Con la insistente cantinela de “la ideologización” en la educación, el gobierno nacional anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley para “penar” el supuesto “adoctrinamiento en las escuelas” y crear, a la vez, una instancia para que los estudiantes y sus familias puedan denunciar “la actividad política” dentro de los establecimientos educativos.
La iniciativa intentará modificar artículos la Ley Nacional de Educación (26.206) e introducir conceptos a medida del discurso de La Libertad Avanza (LLA), de modo tal que toda voz disonante a esa ideología sea perseguida y sancionada.
De esta manera, se le dará cumplimento al deseo militante del presidente Javier Milei de interferir en la narrativa educativa, el contenido curricular y las prácticas cotidianas de la comunidad escolar, como lo son la participación democrática y la organización comunitaria de cada institución.
Ya lo hizo cuando a principios de marzo volvió al colegio donde había estudiado y en su discurso hizo una larga exposición de los axiomas de la ideología “libertaria”. Entre algunas cuestiones habló de “los asesinos de pañuelos verdes” y se refirió al aborto como “un asesinato agravado por el vínculo”.
También se despachó contra el marxismo. Hasta dijo que “mencionar a los comunistas es tan peligroso que genera problemas siempre”.
Un proyecto que intentará modificar los valores democráticos
El anuncio de hoy fue hecho por el vocero Manuel Adorni. “Se va a enviar un proyecto de ley para modificar los artículos 11 y 126 de la Ley de Educación Nacional con el objetivo de penar el adoctrinamiento en las escuelas”, dijo.
Además, adelantó que el Ministerio de Capital Humano “se va a encargar de poner a disposición un canal para que los padres y alumnos puedan denunciar el adoctrinamiento y la actividad política que no respete la libertad de expresión”. Agregó que también podrán denunciar “cuando sientan que no se respeta su derecho a educarse”.
El vocero no dijo cuál ni cómo será la modificación que se hará a los artículos que mencionó. En rigor, esos artículos son una larga serie de incisos que lejos están de suponer “adoctrinamiento” alguno.
El artículo 11 refiere a los fines y objetivos de la política educativa nacional. Establece una “educación de calidad con igualdad de oportunidades”, y garantiza una educación integral que brinde formación ciudadana con valores entre los que incluye el “respeto a los derechos humanos”. Tal vez eso se interprete como el “adoctrinamiento” a derrumbar.
También habla de fortalecer la identidad nacional, “asegurar condiciones de igualdad”, garantizar “la participación democrática de docentes, familias y estudiantes”, concebir “la cultura del trabajo”, asegurar el respeto de identidad cultural a los pueblos indígenas, prevenir las adicciones y estimular los distintos aspectos de la educación humana e intelectual.
En tanto, el artículo 126 se refiere a “los derechos de los/as alumnos/as”. Defiende la “libertad de conciencia”, garantiza su protección contra toda “agresión física, psicológica o moral”, y aboga por “recibir apoyo económico” para completar la educación obligatoria.
También les permite “participar de la toma de decisiones” sobre la institución, tener edificios que “respondan a normas y salubridad” dignas e “integrar centros, asociaciones y clubes de estudiantes” en el marco de la vida democrática.
Ninguno de los dos artículos alude a valores digitados ni segmentados ni direccionados a una enseñanza que no sea libre, laica, democrática, integradora, solidaria, igualitaria y equitativa.
Salvo que la intención del gobierno sea, por ejemplo, prohibir los centros de estudiantes –algo que no hizo ni la última dictadura militar-, los detalles de la modificación a la ley no fueron informados.
El antecedente durante el gobierno de Macri
Durante el gobierno de Cambiemos/Juntos por el Cambio, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal impulsaron mecanismos de delación, como la línea 0800 que lanzó el entonces ministro Estaban Bullrich para “denunciar la intromisión política en las escuelas”.
La militancia macrista contra el supuesto “adoctrinamiento en las escuelas” tuvo como trasfondo el fomento de la persecución gremial contra los docentes que adherían a paros. También le abrió las puertas a los intentos de avances sobre contenidos como la Educación Sexual Integral (ESI) y el revisionismo histórico.
En rigor, el “adoctrinamiento en las escuelas” fue y es una larga e imprecisa denuncia que durante los últimos años desenfundaron los partidos de derecha y sectores más conservadores de la sociedad, cuando comenzaron a modernizarse los contenidos educativos.
El «adoctrinamiento» se le endilga al kirchnerismo. Pero, tal como lo hizo Milei en el Cardenal Copello, el entonces presidente Macri había caído en contradicción con su propio discurso. Cuando durante un acto por el Día de la Bandera hizo cantar a los estudiantes presentes en el monumento de Rosario la consigna partidaria del macrismo: “Sí se puede, sí se puede”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/726551-el-gobierno-busca-castigar-a-los-docentes-piensan-distinto