El presidente Javier Milei disparó con fuerza sobre toda la clase trabajadora en beneficio de los poderes más concentrados y desde el peronismo se preparan para dar la pelea y que el decretazo no pueda avanzar. La batalla será en el Congreso, pero también en las calles. El repudio fue creciendo a lo largo de la jornada desde las gobernaciones e intendencias hasta los movimientos sociales, sindicatos y legisladores. Sin embargo, desde algunos sectores del peronismo opinan que es prudente que la «resistencia» surja primero de las bases. «Si doblamos antes que la sociedad les hacemos un favor a ellos porque están esperando que la resistencia surja de las referencias políticas antes que del pueblo. Las medidas son tan duras que posiblemente los plazos se acorten, la situación de malestar social crezca y todo empeore en cuestión de días y no de meses», analizan. Axel Kicillof y Sergio Massa, en tanto, aparecieron como referencias del espacio marcando sus posturas.

Un grupo de gobernadores peronistas alzó la voz casi de inmediato. El primero en salir fue Kicillof, de la provincia de Buenos Aires, uno de los posibles líderes del peronismo en la etapa que viene. Él marcó línea cuando señaló que el Presidente «a espaldas de la división de poderes» anunció un decreto que «sin necesidad ni urgencia pretende derogar un conjunto de leyes de todo tipo para privatizar, desregular, destruir derechos de los trabajadores y arrasar con sectores completos de la producción». «Todo esto, sin pasar por el Congreso que podría sesionar y discutirlo. Le faltó decir ‘democracia: ¡afuera!‘”, remató. 

También salió a repudiar el DNU el gobernador de La Rioja Ricardo Quintela que definió el decreto como «un genocidio social», y aseguró que «no vamos a negociar ni a ser partícipes de estas medidas que vienen por los derechos populares de todas y todos». A él se sumó el de la Pampa, Sergio Ziliotto. «A 40 años de su recuperación, la democracia vive hoy uno de los momentos más duros y tristes de su historia«, describió y dijo que el presidente y su equipo «han decidido subvertir la Constitución Nacional para imponer un régimen que tiene como principal objetivo concentrar aún más la riqueza en los poderosos». Osvaldo Jaldo, de Tucumán, resaltó que las medidas «son preocupantes», y reflexionó: “Con ese decreto, el Estado se empieza a retirar de algunas funciones específicas que tenía. En algunos casos, sí se tiene que retirar, pero en otros es necesaria su presencia para poner equilibrio. El Estado tiene que tener una participación para proteger al más débil”.

Más allá de las palabras de los gobernadores, también apareció en escena para marcar postura otro dirigente del peronismo que tiene posibilidades de liderar el espacio: Sergio Massa. El exministro de Economía se mostró con un grupo de legisladores con los que se reunió «para analizar las consecuencias del DNU». Se encontraron en la sede de la calle Libertador de la Fundación Encuentro que lidera el tigrense. Allí estuvieron Gustavo Bordet; Mónica Litza; Guillermo Michel; Daniel Arroyo; Diego Giuliano y Pablo Yedlin, entre otros. Según comentaron los presentes, analizaron el impacto de las decisiones en materia tributaria, resumieron que «son tendientes a incrementar la presión fiscal» y que «el paquete genera asimetrías con las provincias porque solo el 20 por ciento se distribuye y el 80 por ciento queda para la caja del tesoro nacional», dijeron. Uno de los dirigentes que estuvo en las oficinas de Massa comentó a este diario que la reunión «estuvo muy bien»: «El decreto es claramente inconstitucional porque transforma o deroga 300 leyes que reformatean el sistema de regulación de la economía y cambian por completo la relación del mercado y estado en el país«. En segundo lugar, indicó que el DNU «implica entregar todo al mercado. El Estado se retira y ya no protege más la salud, tampoco el tema alimentos, no defiende a los trabajadores y hasta desaparece en cuestiones tan básicas como regular las tasas de interés de las tarjetas de crédito», subrayó.

Este jueves también emitieron comunicados en contra del DNU desde el PJ nacional y el PJ bonaerense. «El DNU de Milei es nulo e inconstitucional, avasalla las instituciones de la democracia, destruye las PyMEs y entrega la soberanía nacional», expresó el PJ y añadió que Milei «decretó más angustia, pobreza y desempleo para la Argentina». «Unidad de acción, responsabilidad y patriotismo», terminó. El presidente actual del partido, Alberto Fernández, criticó la medida y anunció que viajará a España para pasar las Fiestas con su familia. «Sigo en permanente contacto con los dirigentes de mi partido para hacer frente a los acontecimientos imperantes», aclaró. 

El PJ bonaerense que lidera Máximo Kirchner apuntó que “de espaldas al pueblo y a sus representantes en el Congreso, Milei pretende imponer un programa de flexibilización laboral, impositiva y ambiental que no tiene una sola coma de novedoso”. Además, desde el PJ bonaerense recordaron que los presentes durante el anuncio del miércoles «son los mismos que llevaron a la Argentina al desastre con los gobiernos de Fernando de la Rúa y de Mauricio Macri”, y por último convocaron «a todos los actores y sectores de la vida política y social a rechazar las medidas y trabajar en conjunto, de cara a la sociedad, con la responsabilidad que el tiempo histórico y nuestro pueblo nos demanda”. El ministro bonaerense Andrés Larroque aclaró que «no hay triunfo electoral que permita llevarse puesta a la Constitución», y dijo: «El Congreso tiene un rol central, una comisión bicameral deberá analizar el DNU y habrá ahí una instancia central. Se debe refundar el movimiento nacional en una etapa nueva, convocando a todos los sectores sin enredarnos en tensiones del pasado».

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/697696-la-postura-del-peronismo-no-vamos-a-negociar-ni-a-ser-partic