Rusia bombardeó el jueves Kiev durante la primera visita a Ucrania del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien lamentó el «fracaso» del Consejo de Seguridad para evitar el conflicto. Ucrania señaló que identificó a diez soldados rusos como sospechosos de la matanza de Bucha y que registró 8.600 crímenes de guerra desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero.

«Humillar a la ONU» 

Los bombardeos de Kiev, los primeros desde mediados de abril, dejaron al menos tres heridos, según el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko. Esos bombardeos «dicen mucho sobre los esfuerzos de los dirigentes rusos para humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa», dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El mandatario indicó que «cinco misiles» cayeron en la ciudad «inmediatamente después de la reunión» que mantuvo con Guterres.»Esto requiere una reacción potente, de la misma intensidad», agregó. Guterres y su comitiva se sintieron «conmocionados» por la proximidad de los bombardeos rusos, aunque todos están «a salvo», dijo un portavoz de la ONU.

Por la tarde, Guterres visitó Bucha, una localidad cercana a Kiev, donde aparecieron decenas de cadáveres tras el repliegue de las tropas rusas, e instó a las autoridades rusas a «cooperar con la CPI (Corte Penal Internacional)» a fin de «establecer las responsabilidades». El jefe de la ONU definió la guerra como un «absurdo en el siglo XXI» y admitió que el Consejo de Seguridad había «fracasado» en poner fin a la guerra. «Cuando vemos este lugar horrible, entiendo cuán importante es tener una investigación completa y establecer las responsabilidades. Insto a Rusia a aceptar cooperar con la CPI», expresó Guterres a periodistas durante su recorrida.

Investigación de atrocidades 

La fiscalía ucraniana anunció la apertura de una investigación contra diez soldados rusos por su presunta implicación en las matanzas en Bucha. «Diez soldados de la 64ª brigada de fusileros motorizados rusos son investigados en vinculación con el trato cruel de civiles y otras violaciones de la ley y costumbres de la guerra», indicó la fiscalía en un comunicado.

La Fiscalía consideró probado que miembros de esta unidad ejecutaban y torturaban a civiles, por ejemplo dejándolos de morir de hambre y sed o con ejecuciones simuladas. La fiscal general, Irina Venediktova, confirmó en su cuenta de Facebook que diez de estos militares fueron acusados formalmente y difundió nombres y rostros de los sospechosos para apelar a la colaboración.

El 2 de abril, periodistas de AFP hallaron en Bucha una calle repleta de cadáveres. La ONU documentó la «matanza, incluida alguna por ejecución sumaria», de 50 civiles. Moscú desmintió toda responsabilidad y habló de una «puesta en escena» por parte de Kiev.

Crímenes de guerra

La fiscalía general ucraniana dijo además que constituyó «8.600 expedientes específicamente de crímenes de guerra y más de 4.000 vinculados a crímenes de guerra». Los hechos investigados incluyen «asesinatos de civiles, bombardeos de infraestructuras civiles, torturas», así como «crímenes sexuales» denunciados «en el territorio ocupado de Ucrania», detalló la Fiscal general, Iryna Venediktova. También se investiga «el uso de armas prohibidas», agregó.

En estas investigaciones participan unas 8.000 personas, entre agentes de la Policía y servicios secretos ucranianos y expertos o miembros de ONGs de todo el mundo, que incluyen representantes de la Justicia de Estados Unidos y de otras naciones como Alemania, Francia y Países Bajos.

Venediktova recordó que no es posible investigar la situación en las zonas controladas por el ejército ruso, como la asediada ciudad de Mariupol o buena parte de las zonas del Donbass, en el este del país. Empero, sí se recaba información a través de los refugiados procedentes de estas zonas. Más de cinco millones de personas tuvieron que abandonar Ucrania desde el inicio de la acción bélica, que dejó unos siete millones de desplazados internos.

Guterres indicó que la ONU hace «todo lo posible» para evacuar a los civiles del «apocalipsis» de Mariúpol, la ciudad del sur de Ucrania devastada por la ofensiva militar rusa. «La población de Mariúpol está en una situación de desesperada necesidad (…) Necesita una vía de escape para salir del apocalipsis», dijo el secretario general de la ONU.

Objetivos militares en Rusia 

El comandante de la Fuerza Aérea ucraniana dijo que los lanzamisiles proporcionados por los países occidentales tenían un alcance insuficiente para derribar «los aviones del ocupante, que lanzan bombas sobre nuestras ciudades a una altitud de ocho kilómetros y más».

El Reino Unido instó el miércoles a los aliados de Ucrania a dar muestras de «coraje» y aumentar la ayuda militar, argumentando que la victoria de Kiev era un «imperativo estratégico» para los países occidentales.

El Kremlin consideró que los envíos de armas a Ucrania «amenazan la seguridad» europea. Putin advirtió el miércoles contra cualquier intervención exterior en el conflicto de Ucrania, prometiendo una respuesta «rápida y feroz».

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/418343-el-jefe-de-la-onu-se-reunio-con-zelenski-en-kiev