En una nueva jornada del III Foro Mundial de Derechos Humanos, el Espacio de la Memoria ex ESMA fue nuevamente la sede de plenarios, debates y conferencias magistrales a cargo de referentes nacionales e internacionales en el tema. Entre las distintas actividades del miércoles se destacó el Encuentro Intersindical, en el que dirigentes gremiales conversaron sobre el lugar de los movimientos obreros en la resistencia frente a las dictaduras y en la búsqueda de justicia tras la recuperación democrática. También expusieron autoridades gubernamentales de México, Chile y Argentina, con la presencia del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; y el jurista español Baltasar Garzón conversó con militantes y expresos políticos sobre el proceso que permitió juzgar a represores. Una nutrida agenda cultural acompañó el evento, con exposiciones audiovisuales, intervenciones artísticas y un cierre musical a cargo de Emanero, Los Caballeros de la Quema y FMK.
Al caer las primeras horas de la tarde, el movimiento de los asistentes volvió a llenar las calles internas del predio de la ex ESMA. Tras una pausa para almorzar en el buffet de la Casa de la Militancia – H.I.J.O.S., el público continuaba su recorrido entre las diferentes propuestas del foro. Allí, por la mañana, habían escuchado la disertación de Roberto Baradel; Cristina Faciaben, de España; Sergio Bassoli, de Italia; Clair Siobhan, de Brasil, y Roberto Morales, de Chile, dirigentes gremiales que expusieron en el marco del Encuentro Intersindical que tuvo su segunda parte unas horas más tarde, con la presencia del titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo; su par de la Federación de Trabajadores Judiciales, Vanesa Siley; el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, y su par de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy.
Fue Godoy quien destacó que el foro se desarrolle en el predio que perteneció a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde tuvo lugar el «intento de aniquilamiento de miles de compañeros y compañeras». «La capacidad de lucha que tuvo nuestro pueblo ha posibilitado que un lugar en donde anidó la crueldad y la muerte hoy se erija un lugar de vida, de aliento y de esperanza, de ejemplo y dignidad para construir una perspectiva de futuro diferente para nuestra patria», sostuvo. Además, criticó a quienes sostienen que las políticas de derechos humanos no son más que «un negocio» y afirmó: «Este negacionismo acérrimo de la derecha reaccionaria es parte central de una disputa cultural que tiene que ver con la historia y con la identidad misma de nuestro pueblo». Para despejar toda sombra de duda, apuntó hacia los responsables de aquellos discursos: «Los Macri, los Rodríguez Larreta, los Milei, las Bullrich son hijos putativos de la dictadura de Videla y de Martínez de Hoz». Y recordó la presentación que hicieron las centrales obreras a fines de los años 90 ante tribunales internacionales, para denunciar que «en la Argentina había habido un genocidio, que el objetivo principal de ese genocidio era terminar con la clase trabajadora y que esa delegación demostró la complicidad de los grupos economicos» con la dictadura.
Frente a un aforo completo, y con pecheras de los bancarios destacándose entre la multitud, Palazzo comenzó su alocución regalándole a Yasky una remera de su sindicato. El canto, al unísono, no se hizo esperar: «Unidad de los trabajadores…». A continuación, y a modo de repaso de los años de dictadura, Palazzo afirmó que ese gobierno cívico militar tuvo dos objetivos: Por un lado, «quebrar» el modelo económico que garantizó el trabajo y el poder de la clase obrera y «sustituirlo por uno de especulación, de usura y de una economía de servicio primarizado». El segundo, sostuvo, fue a la «rica historia de lucha del pueblo argentino que durante años luchó y consagró derechos a partir de su organización». Y afirmó que «un trabajador sin derechos es más permeable al discurso de la meritocracia. Meritocracia uno puede discutir cuando hay igualdad de oportunidades».
Afuera, mientras tanto, artistas invitaban a quien quisiera sumar su contribución a un mural participativo con frases y símbolos alusivos a los derechos humanos. Los asistentes podían así elegir las frases «Nunca más», «Juicio y Castigo», «Memoria», «Verdad», «Justicia» o el pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, entre otros motivos para retratar con pintura en aerosol.
Los pueblos y la dignidad
El secretario de Derechos Humanos de la Nación conversó con sus pares de Brasil, Silvio Almeida; de México, Alejandro Encina; y de Chile, Xavier Altamirano Molina sobre «La lucha de los pueblos por la dignidad en los nuevos contextos democráticos». Pietragalla destacó las políticas en derechos humanos llevadas a cabo desde el gobierno de Néstor Kirchner. «La decisión política y la no especulación en materia de reparación integral que tenía que hacer el Estado argentino en materia de derechos humanos fue una convicción y una manera de ver que a partir de esa decisión política se podía generar una nueva democracia», afirmó Pietragalla.
Asimismo, lamentó que en otros países de la región no se haya avanzado en el juicio y castigo a los responsables del terrorismo de Estado. «Aprovechen la experiencia argentina. No pierdan tiempo. Hay una experiencia para exportar. Porque ya hubo un recorrido, ni siquiera de un partido político sino de grandes referentes en materia de derechos humanos», sostuvo. Y recordó que estas políticas no pueden llevarse adelante «desde el escritorio», sino que deben hacerlo «acompañadas de las víctimas, de los organismos, porque son las únicas que van a generar trabajadores concientes».
A medida que la tarde iba dejando lugar a las primeras luces de la noche, los plenarios finalizaban y la desconcentración de los auditorios desembocaba en la Plaza de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde cerca de las 19 estaba empezando un festival con la actuación del rapero Emanero, la banda de rock Los Caballeros de la Quema, y el cantante y compositor de trap FMK.
La música penetraba con potencia en el auditorio de la Casa de Nuestros Hijos. La vida y la esperanza, donde Baltasar Garzón Real debatía acerca de «Historia de la construcción política y jurídica del Juicio y Castigo» junto a la ex fiscal española Dolores Delgado García, el juez de Casación Alejandro Slokar, Nadia Schujman, de HIJOS Rosario, y Miguel Dagostino, sobreviviente del centro de tortura Atlético. Los asistentes a la charla -entre quienes se encontraban ex presos políticos y militantes de los derechos humanos- fueron invitados a comunicar sus experiencias e impresiones, aunque las últimas intervenciones se superpusieron al sonido de Emanero, el primero de los artistas en tomar el escenario musical.
Informe: Diego Castro Romero.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/534171-foro-de-derechos-humanos-del-estado-terrorista-a-la-persiste