La nueva Ley Ómnibus todavía no se presentó y, pese a las odas a la buena voluntad de unos y otros, la oposición ya se chocó con la primera intransigencia de Javier Milei: la reforma de la movilidad jubilatoria. Fiel a su estilo, el Presidente dilata el debate y apuesta a que el tiempo funcione como variable de ajuste sobre los jubilados. El cambio de la fórmula de movilidad, insisten en el Ejecutivo, llegará cuando se trate la reforma laboral y el resto de la Ley de Bases. La decisión choca directamente con el reclamo de sus aliados en la Cámara de Diputados, que venían reclamando que se tratara antes, y enrarece un escenario que el oficialismo necesita límpido y amigable. La respuesta de la oposición, mientras tanto, fue automática: si el oficialismo no quiere tratar el tema, ellos lo forzarán convocando a la Comisión de Previsión Social por su cuenta.
Cuando Rodrigo de Loredo y Miguel Ángel Pichetto se reunieron con el ministro del Interior, Guillermo Francos, para analizar el borrador de la Ley Ómnibus 2.0 le pidieron, los dos, una misma cosa: separar el debate de las jubilaciones del resto del paquete de reformas y tratarlo cuanto antes. Ni De Loredo (UCR) ni Pichetto (Hacemos Coalición Federal) logran sintetizar las múltiples posiciones que existen en los bloques que presiden, y ambos saben que cuando se sientan a hablar con el Ejecutivo lo hacen solo en nombre de una parte de sus bancadas. Sin embargo, esta vez, el tema de apurar la compensación para jubilados había sido un tema que había logrado aunar a todos. «Si Milei quiere su ley, que resuelva la situación de los jubilados», advirtió un legislador de HCF que, aclara, no moverá «ni un pelo» hasta que no se acelere el debate por la fórmula de movilidad.
Milei, sin embargo, no da el brazo a torcer y ya instruyó a José Luis Espert, flamante integrante del bloque de la La Libertad Avanza, para que no convoque a la Comisión de Presupuesto a tratar la reforma jubilatoria hasta que no llegue todo el proyecto de la Ley Ómnibus. Algo que no sucederá hasta después de Semana Santa. A modo de respuesta, el radicalismo -que atraviesa una fuerte crisis interna sobre cómo posicionarse frente a Milei- convocó a la Comisión de Previsión Social para arrancar el debate por su cuenta. Lo anunció Gabriela Brouwer de Koning, diputada de Evolución que responde políticamente a Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti: «No se puede postergar más la respuesta ante la difícil situación que viven los jubilados argentinos. Es misión del Congreso definir una nueva fórmula que asegure el derecho constitucional de movilidad de los aportes y que enfrente la presión inflacionaria».
La Comisión de Previsión Social se reunirá, entonces, el jueves al mediodía para comenzar a tratar los numerosos proyectos que hay sobre movilidad jubilatoria. La mayoría coincide en modificar la fórmula sancionada durante el gobierno de Alberto Fernández de forma tal que se actualice por inflación. El gobierno nacional propone un proyecto similar pero el problema es que plantea que la nueva fórmula comience a aplicarse desde el 1 de abril, congelando así la pérdida de poder adquisitivo de los últimos meses por la inflación. Si bien propone una compensación del 10 por ciento, en la oposición -con la Coalición Cívica a la cabeza- argumentan que no es suficiente.
Más allá del debate técnico, el problema es fundamentalmente político: Milei no escindirá el tratamiento de la movilidad jubilatoria, ya que no quiere perder la herramienta de negociación para el resto de su Ley Ómnibus, con su delegación de facultades y privatización de trece empresas públicas. En algunos bloques de la oposición, incluso, temen que el Presidente termine optando por sacar un DNU para ahorrase el debate.
Los diputados opositores, por otro lado, también desconfían entre sí. Los de Unión por la Patria observan que radicales y pichettistas están demasiado apurados por reconciliarse con el oficialismo. Los lilitos, mientras tanto, observan con recelo al radicalismo, que la semana anterior no había participado de la sesión convocada por el tema. Tanto peronistas como diputados de HCF observan que la obsesión de algunos dirigentes de la UCR con que no los asocien con el kirchnerismo podría terminar llevando a que, al final del día, queden alineandos con el gobierno nacional. El tiempo corre, insisten, y si para finales de abril no hay una nueva fórmula de movilidad, la situación de los jubilados se volverá aún más crítica.
La sesión por el Fonid
Este miércoles estaba convocada una sesión para tratar la prórroga del Fondo Nacional de Incentivo Docente. Si bien había sido pedida por Margarita Stolbizer (HCF), contaba con el empuje de Unión por la Patria, que venía trabajando junto a las centrales sindicales para lograr que se restituyera el fondo que Nación enviaba a las provincias y que representaba entre el 10 y el 20 por ciento de los sueldos docentes. Hay más de cinco proyectos presentados en esa línea -de la UCR, de UxP, de HCF- y se pretendía emplazar las comisiones de Educación y de Presupuesto para forzarle el tema al oficialismo. A diferencia de la sesión por jubilaciones, esta vez el número del quórum estaba, ya que todos los gobernadores vienen reclamando la restauración del Fonid, eliminado por el Gobierno.
HCF, sin embargo, terminó negociando con Martín Menem y accedió a retirar el pedido de sesión. A cambio, Menem se comprometió a conformar la Comisión de Educación, que se reunirá este miércoles a las 10. En el peronismo, sin embargo, miran con desconfianza el debate: «Van a intentar pisarlo», advierten en UxP, preocupados porque es el presidente de la comisión quien define el temario y, ante la posibilidad de que sea Alejandro Finocchiaro (macrista alineado con el oficialismo), temen que nunca termine convocando a debatir el tema. Y es que Milei, hasta ahora, ha rechazado tajantemente enviar los fondos a las provincias.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/722412-ley-omnibus-con-los-jubilados-como-prenda-de-cambio