El cese al fuego bilateral entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) empezó este jueves con una gran expectativa en el país, ya que se trata del más largo pactado con la guerrilla, con una duración de 180 días. Luego de ocho meses de negociaciones en Venezuela, México y Cuba, el presidente Gustavo Petro y los líderes del ELN instalaron públicamente el llamado Comité Nacional de Participación (CNP) para garantizar la inclusión de la ciudadanía en el proceso de paz, a través de más de 80 delegados de 30 sectores sociales diferentes.

El acuerdo de paz, que será verificado por la ONU, fue presentado formalmente en un centro de convenciones de Bogotá y marcó la primera vez que miembros del comando central del ELN participan en un acto de estas características en Colombia junto al gobierno desde la conformación del grupo en 1964, pocos años después del triunfo de la Revolución Cubana. La última vez que el gobierno y esta guerrilla buscaron acercarse fue durante el gobierno del Juan Manuel Santos, pero el intento se frustró en 2019 por un atentado que dejó una veintena de muertos en una escuela de policías.

«Abrir ventanas y puertas hacia el futuro»

Durante el acto, el presidente Gustavo Petro se refirió al avance de las negociaciones como un hecho histórico en los procesos de paz. «Nunca jamás el ELN había llegado a hablar de frente en el corazón de Colombia sin dejar de ser el ELN, sin armas, ante la diversidad de Colombia ancha y profunda, ante el Estado de Colombia con el cual ha librado una guerra», aseguró el jefe de Estado, quien llamó a hacer esfuerzos para salir del conflicto.

«Tenemos que cerrar una puerta sin olvido y abrir ventanas y puertas hacia el futuro, hacia la libertad», advirtió Petro. Rodeado de campesinos e indígenas con bastones y ropa colorida, el mandatario de izquierda estrechó las manos con el líder de la delegación del ELN, guevarista, Pablo Beltrán, quien vive la mayor parte del tiempo en Cuba, donde se instaló la cúpula guerrillera desde 2018.  

«El principal cambio que hay que hacer de inmediato, eso ya lo dijo Gustavo Petro. En en una ocasión le escuché decir que este gobierno no iba a perseguir. Yo le creo. Pero el problema es que hay otras fuerzas y la esencia del viejo régimen es perseguir y exterminar. Eso se tiene que acabar», advirtió Beltrán a propósito del asesinato de líderes sociales. 

«Hoy comienza un cese al fuego con una característica, que tiene un mecanismo de verificación. Existe la voluntad de las dos partes de cumplirlo», apuntó el jefe negociador de la guerrilla. Beltrán, sin embargo, habló de otros grupos, sobre todo los paramilitares, con quienes el ELN tiene una guerra abierta y que no están incluidos en este cese «no porque no se quiere, sino porque no se alcanza».

El gobierno colombiano instó al ELN a acelerar las conversaciones para conseguir cuanto antes un acuerdo final. «No nos levantaremos de la mesa hasta conseguir el fin del conflicto armado y vamos a combinar celeridad y rigurosidad para alcanzarlo», dijo el jefe negociador del gobierno, Otty Patiño, durante el acto de instalación del CNP celebrado en Bogotá.

Además del CNP, este jueves entró en funcionamiento el Mecanismo de Verificación y Monitoreo (MMV), encargado de vigilar el cumplimiento del cese y que debe emitir informes mensuales que ayuden a que las partes decidan si extienden o suspenden la tregua. El mecanismo estará integrado por el general Gerardo Benavides, cabeza del Comando Conjunto de Transición, y la coronel Lurangeli Franco; delegados de Oficina del Alto Comisionado para la Paz; jefes del ELN, miembros de la Conferencia Episcopal y funcionarios de la Misión de Verificación de la ONU.

«Tolerancia cero» con los secuestros

El ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, dijo este jueves que «no habrá tolerancia o falta de acción» con delitos como la extorsión y el secuestro durante el cese el fuego bilateral de 180 días. «La fuerza pública tiene la responsabilidad de seguir cumpliendo con su responsabilidad constitucional», indicó Velásquez a periodistas.

Estos delitos, a los cuales el ELN no renuncia, no están especificados como infracciones en el cese al fuego, que solo habla de prohibir acciones ofensivas y de inteligencia y cualquier acción contraria al Derecho Internacional Humanitario (DIH). En ese sentido, el DIH considera que un actor armado puede tener en su poder a una persona (siempre tratándola con condiciones dignas) si la considera un peligro, es decir, si pertenece a otro bando, por ejemplo.

Sin embargo, secuestrar a un civil que no tiene que ver con el conflicto para pedir dinero a cambio o un intercambio es una toma de rehenes y es un crimen de guerra no amnistiable, con o sin cese al fuego. Además, cualquier «incidente» entre las partes no supone una ruptura del cese, sino que será reportado por el Mecanismo de Monitoreo y Verificación y tratado en la Mesa de Diálogos.

Velásquez agregó que «las instrucciones son similares a las que ya con ceses anteriores se habían definido, en cuanto que el cese no implica suspensión de las actividades propias del cumplimiento de la función de fuerzas militares y policía en la represión de los delitos». En este contexto, el ministro de Defensa aclaró que como parte del cese al fuego «se suspenden las operaciones ofensivas, es decir, todas las operaciones que están dirigidas a la confrontación armada con la organización ilegal». 

Supervisión de la ONU

En una nueva muestra de apoyo a la paz de Colombia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el miércoles una ampliación del mandato de la misión de Naciones Unidas en el país con el fin de que pueda encargarse también de verificar este alto el fuego. La decisión autoriza a reforzar la misión que la ONU ya tiene en Colombia con otros 68 observadores internacionales y el personal de acompañamiento civil necesario para ocuparse de estas nuevas tareas.

El ELN hace presencia en 224 municipios de 19 departamentos, lo que constituye un reto mayor para que se pueda adelantar la verificación, alertó este jueves la Defensoría del Pueblo, que también indicó que «con o sin protocolos» verificará las acciones de la guerrilla en el desarrollo del cese el fuego bilateral.

Los objetivos del ELN, según un manifiesto de 1965, son la toma del poder para establecer un Estado socialista, reforma agraria, desarrollo económico, plan de vivienda, sistema popular de crédito, plan vial, reforma educativa, incorporación indígena, libertad de pensamiento y culto, política exterior independiente y un ejército popular. 

El grupo, que en los últimos 30 años negoció con siete mandatarios colombianos, cometió múltiples atentados ​contra policías, militares y civiles, matanzas y secuestros, y es acusado de narcotráfico. Fue declarado «organización terrorista» por los gobiernos de Colombia, Estados Unidos, Canadá y por la Unión Europea.

El acercamiento se inscribe en los esfuerzos de Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia, de cerrar todos los conflictos armados del país, siguiendo una estrategia de «paz total» que fue una de sus promesas de campaña antes de ganar las elecciones en junio de 2022 y asumir el poder en agosto del año pasado. 

El camino hasta este punto no fue fácil. Desde que arrancaron los diálogos de paz en noviembre del año pasado, estuvo entre las prioridades de ambas delegaciones. Sin embargo tuvieron que pasar tres rondas de conversaciones, en Venezuela, México y Cuba, para que se lograra un acuerdo para el cese el fuego bilateral, que estará vigente hasta el 29 de enero de 2024.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/574043-entro-en-vigor-el-cese-al-fuego-de-180-dias-entre-el-gobiern