Los integrantes de la agrupación neonazi Revolución Federal Jonathan Morel, Leonardo Sosa y Sabrina Basile planeaban una nueva acción violenta frente a la Casa Rosada pocos días antes de ser detenidos. Querían colocar bolsas mortuorias pero esta vez con sus propias caras, como para victimizarse ellos cuando ya estaban bajo investigación judicial y sumar a personajes antikirhneristas, desde Eduardo Prestofelippo, alias «El Presto», hasta Patricia Bullrich. Así surge de las escuchas que había ordenado el juez Marcelo Martínez de Giorgi en la investigación sobre las actividades de esta organización. De este plan en particular hablaban el 13 de octubre. Fue uno de los factores que llevaron al fiscal Gerardo Pollicita a pedir la detención tanto de estas tres personas como de Gastón Guerra. En su dictamen ante el juzgado destacó que tanto las protestas callejeras como las charlas que hacía en redes sociales este grupo, donde llegaron a pedir muerte para Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner y Alberto Fernández, colaboraron con una «escalada de violencia y odio» «cuyo acto más trascendente resultó ser el intento de homicidio de la Vicepresidente de la Nación».
«Nos quieren muertos pero no van a poder», dice Morel en una de las conversaciones con Sosa. Este último es quien al parecer manejaba las redes sociales de la organización, que se utilizaban como herramienta de influencia. En el allanamiento en su casa es donde se encontraron 50 mil dólares, algunos euros y 365 mil pesos, junto con panfletos de la agrupación. Comentan que le van a «declarar la guerra a la dictadura», en alusión al Gobierno. Morel le dice a Basile, según pudo reconstruir este diario por fuentes con acceso a la causa: «La idea es reunir a todos damnificados por los K, en el sentido este de calumnias e injurias». «¿Entendés? –le insiste– a todos los que nos ensucian como El Presto, Emmanuel Danann (…) Patricia Bullrich también me encantaría. ¿Entendés?».
Página/12 anticipó que estos planes incidieron en la decisión de las detenciones, aunque el fiscal tuvo en cuenta una situación de peligrosidad amplia por la gran cantidad de acciones violentas y amenazantes que llevaron adelante desde mayo en adelante y en especial el mes previo al ataque a CFK. Ahora se conoce el detalle de lo que pergeñaban con posterioridad. Morel dijo en la indagatoria que después del atentado no se reunieron más. Sin embargo, seguían tramando actos violentos.
El nombre de El Presto apareció en el expediente sobre el intento de asesinato de CFK por la relación sentimental que entabló durante unos tres meses este año con Brenda Uliarte, una de las detenidas en ese caso y, a todas luces, quien tuvo un papel clave en la planificación del atentado que trató de llevar a la práctica su pareja, Fernando Sabag Montiel, quien ubicó una Bersa calibre 32 a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta, intentó gatillar pero la bala no había ingresado a la recámara. Prestofelippo es un activista antigobierno que dirige el sitio Data 24, tiene una condena por hostigar y discriminar a través de las redes a la primera dama Fabiola Yáñez y otra causa por amenazas a CFK que tramita en Córdoba.
A simple vista, Danann es un «influencer» antiderechos, negacionista, antivacunas, misógino. Su verdadero nombre es Manuel Jorge Gorostiaga y fue contratado en 2018 por la AFI macrista para, supuestamente, infiltrarse en el partido de Javier Milei. Suele aparecer en fotos no sólo junto a Milei, sino también con Waldo Wolff, Juan José Gómez Centurión, Florencia Arietto y, en especial, Bullrich. Danann/Gorostiaga aparece en imágenes junto a Hernán Carrol, un nombre que introdujo Sabag Montiel en la causa sobre el intento de asesinato de CFK. Es un ex candidato a concejal en La Matanza por la lista de José Luis Espert (en la pandemia había sido un referente de los gimnasios que pedían la reapertura), también cercano a Milei y a Bullrich. El detenido le dijo en una nota manuscrita a la jueza María Eugenia Capuchetti que quería revocar la designación de su defensor oficial, Juan Martín Hermida, y que Carrol le pusiera un abogado particular. Era una forma de decir presionar: «si me metieron en esto, ahora me sacan». La información sobre este personaje está en el expediente hace más de 25 días y no hubo grandes avances pese a las medidas pedidas por la querella de CFK.
En la causa de Martínez de Giorgi se intenta desentrañar ahora al ruta del posible financiamiento de la organización Revolución Federal y el papel de Caputo Hermanos. Las mayores dudas están puestas en las entregas de dinero en negro. Los entrecruzamientos de llamados y el análisis de los celulares será crucial. Un punto que preanuncia dificultades es que se busca rastrear también la vinculación de los integrantes de esta agrupación con los involucrados en la causa del intento de magnicidio. Parece a esta altura una complejidad que las causas tramiten en forma separada, como ordenó el presidente de la Cámara Federal, Mariano Llorens, quien a fin de septiembre pidió (en minoría) en una causa sobre traslado de muebles a Santa Cruz la detención de CFK. Además el fiscal fue elocuente sobre la posible conexión de Revolución Federal con el atentado. La coincidencia de nombres de dirigentes políticos e «influencers» de ultraderecha, antigobierno, libertarios y «halcones» del PRO en ambos expedientes también sugiere una confluencia.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/492239-los-neonazis-de-revolucion-federal-planeaban-una-nueva-accio