Los precandidatos presidenciales del PRO Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich salieron a coro a respaldar a su aliado, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, luego de la jornada de represión en Purmamarca contra las comunidades originarias que rechazan la reforma constitucional aprobada de forma exprés el viernes pasado, con respaldo del peronismo jujeño. Los precandidatos del PRO tildaron de «mafias» y «delincuentes» a las comunidades originarias que protagonizan las protestas, en las que se detuvo a periodistas, a un turista, a una mujer que está amamantando y en la que un joven de 17 años perdió un ojo por una posta de goma. 

Larreta y Bullrich salieron a bancar a Morales, luego de que el gobernador jujeño respondiera por Twitter una crítica hecha por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. El mandatario provincial salió a justificar la represión y desligitimar las protestas ventilando causas judiciales anteriores de un manifestante, además de repetir los clásicos argumentos de la derecha que ponen el «derecho a la circulación» por encima de cualquier otra derecho como el de la protesta, que el gobernador buscó limitar por decreto hace una semana y limita y criminaliza en la nueva carta magna. 

Larreta con su aliado Morales

«Gerardo viene trabajando hace años por una provincia democrática y pacífica que le dijo basta a las mafias. Jamás se dejó atropellar por un sistema corrupto y mafioso», sostuvo Larreta para justificar la represión contra las comunidades originarias sin explicar quiénes serían los mafiosos y corruptos. Carmen Benicio, de la comunidad originaria Quera, Quebraleña y Agua Caliente fue unas de las primeras detenidas en ser liberada ayer, dijo que estaba ayudando a un joven en medio de la represión, cuando la Policía de Jujuy la detuvo a ella y a su hija, quien aún estaba en el penal de Alto Comedero. 

«Está poniendo orden y aplicando la ley contra quienes quieren avasallarla», siguió Larreta en su respaldo a Morales, citando el tuit en el que el mandatario expuso información privada de una persona detenida y mezcló la represión en Purmamarca con el crimen de Cecilia Strzyzowski en Chaco. «Las protestas violentas y atentar contra los derechos de todos los jujeños nunca será el camino», cerró Larreta al condenar las protestas que rechazan la reforma constitucional que va en contra de un derecho, el de la protesta. 

Bullrich vio represión y no se quiso quedar afuera

Bullrich, quien está enfrentada a Morales en la interna de Juntos por el Cambio, no se perdió la oportunidad de celebrar la represión. «Discuten el derecho a la protesta todos los delincuentes de Jujuy. Gerardo Morales logró la paz en la provincia contra la mafia de Milagro Sala. Ahora quieren volver», sostuvo la ex ministra de Seguridad –responsable del operativo represivo que terminó en la muerte de Santiago Maldonado–.

Las acusaciones de Bullrich sobre supuestos «delincuentes», en espejo con los argumentos de Morales y Larreta, están lejos de reflejarse con la realidad de la protesta. Las comunidades originarias están reclamando por la amenaza que significa el artículo 36 de la reforma constitucional para el avance de emprendimientos privados sobre sus tierras ancestrales, que el gobierno de Morales se niega a reconocer a pesar de ser un derechos constitucional. 

Periodistas y turistas detenidos

Además del legítimo reclamos de las comunidades originarias, el operativo policial desarrollado en Purmamarca con dentenciones arbitrarias y al voleo, también evidencia que tildar de «mafias» y «delicuentes» a los reprimidos busca estigmatizar las protestas para legitimar la represión. Entre los detenidos liberados el domingo estuvieron el periodista Luciano Aguilar (La Izquierda Diario) y Camilo Galli (El Submarino), la convencional constituyente Natalia Morales (Frente de Izquierda) y el turista Cristian Oviedo. 

Oviedo estaba de paseo en Purmamarca y cuando se encontró con el corte bajó a averiguar qué pasaba. Dos policías lo detuvieron y lo llevaron a un camión junto a otros detenidos. “¡Soy turista no me lleven!”, gritó. Sin embargo, le contó a SaltaI12:  “Me subieron a la camioneta ahorcándome por el cuello y cuando una abogada me dijo que mire a la cámara y dijera mi nombre, me taparon la boca, cerraron un telón que tienen esos patrulleros, y me dijeron que no hablara más”. 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/559710-gerardo-morales-reprime-larreta-y-bullrich-lo-bancan