La querella de Cristina Fernández de Kirchner en la causa por su intento de asesinato se opuso a la decisión de la jueza María Eugenia Capuchetti de citar como testigo a la mujer que, como reveló Página/12, aparece en un grupo de Whatsapp de gente muy cercana a Gabriel Carrizo –señalado en un papel clave en atentado– y habla de un modo más sofisticado y analítico que el resto, a quienes llamativamente les proporciona información después de la detención de Brenda Uliarte. Por ejemplo, les avisa que Fernando Sabag Montiel, arrestado tras los disparos fallidos, estaba «totalmente negado a declarar», que no quiso un «abogado privado» y lo que hizo fue «por plata» o a cambio de algún favor. En un escrito presentado en el juzgado, CFK pide que esta mujer sea investigada, que se cite a indagatoria a parte del grupo de los llamados «copitos» y que se determine quién es Jony White, el usuario a quien Carrizo le dijo: «Estamos pensando en matar al jefe de la Cámpora», por Máximo Kirchner. Este martes, además, la Sala I de la Cámara Federal rechazó excarcelar a Carrizo.
Audiencia por Carrizo
La audiencia por la excarcelación de Carrizo ante la Cámara Federal fue picante. Gastón Marano, su abogado –desvinculado la semana pasada de su cargo de asesor del senador del PRO Ignacio Torres en la comisión Bicameral de Inteligencia– insistió con la teoría de que Carrizo hablaba en broma en los mensajes que le mandaba, por ejemplo, a su hermanastra, Andrea, donde le decía que les había dado un arma a Uliarte y Sabag Montiel, «un 22 corto», y que en realidad el atentado estaba planificado para una semana después. «Hizo todo mal. Es un pelotudo», regañaba sobre Sabag Montiel en esos chats. El hombre que se presentaba como dueño de la máquina de hacer copos de azúcar también había esgrimido en su indagatoria que no hablaba en serio. Su letrado insistió en que no veía riesgo de que se fugue ni entorpezca la investigación, que se había presentado voluntariamente y entregado su celular con clave incluida. En rigor, había pedido anular el contenido del teléfono como prueba, pero le fue mal.
En medio de la audiencia, el abogado Marcos Aldazábal, en representación de CFK, denunció que Marano para sostener la explicación de que hablaba en chiste subió al sistema donde está cargado el expediente una testimonial que él mismo le tomó a Sergio Orozco, un integrante del grupo, que vivía incluso con Carrizo, quien ya había dado testimonio y cuyo celular está ahora bajo la lupa. Según Aldazábal es una usurpación de funciones que puede perjudicar al propio Orozco. A la vez hizo notar que Carrizo ya había tratado de entorpecer la investigación ocultando y borrando prueba.
Lo cierto es que Carrizo repitió ante muchas personas que estaba orgulloso de lo que había hecho Sabag Montiel, «estuvo a punto de convertirse en héroe nacional» –decía– y que él mismo terminaría «el trabajo», aunque se alivió cuando supo que el arma secuestrada no era la suya sino una Bersa calibre 32 cargada con cinco balas (ninguna entró en la recámara). Según los mensajes, planificaba encontrarse con Brenda para ocultar o descartar la pistola que le pertenecía. En los chats con Uliarte menos de dos horas después del atentado, hablan de volver a intentar el magnicidio y ella le dice que está segura que no va a fallar. «Estamos decididos a matarla a la puta esa», le decía a su hermanastra «Cristina tiene miedo, salió mal pero tiene miedo», se regodeaba y comentaba que no entendía bien por qué había fallado el arma.
Los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi recordaron que a Carrizo se le imputa «homicidio en grado de tentativa, agravado por haberse cometido con alevosía , premeditación y el empleo de un arma de fuego, en calidad de partícipe necesario» y «falsificación de documentos públicos», ya que vendía certificados de discapacidad truchos. Los jueces dijeron que más allá de que pueda ser elevada la pena en expectativa, se debe tener en cuenta «la magnitud del hecho y la gravedad institucional que éste representa». A lo que se suma que la pesquisa está en plena etapa de recolección de pruebas, incluso con peritajes sobre teléfonos pendientes y análisis de entrecruzamientos de llamados. «Por el momento resultan razonables los peligros procesales expuestos» por la jueza Capuchetti, dijeron y le recomendaron que resuelva la situación procesal. También dicen que hay que tener en cuenta que es posible que haya nuevas detenciones. El juez Mariano Llorens coincidió en el núcleo de la decisión.
Planteos de CFK
La mujer que aparece como «Joa» en un grupo de whatsapp de Carrizo de su círculo cercano, y que parece bajarles línea y les dice que tiene «fuentes» que le dan información, se llama Joana Daniela Colman. El juzgado la citó para este miércoles como testigo pero la querella de la vicepresidenta se opuso y sostuvo que puede ser una persona relevante a quien se debe investigar, en especial teniendo en cuenta que es un gran enigma aún quién estaba detrás. Como informó este diario, cuando Carrizo les sugiere a sus amigues que «vacíen el chat», «Joa» interviene y les dice que no vacíen nada, que es lo mismo, que toda la información la van a recuperar y que están todos en problemas. «Si vamos al caso lo hizo por plata (Sabag Montiel), por acomodo pero ahora están todos ustedes involucrados», les advierte.
Luego les dice: «Yo la única información que sí puedo dar es que Fernando estuvo totalmente negado a declarar, se le otorgó una… un abogado privado, no lo quiso. No lo quiso recibir tampoco, después por otra fuente sé que lo hizo por plata, por acomodo, así que el chabón en cuatro años ponele que sale y sale re acomodado mal eh… a ver, como les vuelvo a repetir, uno por plata se vende ¿Si? pero sí los nombró a ustedes, eso sí, fíjense bien… y no solo a ustedes cinco porque nombró a más personas, fíjense bien».
Aldazábal pidió también que sean indagados algunos integrantes del grupo de «los copitos»: Orozco, Lucas Acevedo y Leonardo Volpintesta. Se habían presentado como testigos junto con Carrizo el día posterior a la detención de Brenda Uliarte y entregaron sus celulares en forma voluntaria, cuyo análisis quedó a cargo del a Policía de Seguridad Aeroportuaria. En ese grupo Carrizo dice que Brenda les mintió y maldice por eso, pero es un discurso que no es coherente con lo que habla por separado con algunas personas y con la propia Uliarte, a quien incluso le dice que vaya a quedarse con él después del atentado. El abogado querellante requirió determinar a quién y en qué contexto el dueño de los copos le dice que plantea matar a Máximo Kirchner.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/485324-la-justicia-cito-como-testigo-a-la-misteriosa-mujer-que-envi