Javier Milei prometió que su partido iba a barrer los vicios de la «casta política». Pero, al parecer, su escoba solo corrió la mugre debajo de la alfombra. Y, una vez que se destapa, aparece de todo: investigación judiciales por adhesiones de menores de edad o extranjeros; denuncias por falsificación de firma y por pagar a certificantes que presentan su gancho sin ningún control por 10 mil pesos ; y hasta un financiamiento electoral ligado a Mauricio Macri durante la campaña legislativa de 2021.
El equipo de campaña de Milei tiene una sola certeza: si quiere tener aspiraciones reales para la presidencial, sí o sí debe hacer mella en la Provincia de Buenos Aires. Con esa meta, luego de las legislativas del 2021 -sobre todo, después de la «pelea» con José Luis Espert- el bloque de dirigentes ligados al diputado neoliberal activó un plan para reunir adhesiones y afiliaciones para conseguir el sello del Partido Libertario (PL) y así, evitar tener que armar alianzas electorales.
Silvana Prino fue una de las encargadas de esa misión. Designada como certificante autorizada para constatar las fichas de adhesión, la militante recorrió las calles de Berazategui y alrededores para llenar las planillas y llegar al bendito número de 4000, cifra necesaria para obtener el reconocimiento distrital. Prino dice haber firmado 367. En cambio, con su firma, aparecieron cargadas en el software de la Cámara Nacional Electoral (CNE), 1069.
¿Cómo se generó ese desfase? En su denuncia penal, Prino asegura que se registraron varios ingresos a su login para cargar adhesiones -en algunas entrevistas dice haber admitido haber puesto a disposición su cuenta ante el pedido del apoderado del Partido Libertario bonaerense, – y que alrededor de 600 fichas tenían su firma apócrifa. “Del simple cotejo de firmas de mi firma con las firmas de adhesión y presentadas, y su pericia caligráfica, se obtiene simple y expeditivamente la prueba necesaria”, se expone la presentación judicial. Cuando reclamó las irregularidades al PL, comenta, fue expulsada mediante carta documento.
En un primer análisis de la denuncia de Prino, en el expediente que instruye el juez Alejo Ramos Padilla se detectó que algunas adhesiones incluían firmantes menores a 16 años, electores extranjeros y errores centrales como diferencias en los nombres de sus padres. En los pasillos de los tribunales de La Plata, en tanto, resaltan una «profunda desorganización» dentro del Partido Libertario, con, al menos, cuatro grupos que intentan llenar fichas para quedarse con el sello partidario.
Ante estos hechos, Prino apuntó contra seis apoderados del Partido Libertado: el mencionado Galleni, Nicolás Emma -asesor de Milei y presidente del Partido Libertario porteño-, Sergio Palahy, Lucas Gazzotti, Alejandro Antonio Calandra Bogaz y Juan Dominoni. Los dirigentes fueron denunciados por asociación ilícita por orquestar un supuesto plan para truchar las fichas a partir de «una base de datos trucha», según figura en la denuncia penal.
Una vez conocida la denuncia, los dirigentes acusados salieron a desestimar a Prino. “Lamentamos que aquellos disconformes por haber perdido alguna de dichas internas, no solo hayan abandonado el espacio, sino que realicen denuncias infundadas por las cuales deberán responder ante la Justicia”, comentó Palahy a La Nación, otro de los medios que destapó las irregularidades del partido de Milei.
En el entorno de la denunciante marcan dos cuestiones para replicar a los apoderados autodenominados «libertarios»: que en el PL aún no hubo internas ni tampoco se resolvieron las candidaturas y que todas las pruebas fueron aportadas al juzgado de Ramos Padilla.
El caso Paco
10.000 pesos. Esa es la cifra que dice haber cobrado Alejandro Paco, un exempleado jujeño que figuraba como certificante autorizado para controlar las fichas de adhesiones en la Ciudad de Buenos Aires. Con su firma se cargaron para la Cámara Electoral alrededor de 600 planillas. Paco, en cambio, dice no haber puesto el gancho en ni una sola.
Es por eso que la jueza con competencia electoral, María Servini de Cubría, inició una investigación, luego que le llegara una denuncia contando el caso de Paco. En el Juzgado citaron a declarar al certificante para que ratifique sus dichos y el hombre aclaró que no tenía nada que ver con lo firmado. Los próximos pasos de la causa, según pudo reconstruir Página/12, fueron citar a Paco para que dispusiera de un «campo de escritura» y convocar a un peritaje caligráfico para confirmar si se trucharon las firmas.
La revelación de esta presunta irregularidad corresponde a la abogada Mariela Peréz Cesaratto, exintegrante de la Junta Promotora de Partido Libertarios del Interior- quien hizo la presentación judicial por las presuntas firmas apócrifa en CABA y pidió que se investigue tanto a Emma, como al excandidato a legislador José Ignacio Trogliero e Ignacio Fiorriti por los delitos de asociación ilícita y falsedad de instrumentos públicos.
Al ser consultada por este medio, Pérez Cesaratto comenta que abandonó su militancia en el PL -y en la política- «debido a las amenazas y operaciones sufridas». Entre ellas, cita, que le dejaron balas en su estudio de Córdoba. La letrada relató que empezó a militar en el provincia mediterránea al hacer buenas migas con la ahora asesora de Milei, Lila Lemoine, quien ante los militantes daba clases sobre cómo insultar a Ofelia Fernández.
Su distanciamiento coincide con las mismas causas de otros militantes que hablaron con Página/12 en los últimos meses: en el espacio «libertario» no hay lugar para las diferencias con los Milei, tanto Karina como Javier. Tiempo atrás, la referente de la organización juvenil La Generación Libertaria, Mila Zurbriggen, había dicho que Javier Milei «usó a la juventud» y que la elección de lugares en las boletas en el partido obedece tanto a «los aportes financieros» que se hacen a la campaña electoral como a los vínculos privados que se mantienen con el líder del partido.
«Si no te subordinas a Karina Milei y a los caprichos de Javier te arruinan la vida», comenta ahora Pérez Cesaratto y completa: «Los que dicen defender la libertad son completos stalinistas fanáticos».
El financiamiento de LLA y los grados de separación con Mauricio Macri
La alfombra del Partido Libertario siguió acumulando cosas. Es que, además de las denuncias por irregularidades en las adhesiones, también salió a la luz la rendición de cuentas sobre el financiamiento de la campaña de Milei en 2021, quien recogió 17% de los votos en el distrito porteño.
La Libertad Avanza presentó fuera de tiempo sus balances y para las PASO dijo no haber contado con ningún aporte privado: solo se financió con el dinero entregado por el Estado nacional, de acuerdo lo estipulado por la CNE. El dirigente anti estado, sin embargo, nunca aclaró si ese dinero queda incluido en lo que él suele denominar «la plata de la casta política».
Los números finales del financiamiento llegaron con los balances de la elección general. Allí, su tesorero y responsables económicos sellaron un balance «redondo». Los gastos fueron por un total 12.320.803,14 pesos, exactamente igual, hasta los centavos, que sus ingresos para la campaña.
Cabe aclarar que dinero aportado fue ínfimo respecto al presupuesto de Juntos por el Cambio que designó a María Eugenia Vidal como cabeza de la boleta legislativa. También fue más bajo que los aportes al Frente de Todos e incluso, que al Frente de Izquierda. La Libertad Avanza incluyó para su campaña un acto en Parque Lezama, con pantallas led, luces sistema de sonido, vallado y seguridad privada.
De los 12.320.803,14 pesos, el mayor aportante en la elección legislativa volvió a ser el dinero estatal. Y solo hubo un aportante privado que donó un millón cien mil pesos. El financista fue el empresario hotelero Sebastián Braun, un apellido que retumba en las terminales del PRO, en especial, de Mauricio Macri. El donante es, nada menos, que el primo de Marcos Peña y familiar también del exsecretario de Comercio, Miguel Braun.
Junto con su hermano Carlos Braun, Sebastián tiene a cargo el hotel boutique Esplendor, en Calafate. En 2016, pocos meses después de que Macri se adueñe del sillón de Rivadavia, la sociedad de hermanos -Turismo Doss Sociedad Anónima- obtuvo la licitación de empresas hoteleras para el personal de Aerolíneas Argentinas, pese a que Alto Calafate, la empresa de la familia Kirchner, ofreció un precio más bajo por el servicio.
Pero los lazos de los Braun con el fundador del PRO no se cierran únicamente en su exmano derecha. Como todo queda en familia, la esposa de Carlos Braun se llama Marina Laurence Estrada y fue una de las tres testigos de casamiento –junto a Zoraida Awada y Pamela Marcuzzi– que Juliana Awada presentó en su boda con, justamente, Mauricio Macri.
Todo esto Milei prefiere que siga debajo de la alfombra.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/530794-las-denuncias-que-javier-milei-busca-esconder-debajo-de-la-a