1 de diciembre de 2025

En una jugada de alto impacto, Martín Llaryora impulsa al juez de Control Nº 5 de la ciudad de Córdoba, Carlos Lezcano, como jefe de los fiscales cordobeses. Se trata del abogado con el que Luis Juez tenía una sociedad que se rompió en 2003, cuando, en el pico de la enemistad de Juez con José Manuel de la Sota, Lezcano ingresó a la Justicia provincial.

La decisión de impulsar el pliego de Lezcano es, además, una clara señal del fastidio que hay en el Poder Ejecutivo con Juan Manuel Delgado, el actual fiscal General cuyo mandato vence en marzo. Al exponer el pliego de su sucesor, Llaryora deja a Delgado sin poder real. Es una invitación a la renuncia.

Lezcano llegó a esta postulación tras una larga carrera judicial, con más de 20 años de experiencia en el fuero penal. Llaryora viene de chocar en dos oportunidades con los magistrados: primero, cuando impulsó a su funcionaria Jessica Valentini, sin experiencia judicial, como vocal del Tribunal Superior de Justicia. Luego, cuando llevó como fiscal General Adjunto al abogado penalista Alejandro Pérez Moreno. Ahora, busca redimirse con el empoderamiento de un juez con “amplia trayectoria, trabajador, de perfil bajo y que mostró independecia”, dicen en el Gobierno.

Se refieren a que en su vasta trayectoria, Lezcano elevó a juicio la causa por el asesinato del adolescente Blas Correas, en el marco de un operativo policial, caso que puso en jaque el Goierno de Juan Schiaretti. Más acá, también llevó a juicio al exconcejal y puntero peronista Guillermo Kraisman, quien cayó por haber robado una bondiola en un supermercado.

El pliego de Lezcano podría ser tratado este mismo mes, por lo que su designación dependería de hasta cuándo se quede en el cargo Delgado, el actual fiscal General. Al dejarlo offside, la señal del gobernador es clara: quiere que se vaya lo antes posible. En cualquier caso, en los tribunales cordobeses entienden que Delgado ya no tiene más poder real.

Lezcano era íntimo amigo de Walter Montenegro, quien fue secretario de Transporte en la Municipalidad de Córdoba cuando Juez fue intendente, entre 2003 y 2007. Así, Lezcano y Juez trabaron una sociedad en el estudio jurídico de calle Corro. Incluso, en 1998, en el marco de la interna peronista, Lezcano fue el apoderado de Luis Juez en la contienda contra Juan Schiaretti y German Kammerath. Parecía una sociedad sólida, pero al promediar la campaña de 2003, Lezcano fue convocado por el Gobierno provincial para sumarse al Poder Judicial en el marco de la emergencia judicial que había suspendido el funcionamiento del Consejo de la Magistratura. Juez tomó aquella oportunidad de Lezcano como una traición.

Si traspasa la Legislatura, Lezcano tendrá el desafío de acelerar con el plan de territorialidad con el que el Gobierno provincial quiere combatir la inseguridad. Deberá trabajar con un viejo conocido: Juan Pablo Quinteros, el ministro de Seguridad que fue mano derecha de Juez hasta 2019. Llaryora impulsa al exsocio de Juez como procurador y apura la salida del actual fiscal General

Se trata del juez de Control Carlos Lezcano, que fue apoderado y socio del actual senador hasta 2003, cuando rompieron.

Carlos Lezcano

En una jugada de alto impacto, Martín Llaryora impulsa al juez de Control Nº 5 de la ciudad de Córdoba, Carlos Lezcano, como jefe de los fiscales cordobeses. Se trata del abogado con el que Luis Juez tenía una sociedad que se rompió en 2003, cuando, en el pico de la enemistad de Juez con José Manuel de la Sota, Lezcano ingresó a la Justicia provincial.

La decisión de impulsar el pliego de Lezcano es, además, una clara señal del fastidio que hay en el Poder Ejecutivo con Juan Manuel Delgado, el actual fiscal General cuyo mandato vence en marzo. Al exponer el pliego de su sucesor, Llaryora deja a Delgado sin poder real. Es una invitación a la renuncia.

Lezcano llegó a esta postulación tras una larga carrera judicial, con más de 20 años de experiencia en el fuero penal. Llaryora viene de chocar en dos oportunidades con los magistrados: primero, cuando impulsó a su funcionaria Jessica Valentini, sin experiencia judicial, como vocal del Tribunal Superior de Justicia. Luego, cuando llevó como fiscal General Adjunto al abogado penalista Alejandro Pérez Moreno. Ahora, busca redimirse con el empoderamiento de un juez con “amplia trayectoria, trabajador, de perfil bajo y que mostró independecia”, dicen en el Gobierno.

Se refieren a que en su vasta trayectoria, Lezcano elevó a juicio la causa por el asesinato del adolescente Blas Correas, en el marco de un operativo policial, caso que puso en jaque el Goierno de Juan Schiaretti. Más acá, también llevó a juicio al exconcejal y puntero peronista Guillermo Kraisman, quien cayó por haber robado una bondiola en un supermercado.

El pliego de Lezcano podría ser tratado este mismo mes, por lo que su designación dependería de hasta cuándo se quede en el cargo Delgado, el actual fiscal General. Al dejarlo offside, la señal del gobernador es clara: quiere que se vaya lo antes posible. En cualquier caso, en los tribunales cordobeses entienden que Delgado ya no tiene más poder real.

Lezcano era íntimo amigo de Walter Montenegro, quien fue secretario de Transporte en la Municipalidad de Córdoba cuando Juez fue intendente, entre 2003 y 2007. Así, Lezcano y Juez trabaron una sociedad en el estudio jurídico de calle Corro. Incluso, en 1998, en el marco de la interna peronista, Lezcano fue el apoderado de Luis Juez en la contienda contra Juan Schiaretti y German Kammerath. Parecía una sociedad sólida, pero al promediar la campaña de 2003, Lezcano fue convocado por el Gobierno provincial para sumarse al Poder Judicial en el marco de la emergencia judicial que había suspendido el funcionamiento del Consejo de la Magistratura. Juez tomó aquella oportunidad de Lezcano como una traición.

Si traspasa la Legislatura, Lezcano tendrá el desafío de acelerar con el plan de territorialidad con el que el Gobierno provincial quiere combatir la inseguridad. Deberá trabajar con un viejo conocido: Juan Pablo Quinteros, el ministro de Seguridad que fue mano derecha de Juez hasta 2019.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com