Las fuertes críticas de Rodrigo de Loredo al Gobierno de Martín Llaryora no hicieron mella en el bloque de legisladores radicales que este miércoles votó a favor del presupuesto con el cual el mandatario cordobés gobernará en 2025, ley que lo habilita a tomar 3.500 millones de dólares en deuda que seguramente se usará para la obra pública que inaugurará en 2027, cuando busque su reelección.

De Loredo viene levantando su perfil crítico a la gestión de Llaryora. Hace algunas horas, dijo del gobernador mediterráneo: «Se muestra antik en Córdoba, pero en la Nación, se alía a los kirchneristas en su intento desestabilizador del gobierno de Milei».

Como si fuera poco, De Loredo denunció que «mientras la inflación nacional baja, en Córdoba vemos incrementos del 400% en peajes y del 416% en el transporte interurbano. Es la ‘Inflación Llaryora’ que no resuelve problemas y agrava la vida de los cordobeses».

Pese a los misiles verbales, el radicalismo en la Legislatura dio una señal contraria a los dichos de su jefe al avalar -además del presupuesto- una ley impositiva en la que no se especifica cuánto aumentarán los impuestos provinciales el año próximo, y deja la suba de impuestos atada al ajuste de los salarios formales, polinómica que excluye a la mitad de la población que trabaja en negro.

El presupuesto de Llaryora tuvo el aval en primera lectura de 53 legisladores (sobre 70 miembros), 20 más de los votos propios del peronismo. De estos 20, el grueso llegó desde el radicalismo, que desconocieron en los hechos las crítcas de De Loredo

El alineamiento del radicalismo con Llaryora generó un cortocircuito con el juecismo: la bancada de Juez. «Es un presupuesto mentiroso y dibujado», dijo Walter Nostrala, presidente del bloque del Frente Cívico, mientras sus socios radicales levantaban las manos. Hasta ahora, De Loredo y Luis Juez se tiraban flores ponderando que Juntos por el Cambio tenía una estrategia común para enfrentar al peronismo. Tras el apoyo monolítico de la UCR al presupuesto peronista, la tensión creció.

El apoyo de los radicales fue en la votación general, que es la que vale. El PJ tiene garantizada la mayoría simple para la votación en particular. Así, nientras De Loredo critica el plan de gestión, los intendentes radicales cerraban con Llaryora más recursos para obras en las localidades del interior. El gobernador cordobés les dio oxígeno extra para el año que viene al ampliar en 1% los recursos provinciales que se coparticipan.

Aunque los legisladores radicales criticaron al Gobierno provincial durante los discursos en la sesión de la Legislatura provincial, levantaron las manos para autorizar los gastos previstos por el oficialismo y el plan de gestión.

Con este aval en la primera lectura, el resto del trámite del presupuesto será meramente formal. La autorización es para que Llaryora destina 1 billón de pesos en obra pública. Casi el 40% de esos recursos (377.540 millones de pesos) serán destinados a obras viales; un 32% a infraestructura hospitalaria y escuelas; el 16% (148,166 millones) a redes eléctricas y gasoductos; y el resto ( 113.544 millones) irá a acueductos y cloacas. Es un paquete de obras que el Gobierno provincial expondrá en las campañas 2025 y 2027. 

Fuente: LaPoliticaOnLine.com