El próximo jueves se votará la Ley de Enfermería y el gobierno tendría número para aprobar su proyecto, un intermedio entre considerarlos profesionales de la Salud y empleados administrativos. El radicalismo podría votar dividido.

Se calcula que en el sistema público hay 11 mil enfermeros, seis mil técnicos en enfermería y cinco mil licenciados. El principal problema es cómo englobar a todos los trabajadores dentro de un mismo esquema.

Quienes mayor presión hacen para que no se apruebe el proyecto son los privados. Advierten que con las dificultades para conseguir enfermeros, los cambios salariales y horarios que implicaría el pase a profesionales de la Salud agravarían la situación.

El gobierno propuso dejar de considerar a los enfermeros como empleados administrativos, igualar los salarios con los de los médicos, pero con una mayor carga horaria y dar incentivos para que los técnicos en enfermería cursaran la licenciatura. La oposición plantea incorporarlos a la carrera de profesionales de la Salud.

Final abierto para la Ley de Enfermería: el radicalismo podría dar libertad de acción

La ley puede hacer que el radicalismo vote dividido: la jefa de bloque, Manuela Thourte, apoya el proyecto de la oposición y hay tres legisladores del espacio que apoyaron el dictamen del peronismo, la izquierda y Graciela Ocaña.

Libertarios, liberales y afines acompañarían al Ejecutivo, al igual que la socialista Jessica Barreto. Roy Cortina, su jefe político, rechazó en su momento la ley que excluía a los enfermeros de la carrera profesional, pero hoy es funcionario porteño. Así, el gobierno llegaría a los 28 escaños.

Manuela Thourte, jefa del bloque radical. Los legisladores que responden a Angelici podrían abstenerse.

La solución para el oficialismo sería que los otros cuatro legisladores de la UCR, cercanos a Daniel Angelici, votaran a favor o se abstuvieran. En el primer escenario, saldría 32 a 28. En el segundo caso debería desempatar Clara Muzzio. Sería una situación casi inédita en el parlamento porteño. Una curiosidad: Gustavo Mola, vinculado al Tano, firmó el proyecto de la oposición.

«La enfermería es un trabajo tan importante que necesita un estatuto propio, tal como ocurre con los policías o los docentes. Hay tres niveles dentro de la enfermería, pero vos no podés salvaguardar a un grupo sobre el resto. Esta ley permite que todos estén en una misma carrera», explicó Claudio Romero, del PRO.

«Al proyecto del gobierno no lo defiende ningún enfermero. El gobierno salió a comprar los votos de LLA con los mecanismos de la casta. Es parte de las negociaciones de Jorge Macri por las elecciones en la Capital. Al final los que apoyan no lo hacen por el proyecto, sino por otras cuestiones», rechazó Gabriel Solano de la izquierda.

Fuente: LaPoliticaOnLine.com