La Fundación Eva Perón ha marcado con su impronta el imaginario sobre las políticas sociales en la República Argentina. El trabajo desplegado por esta institución en materia social ha sido uno de los ejes del proceso de transformación estructural propuesto por el peronismo, entendido fundamentalmente como la labor de garantizar la justa distribución de bienes, tanto materiales como espirituales, promover el bienestar general y asegurar el uso racional de la propiedad como medio para disipar enfrentamientos, desigualdades y desdichas sociales.

Sus orígenes respondieron a la necesidad de que la obra social emprendida por Evita, que había comenzado en el año 1946 con las Cruzadas de Ayuda Social, contara con un marco que permitiera su institucionalización. Así, por medio del decreto 20.564 del 19 de junio de 1948, se creaba la Fundación de Ayuda Social “María Eva Duarte de Perón” (que obtuvo su personería jurídica el 8 de julio de ese mismo año y, ya desde 1950, se la denominó directamente Fundación Eva Perón).

La idea de “ayuda social directa”, que enmarcó el devenir operativo de la Fundación, pasaba por alto las formas burocráticas que entorpecían la acción social, cambiando el concepto tradicional de beneficencia por uno acorde a los lineamientos de justicia social pregonados por el peronismo. La obra educativa, sanitaria, de protección a la niñez, la mujer y la ancianidad, turística y deportiva de la Fundación alcanzó a todos los confines del país planteando canales alternativos de ayuda social para aquellos sectores que, por motivos diversos, estaban fuera del alcance del aparato asistencial estatal o sindical. De este modo, su acción se vio materializada en la creación de hogares-escuela, hogares de ancianos, hogares de tránsito, proveedurías, las Ciudades Infantil y Estudiantil, policlínicos, viviendas obreras, escuelas, entre otros. La ayuda solidaria a más de 30 países alrededor del mundo le valió a Evita el reconocimiento internacional, siendo condecorada en 17 de ellos.

A 75 años de su creación, hoy recordamos a la Fundación no solo como aquel hito que transformó el desarrollo de políticas sociales en la Argentina, sino como legado e inspiración para pensar en un futuro que contemple la ampliación de derechos, la igualdad y la inclusión como horizonte efectivo.

El Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón–Museo Evita, presidido por Cristina Álvarez Rodríguez, sobrina nieta de Evita, es producto del trabajo de estos años. En la casa que hoy lo alberga, se firmaron las actas fundacionales y hoy día, en sus salas expositivas, se puede conocer la historia de la Fundación, junto a la vida y obra de Eva Perón. Abre sus puertas de martes a domingos de 11 a 19, en la vieja casona ubicada en la calle Lafinur 2988 (CABA). Es el primer y único instituto del Ministerio de Cultura de la Nación dedicado a profundizar el conocimiento histórico sobre la vida de una mujer. El poder de sus convicciones y su lucha por transformar la realidad son fuente de inspiración para las generaciones más jóvenes en las nuevas luchas por la igualdad.

* Santiago Regolo es investigador, análisis e integración de contenidos del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón-Museo Evita.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/559153-fundacion-eva-peron-75-anos-de-un-legado

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