de contingencia, Miguel Fernández, en clara alusión a la actitud de Javier Milei a Jorge Macri durante el tedeum del 25 de mayo.
Alineado a Abad, Fernández expresó en reiteradas ocasiones su rechazo a un acuerdo con los libertarios. Sin embargo, hay intendentes de ese sector que, en voz baja, se muestran permeables a un frente, ya que -argumentan- se trataría de un esquema que no requiere “que se absorba la identidad del radicalismo”.
De todas formas, buena parte de los jefes comunales sostiene la postura de no aliarse con los libertarios y ratifican la posición que, meses atrás, expresó el Foro de Intendentes en lo relativo a no hacer alianzas con “posiciones extremas”.
“Queremos construir un proyecto colectivo que sea competitivo, que tenga vocación de poder, que no traicione a los ideales del radicalismo y se haga de abajo hacia arriba, estamos convencidos de eso”, dijo a LPO el titular del Foro, Maximiliano Suescun (Rauch).
Y agregó: ” Lo que sí sabemos es que estamos construyendo una identidad y que el radicalismo no está de oferta”.
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Sobre el clima interno, sostuvo: “Lo que entusiasma es que se aprecia voluntad de construir algo colectivo que contenga a todos los sectores del radicalismo que han estado con tantos desencuentros y falta de diálogo, hoy eso aparece absolutamente distinto”.
Como contó LPO, en lo que coinciden todos los sectores del radicalismo es en que la alianza a futuro tiene que discutir aspectos programáticos troncales y respetar la territorialidad del partido en el interior, que debe traducirse en la gravitación de los intendentes en las listas seccionales y la lapicera en los municipios donde gobiernan.
“El radicalismo tiene un valor y hay que defenderlo”, señalaron. La idea de acá al cierre de alianzas del 9 de julio es generar espacios de comunicación constante entre la conducción de contigencia, el Foro de Intendentes, la Juventud Radical y los referentes de los municipios donde el radicalismo no gobierna.
Fuente: LaPoliticaOnLine.com