El 28 de enero de 2019 el empresario Pedro Etchebest denunció que el falso abogado Marcelo D’Alessio lo había extorsionado en nombre del fiscal Carlos Stornelli para evitar incluirlo en la causa de los «cuadernos». Le pedía 300.000 dólares para eso. A partir de entonces el juez Alejo Ramos Padilla, que estaba a cargo del juzgado federal de Dolores, inició una investigación que dejó al descubierto lo que describió como una «organización criminal paraestatal» donde convergían operaciones de espionaje, extorsivas y de armado de causas. Este martes comienza el juicio oral donde en el banquillo no sólo estará D’Alessio sino los expolicías bonaerenses Ricardo Bogoliuk (también exagente de inteligencia) y Norberto Aníbal Degastaldi, el exespía Rolando Barreiro y Mariano Rubén Díaz, quien hacía de «custodio» de la banda, entre otros. El Tribunal Oral Federal 8 (TOF8) estará a cargo del proceso donde se juzgan los delitos de asociación ilícita, extorsión, coacción y lavado de dinero respecto de diez casos. El gran ausente será Stornelli, quien fue beneficiado con falta de mérito cuando la causa pasó (como todas las que aluden a espionaje durante el macrismo) a Comodoro Py.
El escenario del juicio
Las audiencias del juicio por el llamado «D’AlessioGate» serán, en un comienzo una vez por semana en la sala AMIA de los tribunales de Retiro. Los imputados son nueve, hay ocho querellas y 148 testigos. El tribunal analizará si admite a otros 70 testigos más que fueron pedidos por las partes. El TOF8 será presidido por Sabrina Namer y lo integran también María Gabriela López Iñíguez y Nicolás Toselli. El fiscal es Marcelo Colombo.
El eje del debate será el funcionamiento de una organización que por lo menos desde 2016 y hasta 2019 planificó y en algunos casos ejecutó (sin tener facultades), actividades de investigación, recolección, clasificación, almacenamiento y análisis de información vinculada a determinadas personas, causas judiciales y periodistas. Los acusados en un comienzo eran más, pero dos murieron extrañamente rumbo al juicio: Eduardo Ariel «Chispa» Menchi –quien hacía de guardaespaldas de D’Alessio y se decía agente de la DEA– apareció con un tiro en la cabeza en su casa en febrero último; en septiembre de 2021, Carlos Liñani –acusado de participar en extorsiones con D’Alessio– fue encontrado sin vida en su departamento con el gas abierto.
D’Alessio lleva cuatro años y cuatro meses en la cárcel de Ezeiza. En un comienzo sorprendió porque solía pasearse por canales de televisión como experto en narcotráfico. Desde su detención en febrero de 2019 pasó ya por un juicio oral donde fue condenado a cuatro años de prisión por extorsionar al empresario aduanero Gabriel Traficante, con la colaboración del fiscal federal, Juan Ignacio Bidone, que recibió una pena de tres años y ocho meses de cárcel –aunque luego la Cámara de Casación dispuso revisar la pena–, y de dos exespías de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Al final de ese juicio, D’Alessio les pasó factura en sus últimas palabras, sin mencionarlos, a Patricia Bullirch, con quien tenía mensajes y llamados (estos últimos la ahora candidata presidencial los atribuyó a un nieto que jugaba con el celular) y Stornelli, quien lo había descripto como «loquito y fabulador» para despegarse. Ni Bidone ni Stornelli, los dos fiscales implicados en esta trama, serán juzgados en el nuevo proceso, por resoluciones pendientes. A Stornelli le dictó falta de mérito el juez Julián Ercolini cuando el caso se mudó a Comdoro Py y debe revisar la decisión la Sala I de la Cámara Federal.
Los casos
* Etchebest denunció la extorsión de D’Alessio para que no lo detuvieran en el caso de los «cuadernos» (en el que no tenía nada que ver) después de juntar audios, filmaciones y capturas de pantalla. Se presentó en el juzgado de Dolores porque había presenciado desde lejos un encuentro entre el falso abogado y Stornelli en Pinamar, del cual hay imágenes. D’Alessio, que también decía estar vinculado a la embajada de Estados Unidos y a la DEA. El mismo declaró que el pedido de 300.000 dólares era en el contexto de una investigación para agentes de inteligencia. Cuando allanaron su casa en el country Saint Thomas encontraron de todo: armas, placas truchas de la DEA y una computadora llena de información sobre sus operaciones.
*La acusación incluye la coacción al exdirector de la petrolera venezolana PDVSA en Argentina, Gonzalo Brusa Dovat, para que diera entrevistas periodísticas y declarara en la fiscalía de Stornelli, adonde lo llevó D’Alessio. Lo presionaban con información personal. El falso abogado llegó a decir en algunas conversaciones que había logrado que «se quiebre». El objetivo era salpicar a exfuncionarios del kirchnerismo y que involucrara a Hugo Chávez y Nicolás Maduro. «Necesitaba asociar PDVSA con Enarsa y el Ministerio de Planificación para tener ‘un gran tema de investigación», dijo el directivo.
*La extorsión a Pablo Barreiro, un ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner pretendía que declarara como arrepentido en la causa de «los cuadernos», donde habían detenido a su padre, Ricardo Barreiro, quien se encargaba de cuidar una casa de los Kirchner en El Calafate. Barreiro hijo hizo una denuncia ante el propio Stornelli, pero ese testimonio desapareció.
*Diego Vestillero sufrió «acciones intimidatorias y extorsivas» en julio de 2016, además de pedidos de dinero y amenazas con publicaciones en medios de comunicación para que entregara documentación de contenedores relacionados con la firma Fox Cargo S.A., de la cual era directivo.
*La planificación de una cámara oculta al abogado José Manuel Ubeira, que defendía a Federico Elaskar en la causa de la «ruta del dinero» y representa a Oscar Thomas en la de los cuadernos. Buscaban involucrarlo en algún delito. Además de D’Alessio fue implicado el fiscal Stornelli, cuya situación está a revisión de la Cámara Federal.
*Uno de los casos más impactantes, donde la situación de Stornelli también está a revisión, es el plan entre D’Alessio y el fiscal para vigilar e involucrar en tráfico de drogas a Jorge Castañón. Este hombre es piloto de United Airlines y ex marido de la pareja actual de Stornelli, Florenica Antonini. Querían plantarle droga, pastillas de éxtasis, en la valija, según él mismo explicó. El tema está en el juicio, pero solo contra D’Alessio.
*Se juzga la recolección de información sobre Natacha Jaitt (modelo, actriz, conductora radial entre otras cosas) y Mirta Legrand, así como de el exfiscal vinculado a la AFI Eduardo Miragaya, Ignacio Viale y Raúl Martins, entre otros. Jaitt apareció muerta en febrero de 2019, el mes en que estalló el «D’AlessioGate».
*Otro punto es la recopilación de información, en 2018, sobre integrantes y/o panelistas del programa «Animales Sueltos» conducido por Alejandro Fantino, y que en ese momento integraba Daniel Santoro, quien apareció en tramos de la causa por su relación con D’Alessio pero fue desvincualdo.
*A D’alessio se lo implica en tareas de investigación ilícitas en Argentina y Uruguay relacionadas con empresas y personas como Facundo Trías, Martin Ortiz y Manuel José Londoño Hernández (entre 2016 y 2018).
*Hay una pista sobre lavado de dinero que surge de un grupo de Whatsapp llamado «Buenos Aires» al que aparecen vinculados D’Alessio, Pablo Bloise, Bogoliuk y Marcelo González Carthy de Gorriti creado el 20 de marzo de 2018 donde planificaban operaciones acciones para colocar fondos de origen ilícito en cuentas off shore. Hablaban de transferencias de millones de euros con mecanismos que impidieran su rastreo y del reparto de comisiones para el grupo.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/587181-empieza-el-juicio-oral-por-el-dalessiogate