Con guiños a Javier Milei por el rumbo económico y dardos a Patricia Bullrich por los presos, Jorge Macri inauguró las sesiones de la Legislatura porteña. 

El jefe de gobierno celebró que se hayan acabado los piquetes en la Ciudad y desde la Rosada salieron a burlarse de él.  

“Enorme trabajo de la Ministra de Capital Humano y de la Ministra de Seguridad Nacional que en un trabajo conjunto lograron resolverle un problema a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al que más de dos décadas de política no le habían logrado encontrar la solución”, dijo el portavoz de Milei, Manuel Adorni.

“Gracias Adorni por defender la primera gran medida de este gobierno en seguridad: Ley y Orden en las calles”, se subió Bullrich. “Sin miedo, sin medias tintas y sin importar el llanto de la casta política. La gente lo pidió, el Presidente lo instruyó y lo hicimos. No hay más cortes de calles por piquetes”, dijo la ministra de Seguridad.

El jefe de gobierno le había pegado a Bullrich durante su discurso por la situación de los presos en la Ciudad.

 “Yo sé que, como dice la ministra Bullrich, todas las provincias tienen sus cárceles. Pero también tienen su Justicia propia. Y la ministra conoce que desde que esta Ciudad se creó nunca tuvimos ni la Justicia plena, ni el Servicio Penitenciario. Entonces no puede haber magia en la solución. Esto no se resuelve de golpe”, dijo el jefe de gobierno. 

“Y mientras los delitos sean nacionales, los presos son del Servicio Penitenciario Federal. Nosotros ya estamos haciéndonos cargo de la solución profunda, construyendo una cárcel. Pero no podemos seguir teniendo presos donde no deben estar y son un peligro para todos”, dijo Macri. El jefe de gobierno adelantó que presentará un proyecto para crear un Servicio Penitenciario de la Ciudad.

Hubo varios elogios a Milei por el “ordenamiento” de la macroeconomía, pero también un palo a Pilar Ramírez, la delegada de Karina en el distrito que pide más ajuste: “En la Ciudad hemos hecho un culto del equilibrio fiscal no necesitamos que nadie nos explique cómo hacerlo”.

Jorge Macri elogió la gestión de Milei, pero apuntó contra Patricia y Pilar Ramírez, la delegada de Karina en la Ciudad. Kicillof también recibió críticas y hubo un mimo a Leandro Santoro

El jefe de gobierno rechazó la amenaza de Milei de intevenir la provincia de Buenos Aires. “La solución, lo que quiero, es que Kicillof se haga cargo, no quiero relevarlo de ninguna de sus responsabilidades, se presentó, se suponía que iba a arreglar este problema, que se haga cargo y lo arregle. Lo dije siempre, la situación de inseguridad está descontrolada en la Provincia”, dijo.

Jorge volvió a reclamar por la transferencia del puerto, de Retiro y de la Inspección General de Justicia, cuestiones en las que no hubo avances durante el primer año de gestión libertaria.

Dijo que enviará a la Legislatura una Ley de emergencia autonómica para pedir que el Congreso avance con la transferencia de competencias que corresponden al distrito. En ese sentido y a pesar de que fue suspendido por la Justicia, elogió la creación del fuero laboral porteño.

Después de diez años sin avanzar un metro, Jorge Macri iniciará la construcción de una nueva línea de Subte

Como es habitual, los ministros presenciaron el discurso en primera fila, mientras que desde las gradas Fernando De Andreis y Laura Alonso aplaudieron a rabiar.

El jefe de Gobierno mencionó un par de veces la deuda de 6 mil millones de dólares que Nación tiene con la Ciudad por la Coparticipación. Con el anuncio de una nueva línea de subte que costará más de mil millones de dólares, el reclamo cobra otro significado. La incógnita es hasta dónde escalará esa pelea.

La movilidad, uno de los rubros de mayor actividad de la gestión, se llevó gran parte del discurso. Además del subte, el jefe de Gobierno se refirió a la modernización de los colectivos porteños, los buses eléctricos, el trambús y también fue elogioso de las promociones bancarias para pagar el boleto del subterráneo.

El bloque peronista apuntó contra las fugas de presos.

La cuestión de las fugas llevó a Macri a cometer un fallido. “Vamos a terminar las obras de Marcos Paz para liberar a los presos de la cárcel de Devoto”, dijo. “Veo que se están divirtiendo”, comentó antes de aclarar el furcio y apuntar contra las empresas de residuos por la falta de limpieza. “Va a haber mayores controles”, adelantó.

Para fortalecer el discurso de control del espacio público, además de impedir piquetes, correr a manteros y personas sin hogar, el gobierno porteño buscará endurecer las penas contra los trapitos, un tema que ya fue largamente debatido por la Legislatura sin demasiado éxito.

Entre los anuncios de Educación, Salud y las loas a Julio Bocca, Macri habló del desarrollo del sur. Destacó que muchos de los grandes conciertos se mudaron a esa zona, dijo que había grandes proyectos y aseguró que trabaja para que la Fórmula 1 regrese a la Argentina.

Tras un mimo a Leandro Santoro por el proyecto de SAME de salud mental, también hubo una advertencia a la oposición: “No deben confundirse. No fueron votados para boicotear al gobierno”, dijo.

Si bien evitó hablar de “baño de sangre”, Macri criticó la gestión de Kicillof y dijo que en territorio bonaerense “la delincuencia avanza sin control”. La buena sintonía con el presidente también se extendió al recinto. Al igual que Milei, por primera vez en 28 años, el gobierno porteño prohibió que los periodistas presenciaran la ceremonia.

Fernando De Andreis.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com