«Gracias a jugadores y equipo técnico. Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos. Que tenemos un gran pueblo y un gran futuro», dijo el presidente Alberto Fernández, después de que la Argentina salga campeona del mundo en Qatar. El mandatario miró el partido con su familia, la primera dama, Fabiola Yáñez, y el bebé de ambos, Francisco, en la Quinta de Olivos. En el Gobierno se mostraron felices por el triunfo y se especula con qué sucederá el martes, si los jugadores irán o no a Casa Rosada. Otra posibilidad es que el mandatario se dirija al predio de la AFA, ubicado en Ezeiza, para saludar allí a los jugadores y tener la foto con el equipo. Aún no hay nada confirmado, salvo el operativo de seguridad para cuando los jugadores lleguen este lunes al aeropuerto internacional. De todos modos, siguen las conversaciones entre el Gobierno y la AFA, pero aclaran que la última palabra la tendrá el plantel, que, al cierre de esta edición, todavía no había decidido los pasos a seguir una vez que toquen suelo argentino.
Más allá que desde el Gobierno están interesados en tener la icónica foto con la copa del mundo y con los campeones, lo cierto es que los futbolistas todavía no confirmaron que visitarán Casa Rosada y la definición será únicamente de ellos, en diálogo con el cuerpo técnico y con los dirigentes de la AFA. Las comunicaciones de los dirigentes cercanos a Fernández vienen siendo con su titular, Claudio «Chiqui» Tapia, y le transmitieron que en el Gobierno están a «entera disposición» si el deseo de los jugadores es festejar en Plaza de Mayo y/o Casa Rosada. El sábado por la tarde el Presidente se reunió en la Quinta de Olivos con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y con el canciller, Santiago Cafiero, para coordinar el operativo de seguridad de la llegada de los jugadores al país.
Según informaron desde el ministerio de Seguridad a este diario, el lunes estará en Ezeiza, además de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Policía Federal, la seguridad de la AFA y la policía de la Provincia de Buenos Aires. El equipo que lidera Lionel Scaloni llegará al país el lunes por la tarde, alrededor de las 19.15, por lo cual se especula que, si los jugadores van a la Rosada o a Plaza de Mayo, lo más posible es que lo hagan recién el martes. Una vez que el avión aterrice, harán migraciones dentro de la aeronave, después de ahí se los subirá a un micro y se los llevará al predio de la AFA, a menos que haya algún jugador que decida ir directo a su casa en alguna provincia del interior. En ese caso, se activará un protocolo para llevarlo a otro avión o hasta Aeroparque. «Eso dependerá de los jugadores», explicaban en el Gobierno.
«No se sabe si Alberto Fernández va a ir al predio. No se definió, porque eso lo van a definir los jugadores. Lo van a hablar entre ellos. Lo único que está definido es el protocolo para cuando lleguen, nada más», indicaron desde el entorno del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en diálogo con Página12. Luego, agregaron que «todo lo que sea Casa Rosada no estuvo definido porque depende de lo que haga el plantel», en cuanto a la seguridad del domingo en las inmediaciones del Obelisco, en el Gobierno explicaron que estuvo a cargo de Marcelo D Alessandro, ministro de Seguridad de CABA. En Casa Rosada estuvo la seguridad de siempre, pero no hubo refuerzos porque el Presidente estuvo en la Quinta de Olivos.
En el mundial de 2014, que la Argentina llegó a la final, pero perdió, el proceso fue distinto. La entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, el mismo día que la selección llegó al país se dirigió al predio de la AFA, ubicado en Ezeiza, y desde allí realizó un acto con los jugadores. También había llamado al entonces DT, Alejandro Sabella, minutos después del triunfo. “Los llamé porque sentía que habían ganado el partido”, dijo en ese momento. Cuando llegaron al predio, CFK abrazó a cada uno de los jugadores y dio un pequeño discurso. Sabella también y le pidió perdón a la mandataria «por no traerle la copa». En este caso, se especula con que sea diferente y que los jugadores quieran ir a festejar a Plaza de Mayo, porque no fueron segundos, como en aquella ocasión, sino los campeones.
Durante la final del mundo se pudo ver a Emmanuel Macron, el presidente de Francia, el rival argentino, en la tribuna. Fernández, en cambio, decidió no viajar. Las dudas estuvieron hasta último momento, pero definió no hacerlo, en parte, dijo, «por cábala», y en parte para no generar «polémicas» ante la compleja situación económica y social que transita el país. Además de predecir que la selección ganaría, en una pequeña conversación con un grupo de chicos que había visitado Casa Rosada el viernes pasado, el Jefe de Estado les dijo: “Voy a mantener todas las cábalas que tenga que cumplir”. «Tenemos un equipo técnico formidable, que ha sabido jugar al fútbol respetando principios futbolísticos, jugando un fútbol lindo como nos gusta a los argentinos. Tenemos al mejor jugador del mundo, a un arquero extraordinario, tenemos defensores extraordinarios», agregó.
Además de Fernández, tampoco viajó ningún miembro del gobierno a ver el mundial. Esa fue la orden explícita del mandatario, que se cumplió a rajatabla, ya que tampoco viajaron, por ejemplo, el ministro de Deportes, Matías Lammens, ni el Canciller.
Luego del mundial del 86, la última vez que la Argentina había sido campeona del mundo, los jugadores, con Diego Maradona a la cabeza, fueron a Casa Rosada para llevarle la copa al Presidente de ese momento, Raúl Alfonsín. En ese caso lo hicieron al día siguiente de llegar de México, el 30 de junio, y todo el plantel compartió un momento con el Jefe de Estado en su despacho. Se trató de un breve encuentro, en el que el Presidente felicitó a los campeones y recibió simbólicamente la copa de manos de Maradona. Esa tarde Alfonsín los invitó a festejar en el balcón presidencial, pero él volvió a su despacho y no salió. Sí lo hicieron todos los jugadores y su entrenador, Carlos Bilardo, quienes saludaron a la multitud que en Plaza de Mayo los saludaba con mucha emoción.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/509236-el-gobierno-conversa-con-la-afa-habra-o-no-habra-saludo-de-l