Espacio ideal para hacer un poco de catarsis política colectiva, la mesa nacional del Frente de Todos dejó, en lo formal, una sola definición concreta: la conformación de una «comisión» que tendría como objetivo pedirle a Cristina Fernández de Kirchner que sea candidata. Una comitiva que, básicamente, le devuelva a la vicepresidenta el bastón de mariscal que ella misma había hecho gala de entregarles a fin del año pasado. Sin forma ni agenda ni integrantes, la comisión aún dista de consolidarse, pero en la práctica representa un anticipo del operativo clamor que el cristinismo está deseoso de relanzar. Se habla de un plan de acción para «romper con la proscripción» que se llevará a las calles, con dos movilizaciones en marzo, y que no busca no solo impulsar la candidatura de CFK, sino también que esta recupere su centralidad política.

La idea había empezado a cocinarse unas horas antes de que Sergio Palazzo la propusiese en la mesa de 33 comensales que había organizado Alberto Fernández en la sede del PJ. El día anterior, en la Federación Gráfica bonaerense, un conjunto de sindicalistas kirchneristas – entre los que estaban Palazzo, Hugo Yasky, Omar Plaini, Abel Furlán, entre otros – había planteado su deseo de que Cristina fuera candidata. Ya entonces Máximo Kirchner les hizo una advertencia: nunca había visto a su madre rever una decisión que había tomado en público, aunque estaría muy bien que se reuniesen con ella para planteárselo en persona. La cúpula sindical K, sin embargo, llevó el reclamo a la mesa nacional al día siguiente y consiguió que todos – incluso en el albertismo – se alinearan detrás de esta propuesta que terminó adoptando la forma de una «comisión». 

«Es una manera de enviarle un mensaje a Cristina en el que le pedimos que revea su posición, pero no solo como integrantes del núcleo kirchnerista sino como representantes de todos las presentaciones de la mesa política», precisó uno de los principales impulsores de esta comisión. En las últimas 48 horas, sin embargo, no hubo grandes avances en la conformación de la misma: todavía no tiene ni integrantes ni fecha para reunirse con la vicepresidenta. Se especula con que esté compuesta por dirigentes de todas las patas del Frente de Todos, pero todavía no hubo definiciones. No hubo respuesta aún, tampoco, de la propia CFK. Aunque hay figuras de su entorno que observan con cierta sorna toda la propuesta. «Los va a sacar de un voleo en el orto», ironizaban. 

Para el kirchnerismo, no obstante, lo importante es que ella esté en la mesa de toma de decisiones (ya sea como candidata o como la persona que designe a quién lo sea, haya o no PASO). «Porque en la mesa del jueves faltaba la protagonista. Ella es la creadora del frente, ella es la que puso un presidente. Y tenemos que ir a hablar con ella y pedirle que participe», insistió un intendente bonaerense que, como muchos otros dirigentes kirchneristas a lo largo de los últimos días, machacó con que ella era, después de todo, la figura que más medía en el peronismo: «Le saca 7 a 1 a cualquier dirigente en el frente. ¿Por qué el liberalismo busca sacarla del juego si no? Porque Cristina le gana a cualquier candidato, adentro y afuera». El objetivo, en este sentido, es que la vicepresidenta recupere la centralidad política que perdió a partir de su renunciamiento de diciembre. Es decir: reinstalar la figura de CFK como la líder del FdT y relanzar el operativo clamor que había quedado en stand by hace unos meses. 

Este plan de acción del kirchnerismo tendrá varias etapas, de las cuales la comisión suplicante es solo un primer paso. Para marzo habrán, al menos, dos convocatorias. La primera será el 9 de marzo, fecha en la cual se conocerán los fundamentos de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a ocupar cargos públicos en la causa Vialidad. Fue este el fallo que suscitó el renunciamiento de CFK y la denuncia de «proscripción» de gran parte del peronismo. ¿Por qué el kirchnerismo habla de «proscripción» si todavía no hay una condena firme? Porque se huelen un escenario similar al de Lula Da Silva en 2018 y temen que los tiempos procesales del Partido Judicial se acorten si ella decidiera ser candidata. Ya en diciembre, cuando se conoció la condena, se amagó con impulsar una gran movilización popular en su defensa, pero se terminó desinflando a pedido de la propia vicepresidenta. El objetivo, ahora, es ofrecer una clara demostración de apoyo en el día de los fundamentos de la condena.

La otra fecha clave es la del 24 de marzo. A nadie se le escapa que fue la propia CFK la que puso la fecha en la agenda en el acto de Avellaneda. «Es importante que ese día movilicemos con una consigna: Argentina y democracia sin mafias, nos lo merecemos», sostuvo entonces la ex presidenta. El objetivo de La Cámpora y el cristinismo es llevar la denuncia de la «proscripción» de Cristina como bandera a la movilización por el Día de la Memoria. Es difícil que la consigna «Con proscripción no hay democracia» pueda incorporarse a la consigna de la marcha oficial, ya que esta es definida por los organismos de Derechos Humanos, pero se espera poder incluirla en las propias columnas través de pancartas o carteles. Lo importante, sostienen desde el kirchnerismo, es que el pueblo este movilizado: «Hay que ir al choque de trenes. Si hay una proscripción y no haces nada volvés al Siglo XX con el voto en blanco y la democracia recortada de cuando Perón estaba en España. Pero esto se orada si hay movilización popular», sintetizó un dirigente K. 

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/525053-el-plan-de-accion-del-frente-de-todos-para-romper-la-proscri